“Hola, buenas tardes…” El ejemplo está en los pequeños grandes actos. El saludo, por ejemplo. Llegar al club cualquier día y presentarse, estrechar la mano, un abrazo al profe y al compañero. De entrada es la mejor impresión de los jugadores que representan a la Sociedad de Fomento Polideportivo Gonnet. Respeto y amor por lo propio, más allá de la camiseta titular, la posición, la formación y o la tabla de posiciones.
Por ahí se empieza. Pese a que esta nota tiene noticias importantes, por donde se podría arrancar: el predio nuevo tan próximo al estreno oficial; el primer triunfo de la historia que llegó ayer en la divisional más grande del fútbol platense, un sorpresivo 4 a 0 frente a Unidos de Olmos. O bien podríamos empezar por el furor del Fútbol Femenino, por el Fútbol Inclusivo, el Fútbol +45, o la Escuela de Fútbol. Las últimas incursiones de esta institución que ha pegado un salto espectacular en los últimos cinco años.
Qué placer es ver a Gonnet, el mismo que hace cuatro décadas soñó Juan Nazareno Risso (ex futbolista de Gimnasia y de la Selección juvenil Argentina en las Olimpíadas de 1964); que al retirarse en Francia, armó su Escuela de fútbol y en la convocatoria inicial atrajo a los pibes de la zona, nacidos entre 1969 y 1973. La década del ochenta, menos población y mucho menos comodidades, una o dos pelotas y cientos de chiquilines, pateando del otro lado de las vías, sobre lo que hoy es Villa Castells. “Pochi” —la mujer de Risso— trabajaba en la Primaria 38 y repartía papelitos donde se informaba sobre este nuevo espacio. Así nació Gonnet, mezcla de hijos de la escuela pública donde acudían el nene del médico, del obrero. Se la llamaba «la Escuelita de Risso» y enseguida fue la Escuela de Fútbol de Gonnet.
“Por qué hablás con tanta gente, papá?” fue la pregunta que más recordará en su vida Leonardo Lupiano. Se la hizo un hijo aquellos días en que lo llevaba a entrenar y veía que se quedaba un poquito más. Es que su papá jugó para Gonnet en una categoría ’77, de las primeras y recordó a la gente que dedicaba tiempo “ayudándonos a ser mejores personas”. Hoy no duda en correr donde haga falta, retransmitiendo ese amor, aprendiendo a compartir desde el rol de padre, mientras crecen Hilario en la 2011 y Félix en la 2013. Pronto, el club va a presentar el libro de los 40 años y Leo, tan abierto como esas páginas, adelanta que “al campito inicial en Castells le siguió un lugar para jugar en el Batallón 601; de ahí a un predio en comodato donde jugamos los primeros partidos en LISFI, y un tiempo en la República de los Niños. Cuando el club tuvo que tomar una forma jurídica, el 10 de octubre de 1982 quedamos inscriptos con el nombre que hoy se nos conoce, Sociedad de Fomento Polideportivo Gonnet. De hecho, se hizo la personería para poder participar de los torneos de LISFI. Mediante una rifa se compró el terreno de 484 y 19, que fue nuestro primer campo propio». Una reciente producción fotográfica juntó el presente con las raíces de esa canchita donde también funciona la sede social. Los niños de la década del noventa, ya crecidos.
El mundo podrá estar con demasiados problemas, pero SFP Gonnet construyo su pequeño mundo, derribando una frase inexacta que anda en la calle: “La juventud está perdida”.
Habrá que revisar, averiguar, antes de largarse a juzgar. Gonnet tentó a ese futuro con su ingreso al fútbol liguista, como lo hicieron tiempo atrás Alianza, ADIP, Asociación Iris, CRISFA y CRIBA, nacidos del fútbol infantil y juvenil y que supieron organizarse con las categorías mayores. Hace siete años que Gonnet agrandó la casa. Participa en tres ligas: además de la Liga Sur de Fútbol Intantil (la LISFI que lo vio nacer), presenta en la Liga Amateur Platense dos tiras con todos los equipos (en las divisionales C y en la A, donde debutó hace tres semanas).
