En un escenario de creciente tensión, trabajadores municipales de La Plata se encuentran en paro desde el miércoles en protesta por mejores salarios y condiciones laborales, sumado a la denuncia de al menos 50 despidos en la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano, conocida como Control Urbano. La situación ha llevado a un enfrentamiento entre los empleados y la Municipalidad, profundizando la crisis.
Según declaraciones de los empleados, los despidos se llevaron a cabo sin previo aviso y afectaron a trabajadores con hasta 40 años de servicio. Además, denuncian que no se les abonó el mes trabajado, generando malestar entre el personal afectado. La resistencia al despido se refuerza con reclamos adicionales, incluyendo la eliminación de beneficios como el concepto de riesgo de calle, que suponía una compensación por los bajos salarios.
Los manifestantes, reunidos en el playón de 20 y 50, anticipan que el paro será por tiempo indeterminado y se extenderá a la próxima semana. Además de los reclamos salariales y laborales, los trabajadores denuncian condiciones de trabajo deplorables, con escasa provisión de elementos básicos y situaciones precarias en las instalaciones.
La Municipalidad, por su parte, ha presentado una denuncia penal por los daños causados al sistema de control biométrico, alegando delitos como amenaza coactiva, daños al patrimonio público y atentado contra la autoridad. La gestión de Julio Alak, que recientemente implementó el sistema biométrico para controlar el presentismo, destaca la necesidad de garantizar la transparencia institucional y eficiencia en el funcionamiento municipal.
