El pulso de la máquina al hacer esta nota evocativa a la Liga Amateur Platense genera un cosquilleo que recorre mis venas. Por aquel Villa Montoro campeón de 1975, un 27 de diciembre como hoy, la fecha redonda que lleva a contar las bodas de oro.
Con el placer de una generación de amigos, que llevan ese honor de ser los primeros de la historia en una institución con arraigo en la zona sur, del barrio del Paseo de Compras, de la camiseta gaucha de San Lorenzo, donde cada vez más pibes muestran condiciones (de aquí salió Juancito Saborido, que en 2025 salió campeón con Platense de la Liga Profesional) y con un caudal talentoso de jugadoras del Fútbol Femenino.
Parado aquí y ahora, a medio siglo exactos de un triunfo que celebraron en la calle 96 y 118, cuando había un tranvía para cambiarse (el vestuario improvisado). Historia antigüa, pero al igual que los buenos vinos, cuánto más viejo más rico… Una goleada sobre Julián Aguirre 3 a 0 de visitante que aún se celebra en la intimidad de los que fueron parte. Para que la suerte no sea Villera tenía que perder ante ese otro equipo clubes de la zona sur, y que Estrella le gane a Los Tolosanos. Aquella última fecha del Cuadrangular llevó a los aspirante a campeón hasta una cancha donde hoy tiene su predio Los Tilos, en Ringuelet. Julián Aguirre tuvo el préstamo de El Cruce. Y ahí metieron pata los “indios” de Villa Montoro, le decían algunos. Tal vez por la cantidad de caballos que había en la zona.

Voy a la formación, al arco Néstor Canizzo; los cuatro del fondo Raúl «Beto» Sandoval, Carlos «El Negro» Benítez, «El Halacrán» Torres y Pedro «Carretilla» Sánchez; el trío del mediocampo Dardo Villegas, Oscar Alvarez, Guillermo Alvarez (hermanos); la delantera con “Palito” Zárate, Norberto Rey, Jorge Helguera. Los dirigía Alfio Loza, el “Bocha”, que no metió cambios esa tarde en que la tricota se gritó cada quince minutos: 30 del primer tiempo Zárate, inicio del segundo acto Villegas, de penal, y 17 minutos el “Gato” Rey. El árbitro Angel Picolillo anunció el final y dieron la vuelta olímpica, “el primer título que logra Villa Montoro desde su incorporación a la Liga”, describió el único diario local.
Toda una revelación en el Torneo de Primera División 1975. En la temporada sumaron 26 puntos a lo largo de 20 presentaciones. En la primera Etapa, 18 puntos en 14 juegos, producto de 6 triunfos, 6 empates y 2 derrotas, con 28 tantos a favor y 20 en contra. Y después sacó la diferencia en el sprint final dentro del petit torneo de 6 fechas, con 4 victorias y 2 empates; 12 goles a favor y 4 en contra. (L) Estrella 1-1; (V) Los Tolosanos 2-1; (L) Julián Aguirre 2-0; (V) Estrella 1-1; (L) Los Tolosanos 3-1; (V) Julián Aguirre 3-0. Su último rival se presentó con este once Luise; Aguilera, García, Ferreyra y Araujo; Casale, Velazco, Estañol; Toledo, Gorritti y Raúl Urquiza, orientados por Juan Carlos Urquiza. Ingresaron Antonucci y Sosa.

Ese misma jornada —post Navidad—, de la que hoy transcurrieron 50 carnavales, empezó con la definición de la Reserva, y otra camada de jugadores de Montoro que buscaron los festejos desde temprano se toparon con un rival como los “Canarios” de El Cruce, que lograron el título, con comodidad, 4 a 0.
Pero el tema eran los Villeros de Montoro, que luego engarzaron dos coronas más y fueron el “Tri” (’75, ’76, ’77). Las razones de ese gran conjunto fueron el amor propio, la técnica pulida en varios de sus hombres, como un par que venía de quedar sin chance de contrato en Gimnasia y Estudiantes, Oscar Alvarez y Dardo Villegas, respectivamente, clase ’51, que llegaron a animar partidos preliminares de AFA en Tercera división.

El “Chueco” Oscar Alvarez, que tiene 74, hombre querido y legendario del fútbol del bario, llegó a ganar cinco estrellas (75, 76, 77, 86 y el ascenso del 84), jugar un Regional, y además de conducir al club como DT y presidente, con la condición hermosa de sentirse vecino y con pertenencia. Cuando uno lo escucha literalmente enmudece. “Pasé 40 años, doce como DT perdiendo cuatro ascensos pero era cabeza dura y se dio en la quinta chance. Uno está lúcido pero se te cruzan las fechas (sonríe). Además, fueron cinco años de Presidente cuando trajimos aParrado de técnico y casi ascendemos al Federal B”.
¡Cómo explicar lo que siento! Por un lado, no los vi, porque yo nacía cuando andaban en la plenitud de los veintipico. La vida, el oficio de periodista me llevó a buscarlos, y a brindarles un homenaje con las autoridades del fútbol amateur, cuyo Comité de clubes afiliados aprobaron una linda iniciativa en 2023 llamada “Los grandes campeones de la historia”.

«Había muy buenos, me gustaban el Gato Rey y Liporace, como Benitez, el Negrito Villegas, tengo la imagen de sus caras», me expresó Zoilo Marcelo Villavicencio, que este año llegó a las siete décadas y mantiene el humor sano… «Me ponían Zoilo a veces en el diario, pero era mi nombre… Mi viejo me mató con el nombre, jajaja».
Otros integrantes de la generación de cracks son: Ruben Loredo, Luis Amaya, Ruben Plaquin, «El Lobo» Marozzi, Mario Liporace, Juan Carlos Videla, Oscar Luceo, “Monito” Bizzozero, Meregildo Martinez, y los que ayudaban afuera del campo Armando Loza (presidente),“Palito” Loyola, José «Negro» Dos Santos, Sayavedra, De Angelis, Félix Avalos y el masajista Luis Romano.
Conocí a la mayoría, una muchachada macanuda y uno se queda corto. Algunos se fueron temprano del teatro de la vida. Y como la vida es un sueño, por ahí se armó un pasillo espontáneo de los que hoy son de la primera, del club que preside Carlos Trinidad y su compañera Cecilia Romano, para que en suspiro toda la historia parecía asomar por el campo de juego. Ahí mismo en la tierra donde cincuenta años atrás y con la ñata contra el alambrado bajo se gritó el dale campeón. El primer cantito de todos los que iban a venir después para la Villa de la 96.






