La Facultad de Ciencias Médicas atraviesa horas tensas después de que la mayoría de los alumnos que rindieron el final de Salud Pública resultara desaprobada. En algunas comisiones, el bochazo alcanzó el 82%, un número inusual incluso para una materia exigente dentro de la UNLP.
Los reclamos surgieron inmediatamente. Los estudiantes denunciaron que el examen habría sido arbitrario, con criterios difusos y preguntas que no coincidían con los contenidos trabajados durante la cursada. También remarcaron que varias consignas habrían tenido una redacción confusa, lo que dificultó aún más la resolución.
“Esto no refleja nuestro estudio, es un filtro académico injusto”, expresaron en una carta pública que comenzó a circular entre ingresantes y cursantes avanzados.
Un examen cuestionado desde la cátedra
Los estudiantes señalaron que el material evaluado no guardaba relación directa con las guías oficiales ni con lo explicado en las clases. Aseguran que el formato “sorpresivo” del examen contradice acuerdos previos de la cursada y vulnera la previsibilidad que deberían tener las evaluaciones finales.
Además, apuntaron contra la falta de criterios claros de corrección, lo que abrió la puerta a sospechas de un filtro académico que no corresponde a una materia introductoria del ciclo profesional.
La eliminación del recuperatorio agrava la situación
Como si el bochazo masivo no fuera suficiente, cientos de alumnos se encontraron con otra sorpresa: la cátedra eliminó una fecha de recuperatorio, dejando sin posibilidad de rendir nuevamente en el corto plazo.
La decisión generó un fuerte rechazo porque posterga la continuidad académica de quienes necesitan aprobar la materia para avanzar en el plan de estudios.
Mientras crece la presión estudiantil, aún no hubo un posicionamiento oficial de la facultad sobre lo ocurrido. Los reclamos se multiplican y muchos exigen que se revise la evaluación, se publiquen criterios transparentes y se restituya la fecha de recuperatorio eliminada.


