Mientras Estudiantes se enfoca en su debut en el Torneo Clausura 2025 frente a Unión en Santa Fe, todas las miradas del mundo albirrojo están puestas en la posible vuelta de Marcos Rojo, quien ya manifestó su intención de regresar al club que lo vio nacer.
Tras quedar marginado en Boca Juniors y con solo seis meses de contrato por delante, el zaguero dio el primer paso y contactó directamente a Juan Sebastián Verón.
Rojo, que no será tenido en cuenta por Miguel Ángel Russo, inició gestiones para rescindir su vínculo con el Xeneize y quedar en libertad de acción.
El primer contacto fue un mensaje directo al presidente albirrojo: “Hola, Sebastián, soy Marcos”, disparando así una negociación que ya está en curso. El propio Verón le dio el visto bueno y comenzó a analizar su regreso, en el marco de un equipo que se prepara para competir por la Copa Libertadores.
Una operación posible, pero no exenta de tensiones
La intención del defensor es clara: volver a vestir la camiseta de Estudiantes. Y aunque el perfil del jugador —central zurdo de experiencia internacional— encaja perfectamente con lo que busca el cuerpo técnico, su regreso no está exento de dificultades. La primera traba pasa por su situación contractual con Boca, que podría exigir una compensación económica, aunque no representaría un impedimento insalvable.
Más complejo será el frente interno. Su salida a Boca en 2021 generó un fuerte quiebre con la hinchada y parte de la dirigencia. Sus declaraciones públicas como “soy hincha de Boca” no cayeron bien en La Plata y dejaron una sensación de traición difícil de olvidar. Incluso la barra del León ya expresó su rechazo, por lo que Verón deberá evaluar no solo lo futbolístico, sino el impacto institucional y emocional que puede provocar su retorno.
Rojo, por su parte, está convencido: su prioridad es Estudiantes, más allá de haber tenido una oferta concreta del Inter Miami, donde podría haberse sumado a Lionel Messi. En lo inmediato, su representación trabaja a contrarreloj para destrabar su salida de Boca, y la definición del pase podría llegar en cuestión de horas.
La posible vuelta de Rojo representa un verdadero bombazo en el mercado, y también una apuesta arriesgada en lo emocional. Si logra concretarse, no solo reforzará la defensa del equipo de Eduardo Domínguez, sino que marcará uno de los regresos más impactantes del último tiempo en el fútbol argentino.