Parecía el final de un viaje de egresados, con alegría y con algo de miedo (a lo desconocido). El epílogo de un libro de cuentos del Bosque, de adolescentes que arrancaron con 1, 2, 3 partidos jugados en Primera y otros que irían debutando. Allá en Córdoba, en la anteúltima parada, los protagonistas de este bondi a la gloria deportiva se abrazaron por el punto obtenido, los mismos que supuestamente no iban a tener chances (los daban por descendido ni bien arrancó la LPF, en la última semana de enero, mientras en la Sede y los predios contaban el dinero y tantas ilusiones perdidas).
La frialdad de los estadísticos (gente que verá el partido con el calor de sus pantuflas, frente a la TV) dice hoy que “hace 6 juegos no gana de visitante”, sin contextos. Así, de qué le sirve el dato al ciudadano común, ya tremendamente golpeado por otros temas más importantes que un partido; sí, 6 partidos, que «los pibes» vienen sobrellevando con viajes al exterior (Perú, Brasil) y al interior (Córdoba, Tucumán, Rosario, Santiago, Santa Fe, Mendoza), todos en seguidilla, durante junio y julio; la última vez que Gimnasia jugó cerca de visitante fue en Sarandí, el 8 de mayo, aquel “tarragonazo” de tiro libre.
Esta vez, perdían por dos goles, y lo remontaron ante un Talleres que está a un pasito de un logro histórico, ya que desde 1985 (cuando se terminaron los torneos nacionales y metropolitanos) nunca un club cordobés fue subcampeón.
Algo tiene esta generación, que otra vez sacó adelante una difícil. Algo que está en la sangre, invisible. En la entrada en calor, en una enorme bandera de los locales, tal vez se entienda alguna razón de lo que pasa con esta camada de egresados de Primera A: «Pase lo que pase, voy a quererte igual».
Cuando Eric Ramírez clavó el zurdazo abajo, varios memoriosos se remontaron a una tarde plomiza de hace 30 años, casi con exactitud, cuando el «Cabezón» Dopazo metió el gol de penal y llegaron a la igualdad, fueron al alargue y a los penales (contra Belgrano, en este estadio que se llamaba «Chateau Carreras»). Después tiraron varios penales hasta el 6-5 que ejecutó adentro “El Indio” Vazquez para que el éxito de la Ronda de Ganadores y el pase a la final de la Copa Centenario. El amigo Luis Mansur fue el relator por el canal platense TVS (Belgrano 2 Gimnasia 2, el sábado 7 de agosto de 1993, con varios triperos saliendo a festejar a 7 y 50). Torneo que valió una estrella oficial; hecha por AFA en formato copero, alejada de la histeria de los promedios, de resolución rápida (… aunque tenía fecha de finales el 28 de agosto, 21 días después del empate clasificatorio en Córdoba, y tuvieron que esperar 5 meses y 2 días para definir en la final con River). Gracias a Cultura del club, por estos pedazos de diarios viejos…
A la vista del espectador, ésta anteúltima fecha viene cargada de goles. Fue un partido muy entretenido. La “T” se imponía 1-0 y después se dio cuenta que podía Gimnasia podía, cuando le taparon a Castillo un gol casi hecho, y Domínguez hizo sonar un poste. Cuando el local tuvo otra, no la desaprovechó: a os 17 minutos Benavídez cabeceó y el 2-0 pareció el anuncio de una fiesta en el «Mario Alberto Kempes».
Pero un error de cálculo del arquero cordobés le permitió al Lobo despertarse. Como la naturaleza misma hace, cuando brinda algo de sol para mitigar el frío. El vestuario se dio ese alimento intangible, de soñar y regalarse algo más en esta vida amarreta. Un buen abrazo de gol que enmudezca a todo un Estadio. Y los pibes fueron hasta encontrar el 2-2, por la escapada de Eric sin que ningún defensor lo viera.
Como el sueño de dos hermanos criados en El Dique, que hicieron posible un viaje a Nápoles, que los superó en felicidad, conteniendo los mocos frente a las calles pobres, porque son gimnasistas y desde siempre maradonianos.
“Fue como decir misión cumplida”, tiró al volver Javier Jurado (padre, laburante, aficionado al fútbol en el senior del Club Everton, eternamente con el Dale Lobo). “Había poca gente pero sentíamos que alrededor nuestro estaba todo Napoles y toda la Argentina”, juraban los Jurado. Y en esta foto se abrazaron para no soltarse nunca más. ¡El Diego sigue vivo!
Qué sería de una camiseta sin el sentimiento del hincha, que todavía sienten quienes ya van haciendo méritos en la dirección técnica, con 45 años don Sebastián Romero (¿no le parece que tiene ganas de entrar y sacarle la pelota a un rival cuando le pasa cerca del corralito?). Con 42 años Javier Gandolfi, que declaró haber vivido “un partido emocionalmente difícil”. Vanagloriamos a aquellos que, pese a las presiones, nos permiten ver la conciencia que tiene un juego como el fútbol, donde se ejercita la comunicación y el esfuerzo común. Lamentamos que se cuenten fríamente, “en resumidas cuentas» (como si trabajaran en un poderoso banco) que Gimnasia arrastra una efectividad del 34% y el arco de Durso es por ahora el más vencido en el certamen. Y lancen los números que pretenden enflaquecer lo que ha sido un aguante titánico: 33 partidos (26 por Liga, 6 por Copa Sudamericana y 1 por Copa Argentina), obteniendo 8 victorias, 10 empates y 15 derrotas. Pero como diría Néstor Basile, “nos hicieron creer tanto el verso del Superman ganador…”, que así vivimos el fútbol los argentinos, «ganá y después vemos cómo lo hiciste”, como si no importara la dignidad, el respeto, ni la gente que labura.
Felicitaciones, Gimnasia. Aunque estemos en veda, en tiempos de elecciones, voy a jugar en esta «política futbolística», para la reelección de un proyecto. Ustedes sí que han hecho posible el cambio, sin chamuyos elegantes o palabras que son huecas, como usan en campaña: «tenemos un proyecto integral», dicen en los barrios pobres, pero no dicen nada.
Distinto es cuando habla el “intendente” Sebastián Romero, y presenta en la lista de buena fe, a los «concejales», Tomás Durso, Benjamin Domínguez, Alan Lescano, Ignacio Miramón, Felipe Sánchez Astrolog…. Muchos desconocidos antes de arrancar el viaje. Si me permite, bautizaría a este partido con personas transparentes, sociables y empáticas, “Presente y futuro”.
El futuro inmediato en la agenda del fútbol masculino dice lunes 30 de julio de 2023, la última fecha de local con Platense. El primer tramo de 27 partidos será cumplido definitivamente esa tarde, desde las 17.30, en el estadio Juan Carmelo Zerrillo.
Después del receso, llegarán después otros 14 partidos por la Copa de la Liga. Y los pibes seguirán el viaje…