Para pensarlo, hacía falta un buen cerebro. Lo encontró en Marcelo Lulkin, El “Ruso”, que a los 9 años se metió al club ni bien había llegado a vivir al barrio. Aprendió aquí y se fue a jugar lejos, en los estadios del ascenso de AFA, vistiendo la roja de Cambaceres en la B Metropolitana. “Conoce los nombres de todos los chicos”, comentan. Y él, que no busca elogios, sigue persiguiendo sueños. Presidente del club, el mismo que conocimos en 1999, siendo un joven que dirigía a la categoría 88. Entre tantos pibes, tuvo la suerte de tener un crack, Mariano “Guti” Fernández, quien a los 35 años hoy es referente del primer equipo amarillo. Una noche de diciembre de 1999, previo a la Navidad, la 88 de SFP Gonnet ganó una final en el predio de El Bosquecito y fueron la inspiración de este periodista para publicar la tapa de un célebre suplemento El Clasiquito. Lulkin y sus chicos, «de galera y bastón».
No es solo correr detrás de la pelota. Los hacedores de este presente sienten que esto excede el deporte. “Ante una demanda muy grande, acá se dio una construcción colectiva. En 2016 solo fútbol infantil se entregan ochenta diplomas y hoy estamos en mil deportistas”, sintetiza Mauro Mallano, 48 años, padre, DT de la Octava división y jugador del equipo de veteranos que compite en Liga.
Los días de práctica movilizan constantemente de un predio a otro. Tienen dos terrenos y cuatro que alquilan. Veamos. Está el tradicional de 484 y 19, en Manuel B. Gonnet; el de la Asociación de Sordomudos, detrás de la Delegación Municipal de Gonnet; el de Las Banderitas, en el barrio citybellino Los Porteños, y otro en el Complejo Las Pulguitas…
El próximo punto de encuentro será el sueño más hermoso que podían acariciar: se inaugura el predio de 501 y 141, a unas cuadras de Gonnet, en el límite entre Gonnet y Hernández. El mes de abril tiene reservado un día (no se sabe cuál) para el acto inaugural.
Funciona como una compleja maquinaria sin perder la cabeza y con el corazón en el mismo lugar, rescatando el esfuerzo cotidiano, alentando a la superación. Es el mismo club que el 22 de diciembre de 2016 recibió la noticia de que podían entrar a la centenaria Liga Amateur en un torneo Proyección, donde se perfilaban los clubes nuevos con ideales de progreso. En poco tiempo ya tenían una segunda tira. En 2021, estaba Gonnet en la B y otro equipo en la C, aunque nadie esperaba que el 2022 significara el ascenso, ganado ante San Martín de Los Hornos.
“Hay que mostrar este crecimiento, estar a la altura del esfuerzo” no dudó Ariel Fridman, 43 años, tres hijos (Ana, Miro y Simón, que ataja en la 2010), que aportó su experiencia en la prensa institucional y junto a Mariano Cariani organizaron la forma y el contenido de todo lo que hoy se ve en Instagram, Facebook, Twiteer. En ese proyecto se aprecia la armonía de los padres y el aporte para que en esas redes se transmitan los logros, desde una donación de sangre, una victoria o la presentación de las camisetas».
“Tal como uno juega, así vive”, sostienen algunos científicos. Lulkin, que jugaba de 5 (hoy lo sigue haciendo, como capitán del equipo Seniors) era mediocampista generoso, y se dice que los que ocupan esa posición gustan de la organización. Saben asociarse en la vida y así encuentran el camino correcto hacia la victoria. Se reencontró con Francisco Bianchi, quien compartió la categoría 79. Y éste amigo, que entrena dos categorías infantiles (en una de ellas, a su hijo Juan Francisco 2015). En la tesorería, ordenando las cuentas, Nicolás Conti, un defensor que tuvo la categoría ’80.
Para avanzar con las obras del predio contó con una pieza clave, el ingeniero Martín Di Grazia, un ex jugador de Gimnasia (llegó a jugar en la reserva), que como tantos en SFPG tiene la doble función de técnico y directivo. En el día a día de la obra del predio colaboró Ezequiel Ciappa, DT del Senior.
