La Plata puso en marcha la inscripción oficial para participar de la tradicional quema de muñecos, una de las celebraciones más representativas de la ciudad y un ritual que cada diciembre moviliza a miles de vecinos.
Desde esta semana, los grupos interesados pueden presentar su propuesta y solicitar la autorización municipal para construir y encender su momo en la noche del 31, en un evento que cada año combina creatividad barrial, humor y una fuerte identidad comunitaria.
La convocatoria incluye la carga de datos del responsable, un boceto del muñeco, el nombre elegido y la ubicación prevista para su armado. A partir de esa presentación, el municipio inicia un proceso de verificación que determina si el proyecto cumple las condiciones necesarias para garantizar la seguridad tanto de los participantes como del público.
Con el correr de los días, los barrios comienzan a darle forma a sus estructuras y a recuperar ese espíritu colectivo que caracteriza a la fiesta platense de fin de año.
La nueva edición llega en un contexto donde muchas familias buscan alternativas accesibles para celebrar, y la quema se presenta, una vez más, como una propuesta que combina tradición, expresión popular y un fuerte sentido de pertenencia.
El proceso de habilitación incluye un control sobre las dimensiones de cada obra y la distancia de seguridad respecto de cables, árboles o construcciones, lo que determina si el momo puede ser levantado y encendido sin riesgos. Una vez superada esa instancia, el proyecto queda autorizado y se suma al recorrido que cada 31 reúne a miles de personas en distintos rincones del Partido.
El desafío de sostener una tradición platense
La quema de muñecos se convirtió con los años en un sello cultural que diferencia a La Plata y que creció tanto en convocatoria como en producción artística. Cada edición exhibe trabajos que combinan sátira política, personajes del año, figuras de la cultura pop y propuestas más artesanales surgidas del esfuerzo de los barrios.
Esa construcción colectiva genera un clima de expectativa que suele extenderse durante todo diciembre, con visitas al armado, fotos, votaciones y recorridos espontáneos que preparan la noche final.
Autorización, seguridad y el espíritu de los barrios
El proceso de inscripción no solo ordena la participación sino que también garantiza que cada quema pueda realizarse bajo condiciones adecuadas. Las inspecciones previas determinan si el espacio elegido cuenta con el perímetro necesario para evitar incidentes y si el diseño del muñeco puede mantenerse estable hasta la noche del encendido.
Con el correr de las semanas, las listas de habilitados se transforman en un mapa que anticipa los puntos de mayor concentración y que permite a los vecinos organizar sus recorridos para despedir el año.
La ciudad vuelve así a activar uno de sus rituales más esperados, donde la creatividad y el trabajo comunitario se encuentran en una misma noche. Con la inscripción ya abierta, los barrios comienzan una cuenta regresiva que cada año renueva una de las tradiciones más potentes de la identidad platense.



