Nació para ser grande, en el invierno de 1931, con sueños de los que caminaban el barrio y aquella 137 que por mucho tiempo se llamó la avenida Del Estudiante. Los grandes clubes no solo pasan por su equipo de fútbol, pero al Centro de Fomento Los Hornos le faltaba uno y se dio hace veinte años, el 17 de julio de 2005, la fecha en que aseguraron el primer lugar del Torneo Apertura de la Liga Amateur Platense.
Anteriormente, lo reconocieron por oles del baby fútbol, los desafíos barriales, con algún mayor custodiando los partidos en la sede, y luego aquellas generaciones que vinieron con las infantiles de LIFIPA a partir de la década del setenta, con campeonatos juveniles y buenas figuras. Pero la fiesta del fútbol empezó a tener una fecha y fue hace veinte años, cuando ganó Fomento el campeonato oficial de la Divisional A,
Un torneo corto pero sin dejar duda de que fue el mejor. Y para eso aseguró tres puntos más de visitante ante una generación de Nueva Alianza que venía de gozar su primer título el año anterior. Alianza lo tenía a siete “garbanzos” en la tabla y esa tarde podía arremeter (quedaban dos fechas más). Y de hecho lo mandó preocupado a Los Hornos al descanso, cero-uno, para un líder al que parecía caerle mal el cambio de fecha, un domingo, no habitual para los liguistas. Y menos para los cabuleros del plantel… Doscientas almas lo siguieron esa tarde con clima espantoso. Pero era imperdible ver a esos muchachos que jugaron por los viejos colores, el par de negritos a los que le sobraba calidad en la defensa, Alvarez y Agüero, y allá en la zona creativa un diez como Ezequiel Coria, en la órbita de un crack fenomenal, Gastón Ferrari.
La fecha de Primera arrancó 15.15, horario de invierno. Aún no había telefonía celular desarrollada, aunque cada vez agarrábamos más el aparato para mandar mensajes de texto. Además, no había opción de sacar fotos y la función de filmar mucho menos. Aquel campeón de hace veinte años apela en sus recuerdos a eso que tenía en la cancha, todo el corazón. En los reencuentros casuales en la calle, en una comida o en la misma cancha de calle 58 y 131, donde este sábado serán recibidos desde el Club, y la Primera división lucirá una camiseta conmemorativa, réplica del 2005. La cita es a las 14 en la jornada con Everton.

De los jugadores, todos criados en el Centro Fomento a excepción del arquero y el líbero, y un par que estaban entre los relevos, se puede hablar de una generación histórica, por cómo se llevaron en todo momento (y hasta hoy). El arquero era Alejandro Andrada y tenía 34 años. Actual entrenador de arqueros de la primera del Lobo, evocó con VIVE LA PLATA “la contención que nos dio la Liga y los clubes de barrio. Me dejó amistades y un poco más que una amistad en algunos casos. A Fomento le llega el título con un plantel maduro y con muchos chicos que tuvieron un recorrido en el club principalmente. Lo principal fue el grupo”, señaló El Gato.
La campaña finalizó con 13 jugados, 9 ganados, 3 empates y un traspié. Pero lo que se recita de memoria y a puro honor son nombres que pesaron en lo humano, en la vida de relación. Las responsabilidades asumidas, con el presidente de la subcomisión de fútbol Mario Ferrari, que a su manera paternalista les decía con sus ganas, “vamos por acá”, resolviendo trámites de ligas, soñando mucho antes, como el viaje del CFLH a un Mundialito de Río Negro, el torneo de futuras estrellas que inspiró al cuerpo técnico de Selección juvenil de Pekerman. De hecho, José alguna vez convocó para una preselección a su hijo Gastón Ferrari, quien demostraba gol y calidad en las menores de Gimnasia y la vida lo puso en este equipo, jugando por la misma amistad y a puro gol.

