Andrés Núñez nació el 6 de septiembre de 1958. Le decían “el Gallego” y en La Plata lo recordaban siempre con su bicicleta Olmo gris, inseparable compañera.
Era hincha y socio de Estudiantes, donde jugó en inferiores y disputó partidos en el Campo de Deportes detrás del Colegio Nacional. En los 80 también vistió la camiseta de Defensores de Cambaceres y en 1985 se sumó al club marplatense Al Ver Verás, filial del Pincha, donde jugaba como marcador de punta con la clásica camiseta a bastones rojos y blancos del Metro ’82.
El secuestro y la desaparición
La noche del 28 de septiembre de 1990, después de jugar un partido, volvió a su casa con ropa deportiva. Allí lo esperaba una patota de la Brigada de Investigaciones de la Bonaerense, que lo acusó de un robo menor, lo golpeó frente a su familia y se lo llevó. Fue la última vez que su compañera, Mirna, lo vio con vida.
Cinco años después, en agosto de 1995, sus restos fueron encontrados calcinados en un descampado de General Belgrano. Andrés Núñez se convirtió así en el primer deportista desaparecido en democracia.

Una causa que sigue abierta
El crimen de Núñez fue considerado un delito de lesa humanidad, por lo que es imprescriptible. Sin embargo, la causa estuvo marcada por encubrimientos, demoras y complicidades judiciales.
- Primer juicio (2010): los policías Víctor Dos Santos y Jorge Alfredo González fueron condenados a prisión perpetua por secuestro, torturas y asesinato.
- Condena a Ponce (2017): el subcomisario Luis Raúl Ponce recibió también prisión perpetua, señalado como uno de los principales responsables.
- El prófugo Gerez: el oficial Pablo Martín Gerez, que comandó el operativo, sigue prófugo desde hace más de 30 años. La familia aportó pistas sobre su paradero, pero nunca fue detenido.
- Nuevos imputados: se espera un tercer juicio en noviembre de 2026 contra otros exfuncionarios: Carlos Gustavo Veiga, Ernesto Zabala, Pedro Domingo Costilla y César Carrizo, por delitos de encubrimiento, falsificación de documentos y omisión de evitar tormentos.
- Obstáculos iniciales: el juez Amílcar Vara, que instruyó la causa en los 90, fue acusado de encubrimiento y de cerrar el expediente en 1993. Su rol fue clave en las demoras y en la adulteración de pruebas como el libro de guardia de la Brigada.
Uno de los hitos de la causa fue que la Justicia rechazó el pedido de prescripción presentado por la defensa de Gerez, confirmando que se trata de un delito de lesa humanidad.
La lucha de su familia y la memoria Pincha
Su hija Leyla Ayelén tenía apenas un año cuando lo secuestraron. Desde entonces, Mirna –su compañera– y toda la familia mantuvieron una lucha incansable por justicia.
La comunidad Pincha también lo recuerda en cada acto de memoria: un futbolista amateur, un hincha de Estudiantes y un vecino de Villa Elvira, víctima de la violencia policial que aún espera justicia.
Un legado en la ciudad y en el fútbol
La historia de Núñez trasciende el deporte. Es también la muestra de cómo, aún en democracia, las fuerzas policiales replicaron prácticas represivas y mafiosas.

En Villa Elvira, su recuerdo sigue presente entre amigos y vecinos. En el Bosque, donde jugaba picados eternos, todavía se lo nombra como un hincha fiel del Pincha que dejó todo por el fútbol.