La comunidad mapuche-tehuelche Castillo Quilaqueo viene denunciando un nuevo intento de robarles parte de las tierras que habitan desde finales del siglo XIX. Desde el día 13 de noviembre “supuestos propietarios” le cerraron con candados y zanjas el acceso a su territorio. Hablamos con Miriam Castillo integrante de la comunidad quien nos relata este nuevo intento de despojo que están resistiendo.
La semana pasada, la comunidad Castillo Quilaqueo denunció que sus tierras ancestrales fueron transferidas a un norteamericano, quien sería pareja de Zárate, quien alegando ser la nueva dueña de parte de las tierras que la comunidad mapuche tehuelche habita desde finales del siglo XIX, intenta despojarlos de sus tierras ancestrales.
Recordemos que los pueblos mapuche-tehuelche existentes en Chubut y los preexistentes en Argentina, habitan este territorio desde hace más de varias centurias.
Los pobladores señalan la connivencia del Instituto Autárquico de Colonización y Fomento Rural (IAC), la Dirección de Pueblos Originarios y la policía provincialen este nuevo intento de despojo territorial en Chubut.
Esta situación se da en el marco de que la legislatura de la provincia del Chubut aprobó en la sesión del 5 de diciembre dos proyectos de ley, el 244/24 y el 254/24, enviadas por el gobernador Torres, que atacan los derechos de los pueblos indígenas, y que desconocen garantías fundamentales que los protegen. Las leyes permiten los desalojos sin sentencia perpetuando así el despojo histórico de los pueblos originarios.
Fotos que muestran el avasallamiento contra la comunidad Castillo Quilaqueo
Miriam Castillo relata que “este conflicto por las tierras que se está viviendo en el paraje Arroyo La Cancha, territorios donde habita mi familia, está camino a Gualjaina por la ruta 12, donde termina el asfalto y empieza el ripio, empieza por que ese campo lindero fue vendido, se vendió a un estadounidense, la señora es de apellido Zarate, que es de Buenos Aires. Ella llegó y empezó con su hostigamiento, con sus amenazas. Donde mi papá no quería que se levante ese alambre porque los papeles no están claros y ella no respetó eso y empezó a ponerle perimetrales, empezó a hacerle denuncias, y con eso ella pudo avanzar. Nosotros nunca tuvimos respuesta de las autoridades nunca. Esta señora llegó y no quiere que haya animales en su campo, en su propiedad. Nos ha baleado las chivas, nos ha baleado los perros, nos ha encerrado los caballos. Es una señora que no quiere que ni siquiera estén los animales salvajes como son los guanacos también los ha corrido”.
“¿Cómo podés hacerle entender? que son reservas naturales donde andan piches donde andan liebres donde andan tantos animales, y hoy, ella viene a terminar con todo eso. Y no solo terminar con eso, sino que también terminar con los habitantes del lugar, porque se quieren quedar con todo al punto de llegar y cerrarle la única pasada que mi familia tiene para acceder a sus tierras. Así desde el día 13 de noviembre, le cerró la pasada, donde después hizo zanjas para directamente encerrarlo en su propio hogar”, agrega.
Miriam denuncia que “no tenemos respuestas, estamos totalmente desamparados de todas las autoridades que nos representan. Es muy triste, ya a tres semanas de lo sucedido y que no nos resuelvan nada las autoridades, la justicia, nadie. Porque aquí se están violando muchos derechos, por el solo hecho de ser seres humanos. Mis padres no pueden salir de su casa, no pueden salir a hacer las compras. Nosotros tenemos que entrar caminando con mochilas cargadas, con garrafas, con nafta. Tenemos que llegar hasta el lugar donde no solo se están violando sus derechos sino también de toda la familia porque en la familia hay niños que están viviendo todo esto también. Yo tengo una nena de 7 años que está viviendo todo esto conmigo y se están violando muchos derechos. Sus abuelos están encerrados, y no sabes qué te va a pasar si vos le pisas su propiedad. Entonces uno anda con ese miedo, con ese miedo constante”.
Miriam continúa su relato y nos dice que “Igual ha quedado muy claro el tema de cerrar y prohibirnos a todos el acceso porque en la ruta alambró y puso candado, donde no solo nosotros sino hay muchos testigos que iban a pasar el rato, que iban al río, donde iban a pescar, que hoy todo eso está dentro de una propiedad y ya no se va a poder disfrutar de lo que nosotros teníamos. Es más fácil gestionar un allanamiento contra nosotros, como lo fue el día martes 26 de noviembre, porque la señora Zarate hizo una denuncia, por ese motivo llegó un allanamiento a mi papá. Los policía, sí pudieron entrar, tirar el alambre y llegar hasta el domicilio de mi papá, donde mi mamá estuvo a punto de sufrir un paro cardíaco por los nervios que tenía y que para que llegue la ambulancia fue todo una película de terror lo que tuvimos que pasar. Pero ella fue asistida y tenemos testigos de eso, que son los mismos trabajadores de la salud que están también teniendo que vivir todo esto con nosotros”.
Finalmente, Miriam señala que “La verdad que es algo que no logramos entender. Donde yo principalmente muchas veces tuve el honor de portar la bandera argentina, donde la porté con orgullo, pero hoy mi país nos está dejando, soltando la mano. Entonces ahí es donde voy a decir pucha, yo que tanto te defendí, que tanto porté con orgullo tus colores hoy quiero que nos defiendan, queremos eso, pero lamentablemente estamos muy abandonados”.
Y agrega “la historia de los despojos nunca terminó, no queremos ser el siguiente. En Paraje Arroyo la Cancha, somos la 7° generación de la comunidad Castillo Quilaqueo, necesitamos reconocimiento por parte del Estado. Somos personas de bien, de buen corazón. Siempre luchando, viviendo el día a día de nuestra producción. Queremos esa paz de siempre, donde podíamos salir libremente andar libremente”.