En el rol de un cuerpo técnico, se repartieron los técnicos Jorge Ciochini—arquitecto— y Sergio León, los colaboradores Miguel Hernández, Jorge Maidana (fallecido, hoy su nombre lo lleva un vestuario de Alianza), Eduardo Domínguez, el médico Germán Bogani, el masajista “Tito” Aragón, y un preparador físico que fue vital, Fabio Martínez —hoy radicado en Tres Arroyos y entrenador del Club El Nacional donde desarrollan un proyecto parecido al que tuvo aquel CFLH—.
“Siete de ventaja con nueve por jugar”, escribieron en los diarios.
La previa se empezó a ver en un encuentro distendido entre José Alvarez, figura del once hornense, charlando con «Lucho» Rolla, de esa camada aliancista. Chanzas. Historias de pibes. Un juego. Que tuvo desarrollo en la cancha de 38 y 155, donde fueron del cable de TV, que en épocas sin desarrollo tecnológico tuvo la transmisión de la Liga por la productora de un ser espectacular, Mario Romero (periodista, fallecido) y en las cámaras a Eduardo Morales, el «Tucumano», actualmente empleado administrativo de la Liga.
No fue fácil. El puntero se enfrentó con uno de los tres escoltas, nada menos y revalidar la campaña en esa cancha chica con Alianza que fue subcampeón al fin de cuentas. Mientras tanto, cada seguidor de la Liga se preguntaba por otros dos candidatos: La Plata FC (recién formado por el gobierno del doctor Julio Alak, quien dio el manejo a sus empleados municipales) empató con Brandsen; y el Estrella de Barroso perderá su tren contra ADIP (el «Naranja» que se iba a llevar el Clausura 2005).

“El partido bisagra fue la goleada a Curuzú” pensaba hace veinte años un joven Cañas ante una pregunta de Martin Postiglione, periodista que conduce el exitoso ciclo «Jaque y Mate» por TV y tiene el placer de llevar a un hijo a Fomento y en el mismo club se fue involucrando en la pasión de la dirección técnica dentro del fútbol infantil.
La tarde de Alianza fue terrible. En los 30 minutos iniciales Andrada anduvo haciendo honor a su apodo felino, con reflejos varios, hasta que el “Toro” Masse los hirió de gol, y casi le mete otro cachetazo Palazzo (oportunista goleador de la época) que Leonardo Scelsio sacó en la línea.
En el entretiempo se decidió un cambio, la sangre de Adrián Alfano (entró por Hernán Cerimele) para empatar en la primera pelota y a los 22 minutos otra vez AA corrió con el alma una bola que la mandó con precisión Cañas. Fue el 2 a 1. Luego entró Picabea, quien era la primera vez que fue al banco en ese torneo glorioso. Y llegó el final anunciado por el árbitro Marcelo Gómez.
Los hornenses aguantaron y al igual que sus dignos rivales se retiraron con las camisetas, pantalones, medias y zapatos totalmente embarrados.
El equipo alistó. 1 Alejandro Andrada, 2 José Alvarez, 3 Claudio Campagnola, 4 Marcelo Campagnola, 5 Hernán Cerimele, 6 Adrián Agüero, 7 Gastón Ferrari, 8 Leonardo Scelcio, 9 Cristian Cañas, 10 Ezequiel Coria (capitán), 11 Juan Pablo Eleta. Suplentes: 12 Luciano Carnevalini, 13 Alejandro Boloqui, 14 Fabián Picabea, 15 Pablo Nardo, 16 Adrián Alfano.

Los muchachos trepados a un alambrado fue la postal más fervorosa, porque la gente no podía entrar y los de la banda querían estar con ellos, con la reserva, con la cuarta, con las familias, sus parejas. “Ese era un equipo ganador desde el vestuario. Ya en la entrada en calor estábamos tan metidos que los rivales nos miraban y coincidimos en los picos de rendimiento de todos, a un nivel increíble”, opinó Cristian Cañas, uno de esos diez que representan el estilo maradoniano, hoy papá de Mía a la que disfruta viéndola en cuarta del femenino.
Las curiosidades del primer Fomento campeón tuvieron los dos goles de alguien que no era titular, pero que entró de una en el segundo tiempo para dar vuelta. Y se los metió a Leandro Tarabini, quien hoy dirige la secretaría de deportes de la Municipalidad y es el vicepresidente en ejercicio de la Liga.

