El tradicional bar Wilkenny, ubicado en la emblemática esquina de 11 y 50, cerró definitivamente sus puertas y su edificio será demolido. Durante años, el pub fue un punto de encuentro clave en la noche platense, hasta que en 2023 dejó de funcionar bajo su nombre original, marcando el inicio de su declive.
Tras su cierre, el local reabrió como Match, con una propuesta orientada a un público más joven. Sin embargo, nunca logró alcanzar la convocatoria y el éxito de su antecesor. La despedida final llegó este último sábado, con una multitudinaria fiesta de San Patricio, bajo el ciclo Más Bien. Entre los presentes, se encontraban históricos relaciones públicas del bar y el DJ Diego Vargas, quien musicalizó la velada en la que prometió ser su última noche en una de las esquinas más icónicas de la ciudad.
Wilkenny no solo marcó una época los sábados, sino que también se convirtió en un clásico de los jueves y viernes, con largas filas en la puerta. Su nombre se inspiró en el pub porteño Kilkenny, ubicado en Retiro, pero debido a problemas con la franquicia, los dueños decidieron modificar la «K» por una «W», dando origen a la marca que se instaló en La Plata.
Antes de la pandemia, el bar había dejado de operar como restaurante y solo abría los fines de semana. Con el paso del tiempo, la afluencia de público disminuyó hasta el cierre definitivo. Ahora, con su demolición confirmada, La Plata despide a uno de sus bares más emblemáticos, que deja un vacío en la historia de la noche platense.