Dos diplomáticos rusos fueron detenidos temporalmente en un operativo de control vehicular en el barrio de Recoleta, Buenos Aires, lo que generó un intenso debate sobre las regulaciones internacionales y el trato a representantes diplomáticos.
Detalles del incidente
- Quiénes estaban involucrados: Sergei Baldín, encargado comercial de la Embajada de Rusia, y Salomatin Cardmath, codirector de la Casa de Rusia.
- Circunstancias: Ambos se negaron a realizar el control de alcoholemia solicitado por agentes de tránsito. Baldín firmó la negativa, mientras que Cardmath se mostró más reacio, incluso negándose a abrir la ventanilla.
- Reacción rusa: El primer secretario de la embajada denunció que el operativo violaba la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que protege a los diplomáticos y sus vehículos de requisiciones o controles.
Respuesta del gobierno argentino
Las autoridades aseguraron que el procedimiento se realizó respetando la normativa internacional. Los diplomáticos no fueron obligados a descender de sus vehículos y se les escoltó hasta la Embajada de Rusia.
La postura dividida en el ámbito político
- Ramiro Marra (LLA): Criticó los privilegios diplomáticos y aplaudió el accionar de los agentes de tránsito.
- Marcela Pagano (LLA): Defendió a los diplomáticos rusos, argumentando que el operativo fue una violación de la Convención de Viena. Anunció que presentará una denuncia penal contra los agentes involucrados.
Normativa en cuestión
La Convención de Viena establece que los diplomáticos y sus vehículos tienen inmunidad frente a controles o requisiciones. Sin embargo, también exige que respeten las leyes locales, lo que abre espacio a interpretaciones.
El incidente ha dejado en evidencia tensiones políticas y diplomáticas, además de subrayar la necesidad de claridad en la aplicación de tratados internacionales en contextos locales.
