La irrupción de Foster Gillett, inversor de Estudiantes, en la negociación por Sebastián Driussi sigue generando tensión en el mercado de pases. El presidente de River, Jorge Brito, cuestionó abiertamente al club platense por intentar entrometerse en el fichaje del delantero, quien ya había manifestado su intención de regresar a jugar únicamente en el Millonario.
Brito expresó su descontento por el accionar de Estudiantes: “Es raro lo que pasa. Yo no hago ofertas por un jugador sin su consentimiento de que quiera jugar en River. Pero cada uno tiene el derecho de hacer lo que quiera con su plata o con la que le prestan”, señaló en alusión al rol de Gillett en la negociación.
El conflicto surgió luego de que trascendiera que el empresario estadounidense habría presentado una oferta al Austin FC, dueño del pase de Driussi, en un intento por llevar al delantero al Pincha. Sin embargo, Brito insistió en que la decisión del jugador fue clave: “El jugador tiene el derecho de jugar donde quiera, pero él ya dijo que en Argentina solamente jugaría en River”, afirmó el dirigente.
A pesar de que los términos ofrecidos por Estudiantes tanto al club estadounidense como al jugador habrían sido superiores, Driussi optó por respetar su compromiso con River, dejando en claro su preferencia personal. Este desenlace reafirma la postura del delantero, quien desde un principio manifestó su intención de volver al club que lo formó.
La polémica pone de manifiesto las tensiones entre los clubes y abre el debate sobre los límites éticos en el mercado de pases, donde el rol de los inversores externos sigue marcando nuevas dinámicas.