Ya falta menos y en 501 y 141 tendrán dos canchas grandes y tres de dimensiones para siete jugadores. Según cuentan, «la cancha uno» apunta a ser considerada una de las de mejor superficie en el fútbol amateur local. En ello trabaja un agrimensor, y funcionan treinta aspersores de riego.
Otra para el destaque: la estructura de vestuarios contempla que en el de los árbitros, cada uno pueda disponer de su baño y ducha individualizando el sector de los caballeros y el de las damas, «porque hoy el fútbol tiene esta realidad”, apuntó Mallano, conocedor de la vieja Liga como periodistas, en una época totalmente distinta a la actual, hace veinticinco años. En ese predio que ya tiene vestuarios, en un futuro proyectarán un Salón de Usos Múltiples, una tribuna y un gimnasio. Los chicos, sin saberlo, empiezan a verse en ese lugar dentro de unos años.
Nunca nada es casualidad. Los cuerpos técnicos están basados en seriedad y experiencia. Son 80 entrenadores y preparadores físicos. Unos 20 padres y madres colaborando en la subcomisión de fútbol, de eventos, entre otros grupos.
A la hora de organizar los planteles, la Primera división está al mando de Ruben Astorfo (ex DT de Cambaceres y coordinador juvenil de Defensa y Justicia); un entrenador de arqueros es Marcelo “El Chavo” Vega (trabajó con Troglio); y el entrenador del equipo de ascenso, Emilio Tocho, eligió el proyecto Gonnet (hace poco devolvió a la A al CF Ringuelet). El jefe de preparadores físicos es Iván Suárez.
El magnetismo amarillo atrae. Esta temporada está en el plantel de Primera el joven Tomás Cowen, hijo del flamante presidente tripero. En Gonnet tiene su corazoncito Lucas Wilches, ex jugador Pincharrata, viendo a su hijo.
A fines de 2018 llegó Tomás Martin, hijo de Luis Martin (ex goleador del fútbol del interior y de cinco clubes de esta Liga), actualmente en el cuerpo técnico de la gloriosa Selección que ganó la Copa América 2021 y el Mundial de Qatar 2022. Al querido «Luifa» ya le hicieron entrega de una plaqueta, pero el mejor recuerdo es el que se lleva cada vez que va a una de las canchas donde jugó: “Nos impacta la humildad, viene con su sillita y se pone al lado del alambrado con su mujer Anahí”.
Ayer se disputó la segunda fecha del torneo Apertura 2023, que precisamente fue bautizado por la dirigencia con el nombre de “Luis Martín, campeón del mundo”. Rompiendo los pronósticos, golearon a Olmos. Tomás ingresó en el segundo tiempo donde apareció la secuencia goleadora.
Tomy no es el 9 peligroso de área que conocimos en la figura de su padre, pero la camiseta con la responsabilidad del gol, en Gonnet, recae en Mauricio Almirón, un berissense que se sintió querido apenas arribó a la zona norte platense. Formado en Villa San Carlos, despachó dos goles ante Olmos, el 1-0 empujándola a la red y el 2-0 con una emboquillada sobre el arquero. “Sabíamos que iba a ser un partido muy duro, ellos venían jugando seguido por la competencia en el Federal, y nosotros recién ascendimos, pero en el segundo tiempo lo liquidamos”. El 3-0 fue obra de Dalmiro Cabral y el último de Martin, que aprovechó su olfato para ubicarse y su pegada.
Serán diecisiete fechas. En la próxima visitarán a La Plata FC en “La Cantera” de 514 y 25, y en la cuarta, frente a Alianza, estarían estrenando el campo de deportes, en 501 y 141.
La Liga ayer volvió a jugarse luego de un parate obligado por la ola de calor. Con mejor clima y partidos parejos, éstos fueron los resultados en Primera A: Brandsen 1 Curuzú 0; ADIP 3 Alianza 0; Estrella 2 San Lorenzo 1; Ringuelet 1 CRIBA 1; Everton 1 Iris 1; Las Malvinas 1 Los Hornos 1; Porteño 1 Alumni 1; Peñarol 2 La Plata 0.
El sábado 25 de marzo de 2023 quedará en la historia como el primer triunfo desde que Gonnet está entre los grandes. «Hola, buenas tardes…» El respeto es lo primero, y bien se lo inculcan al llegar al club.
