La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) realizó un escrache frente a la casa de Alfredo Franchiotti, ex comisario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, señalándolo como responsable del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en 2002.
Durante la protesta, los manifestantes repudiaron la impunidad del ex funcionario, quien, según la organización, sigue sin pagar por su participación en los crímenes ocurridos durante una represión policial en Avellaneda.
En la movilización, miembros de CORREPI exigieron justicia y el esclarecimiento de la responsabilidad de Franchiotti en lo que consideran un hecho de “terrorismo de Estado”. Los activistas también denunciaron la falta de avances en la investigación judicial sobre el caso, que aún no ha logrado una condena definitiva contra los responsables materiales e ideológicos de los homicidios.