“Tenía 23 años y no pensaba que era la última vez, de hecho, luego fuimos doble subcampeones 2006-07”, recuerda Fabián Picabea en un audio que comenzó el día, esta mañana donde la efeméride le entibia cada poro de su piel. “Recuerdo de ese día alguien prendió un habano en el vestuario… (risas)… Nos fuimos en caravana hasta la casa de Coco Durso, que ya era una persona mayor y había sido el primer técnico de una categoría, la 54, nos agradeció emocionado, el hombre por temas de salud y el clima no había ido a la cancha. Seguimos hasta la 137, gente y más gente… y en mi casa paterna, a una cuadra de la cancha, donde hacíamos los post partidos, mi viejo sacó unos buenos champán… Y después a un restaurante, donde uno de los mayores pagó para todos… Terminamos la fiesta en el Estudio Bar”.
DESTELLOS DE LA VIDA
Juan Eleta empezó el año siendo papá. Ese año en que Everton inauguró su cancha por los 100 años y en un pedazo de Los Hornos se palpitó otro arranque, Comunidad Rural se afilió a la Liga.
Aquel año marcó el último completo de una leyenda del fútbol local, el recordado técnico Oscar Barroso, que con algún problema de salud le dijo adiós al fútbol en su primer amor, “La Cebra”.
En esos días el fútbol argentino se pintó del mismo color albiazul por Vélez (campeón con seis puntos más que Banfield y a ocho del Pincha de Mostaza Merlo). Mientras que en el amateurismo puro platense se retiraba un símbolo, Luis Martín, con 38 pirulos, en Everton. Hoy es amigo y leyenda viviente de la Selección, donde está a cargo de la preparación física.
El 2005 tuvo quema de muñecos y una noticia en la Liga, que aprobó un Campeonato sin divisionales, la Copa Ciudad de La Plata. Eran tiempos del doctor Costoya. La realidad de los pobres clubes pasaba por reglamentar el Derecho de Formación, que sucedió un par de años después. Para los memoriosos, no se tenía Senior que es el furor de hoy, pero se hablaba del Futsal como variedad para los que aman jugar y ya tenían una edad avanzada.

Todos eran criados en el Centro Fomento Los Hornos a excepción del arquero y el líbero y un par de jugadores de relevo. Lo que alguna vez fue imaginación se hacía realidad. Desde que una Comisión Directiva había observado criteriosamente que toda la obra de los pibes iba a tener continuidad en Primera división. “Entrar a la Liga Amateur iba a permitir que todos tuvieran la posibilidad de jugar”.
Se afiliaron en 1998. Hubo un tiempo en que un grupo tenía una fecha, el 30 de diciembre de 2000, fijada en la intimidad como la tarde calurosa en Berisso donde ganaron una final juvenil a Saladero… Ahí jugaron algunos de estos campeones luego en mayores… Ariel Durso, Germán Calabrese, Claudio Campagnola.
En el 2001 fue el ascenso a la Divisional A, y un año después la pérdida de la categoría en 2002. Ajustes. Esfuerzos. Amor propio. Se propuso volver en 2003 y lo hizo en una promoción ante Unidos de Olmos. Hasta que en 2005 le demostraron a todos cómo era posible jugar y estar juntos, en una pequeña gran familia.
Un club que iba a tener otras subidas y bajadas en la década pasada: descendió 2013, subió en 2016 como subcampeón, y volvió a bajar en 2017.

LA CAMPAÑA
1 Tricolores (0-1)
2 Estrella 3-0 (Alvarez, Boloqui, Cañas)
3ª Def. City Bell 5-1 (Cañas 3, Scelsio, Coria)
4ª Unión Vecinal 6-2 (Boloqui 2, Coria, Cañas, Picabea, Nardo)
5ª Brandsen 2-1 (Alvarez, Nardo)
6ª Las Lomas 1-0 (Alfano)
7ª Everton 0-0
8ª ADIP 2-1 (Eleta 2)
9ª For Ever 1-0 (Coria)
10ª Curuzú 3-0 (Cañas 2, Scelsio)
11ª Alianza 2-1 (Alfano 2).
12ª La Plata 2-2 (Picabea, Alfano)
13ª Deportes Sur (L) 0-0

LOS JUGADORES
Arqueros: Alejandro Andrada, Germán Calabrese, Luciano Carnevalini y Luciano Ferrari.
Defensores: Adrián Agüero, José Alvarez, Diego Beorlegui, Claudio Campagnola, Marcelo Campagnola.
Mediocampistas: Hernán Cerimele, Luciano Aceto, Alejandro Boloqui, Ezequiel Coria, Santiago Durso, Juan Pablo Eleta, Gastón Ferrari, Marcos Filiberto, Fabián Picabea, Leonardo Scelsio, Juan Pablo Guido, Facundo Acha.
Delanteros: Adrián Alfano, Pablo Bustamante, Cristian Cañas, Pablo Nardo y Matías Paternó.
A los sagrados deportistas amateurs, se agradece por tantos ejemplos que nacieron de una forma de ser, de trascender, en definitiva, una forma de existir y permanecer. ¡Amando! A veces solo falta descubrir un lindo color, un escudito, un grupo. Y como bien dicen los que entienden… intentar dar la vuelta, ¡que es difícil! Tan difícil que un club que nació grande, solo tiene esta única estrella.