El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) enfrenta una crisis que ha generado indignación entre sus trabajadores. Mientras el gobierno avanza con políticas de ajuste para achicar el Estado, las autoridades del organismo disfrutan de salarios millonarios y privilegios sin precedentes, en contraste con la precarización laboral, el congelamiento de salarios y el desmantelamiento de áreas clave que afectan a los empleados.
Un futuro incierto: fusión y desarticulación de organismos
Recientemente, se ha filtrado un borrador que plantea la fusión del INTI con otros organismos estratégicos como el INTA y la CONAE, para conformar el Instituto Nacional de Convergencia Tecnológica y Desarrollo Estratégico (INCyTDE). Los trabajadores rechazan categóricamente esta propuesta, advirtiendo que reduciría las estructuras y funciones esenciales de estos entes.
Desigualdad salarial extrema y corrupción
La desigualdad salarial es alarmante:
- Un monotributista : $458.640 mensuales.
- Un becario : $249.232,40 mensuales.
- Un directivo : entre $4 y $5 millones mensuales.
Además, mientras los empleados deben escalar posiciones cada dos años en una carrera laboral que puede tomar décadas para alcanzar categorías altas como la A12, las nuevas autoridades se asignan escalafones inexistentes, logrando en pocos meses salarios abismales al ocupar categorías como A21, posición a la que un trabajador promedio tardaría más de 40 años en llegar.
Desmantelamiento y precarización
El impacto no se limita a los salarios. Las líneas de trabajo están siendo desmanteladas, áreas fundamentales operan con desabastecimiento y desfinanciamiento, y los trabajadores sufren el congelamiento de su carrera profesional, sin pases de nivel ni aumentos salariales.
Una trabajadora del INTI resumió la situación:
«El gobierno pretende avanzar con modificaciones a nuestros convenios colectivos de trabajo. Hasta el momento, el INTI perdió casi un 30% de su personal. Además, sufre el congelamiento salarial y presupuestario. Es un organismo que nació para promover la industrialización del país y la soberanía tecnológica.»
El impacto social del achicamiento del INTI: más allá de los trabajadores
El INTI juega un papel clave en la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Reducir su capacidad significa:
- Menos avances en áreas estratégicas que benefician al conjunto de la población, tales como la salud, la energía y la industria.
- Debilitamiento de la industria nacional: las pequeñas y medianas empresas dependen del INTI para recibir asesoramiento técnico y certificaciones que les permitan competir en el mercado local e internacional.
- Impacto en la calidad de vida: menos soluciones tecnológicas, materiales de calidad y estándares industriales que repercuten en los productos y servicios que consumen las personas.
Organización y lucha
Frente a esta situación, los trabajadores se han declarado en estado de alerta y movilización , comprometidos con defender la misión histórica del INTI y las condiciones laborales dignas. A través de asambleas sectoriales, llaman a la organización colectiva y la visibilización de los problemas que enfrentan.
La lucha por la defensa del INTI es una lucha por el desarrollo tecnológico, la soberanía industrial y los derechos de los trabajadores.