El caso de Federico Díaz Cano, el hincha de Gimnasia que se precipitó desde la Tribuna Centenario en la previa del clásico platense, mantiene en vilo a todo el pueblo tripero. A dos días del accidente, su cuadro muestra signos de mejoría y su entorno sostiene la expectativa en una evolución que sigue siendo delicada.
El joven fue atendido de urgencia en el Hospital San Martín, adonde llegó consciente pero con múltiples lesiones graves. Presentó fracturas expuestas en miembros superiores y un traumatismo encéfalo craneano severo, además de lesiones internas por la caída desde más de quince metros. Fue intervenido quirúrgicamente, recibió transfusiones y debió ser asistido con respiración mecánica. Con el correr de las horas, su estado logró estabilizarse, permitiendo el traslado al Instituto del Diagnóstico, donde permanece sedado y bajo observación permanente.
Signos alentadores en medio de un cuadro complejo
Fuentes médicas señalaron que las últimas horas fueron “buenas”, especialmente por la ausencia de nuevas pérdidas de sangre tras las transfusiones iniciales. Las fracturas ya fueron operadas y los estudios descartaron complicaciones en órganos vitales como pulmones y riñones, un dato que generó alivio entre sus allegados.
En ese contexto, una reacción espontánea encendió una dosis de optimismo: al ser informado del resultado del clásico, Federico se mostró lúcido y hasta expresó enojo por la derrota albiazul. Para su círculo cercano, ese gesto fue una señal de fortaleza en medio de la gravedad del cuadro.
La cadena de apoyo tripero y los pedidos por mayor seguridad
El accidente generó un fuerte impacto emocional en la comunidad mens sana. Hinchas, vecinos y allegados iniciaron una cadena de oración para acompañar a Federico, un pedido que se viralizó rápidamente en redes sociales y que apeló a la contención colectiva “sin distinción de creencias”. El mensaje destacó que se trata de un “buen pibe, buen padre y buen hijo”, lo que reforzó aún más la empatía y el apoyo de miles de triperos.
El episodio reavivó, además, reclamos vinculados a la seguridad en los estadios y a la necesidad de revisar protocolos para evitar hechos similares durante eventos de alta convocatoria. Mientras tanto, la evolución de Federico en los próximos días será determinante para evaluar secuelas, estabilidad neurológica y el inicio de una futura rehabilitación.
La familia y la comunidad albiazul siguen pendientes de cada parte médico, aferrados a la esperanza de una recuperación que, aunque lenta, comenzó a mostrar señales de avance.
