“Lo mejor que tiene Gimnasia hasta aquí es que la diferencia es mínima” sentenció sin miramientos el comentarista de la TV cuando regresaban los equipos para el segundo tiempo, con leve garúa en el Bosque, 0-1, y la cancha llena después de la semana pálida por el agua, por el dólar, y hasta por la incertidumbre por las PASO. Pero juega el Lobo y nadie pasa por algo esto, su amor popular es uno de esos cuentito que nos cuentan en las infancias.
Talleres y su gran carácter, además de buen pie, seguirá siendo más en el segundo tiempo y se llevará los tres puntos por un 3-0 que denota por qué está segundo de la tabla anual (pensando en Libertadores). Literalmente lo anuló a Gimnasia, que sintió los dos goles postreros del paraguayo Ramón Sosa Acosta, para una goleada.
“No anoté nada”, decía en 17 minutos “Tito de América” por el handie de Nuevos Aires FM, y no terminaba la oración que llega la jugada del primer ataque a fondo, al empezar la acción del guaraní por la banda izquierda, escapando ágil y veloz de Bautista Barros Schelotto (pensar que sus tíos tienen en el radar al delantero de la «T» para la selección mayor del Paraguay).
“¿Qué dijimos de que Talleres tiene aceitado el contraataque?”, levantó la voz Andrés Illias en la cabina. Ex DT del Deportivo La Plata en los años ochenta, el colega platense que nunca disimuló su cariño a la camiseta albiazul, no dejó de reclamar a los jugadores: “¡Hay que jugar a la pelota!”. Seguía el primer tiempo y, a su lado, el relator Claudio Fortunato, que más sutil lanzó al aire la pregunta: “¿Les dije que Gimnasia ataca para el lado del zoológico…?, diciendo a los oyentes que El Lobo ni pateó a ese arco. «¡Bah, quise decir para el arco que da hacia las grutas, porque del zoológico no queda nada”, le mete un poco de humor el veterano que este año cumplió 40 como periodista, desde su inicio en diario Popular en 1983, y la primer “salida al aire” en Radio Colonia. “Gimnasia va con fuerza, corazón y nada más”, coinciden los colegas de la radio ubicada en el barrio El Mondongo.
Este 19 de agosto coincidió con el aniversario 62 años de la fundación del Club Alumni de Los Hornos, donde empezó a pegarle lindo Lucas Castro, un ídolo que reapareció esta noche con su amada azul y blanca luego de una docena de años. Un detalle que demuestra que el fútbol tiene sentimientos y el futbolista es un ser humano parecido al hombre común de la tribuna: Lucas pidió la número “89”, por el año en que nació, y porque en la jerga amateur así bautizan a los equipos, identificados por la categoría y en la 89 de juveniles arrancó «El Pata». Además, ya era un distinto en Alumni con una 89 en la que conoció al primer fanático del Lobo, Marcelo Ramos, su primer DT.
Paciencia, que el que es bueno, aunque la toque poco, te puede resolver lo más difícil, que es arrancar el grito de gol. A los 8 minutos ST «El Pata» Castro (apodo que rinde honor a sus pies largos, hoy calza 45) habilitó a Benjamin Domínguez que pateó sin marca encima y se lamentó que el arquero tapara ese tiro a quemarropa, con las piernas. Fue la única llegada de Gimnasia en 100 minutos, una combinación entre dos con «cuna» en Los Hornos, Castro (de Alumni) y Domínguez (de Comunidad Rural).
Faltando veinte, lloviendo ahora intensamente, entró Pablo De Blasis; de regreso, con el alma tripera, mirando el cielo, como si buscara a alguien por el que es hincha.
Costó jugar y fue un equipo demasiado largo, sin Miramon, sin Lescano, que se fueron por temas monetarios.
Nostalgias. No estamos en los años prósperos, donde comprar jugadores y caros era algo que caracterizaba a Gimnasia en tiempos de Venturino. Pero el dinero no siempre garantiza el éxito. En 1970 tenía al Loco Gatti, a Masnik, al «Ruso» Zywica, a Delio Onnis. Cuando camino al primer puesto recibió a los «tallarines» de Córdoba (por primera vez jugaban en el Bosque) se fueron con 0-5 en la canasta. A Gimnasia lo apodaban por entonces “La Barredora” de don José Varacka y mire qué once: Gatti, Rezza, Leonardi, Gonzalo, Zywica, Masnik, Pignani, Pedraza, Onnis, Santiago, Castiglia. De galera y bastón. Como los equipos del interior no presentaban Tercera, en el preliminar enfrentó a la primera de Villa Albino y golearon 6-1. En diciembre clasificaron para la semifinal, pero aquí la plata se volvió contra (por otro tema, de «calenturas humanas» que llevó a que jugaran los pibes de Tercera, porque los profesionales entraron en cortocircuito con la dirigencia). Va la página del diario El Día que encontré entre mil papeles esta semana.
Apuro, necesidad, impotencia. Sinónimos de los últimos diez minutos en el viejo «Juan Carmelo Zerillo». Gimnasia con una mínima esperanza, la de estar apenas por un gol abajo, pero Talleres rodea la manzana y quiere liquidar. Lo hará gracias a una decisión del árbitro Zunino, que en primer instancia dejó seguir (vio claramente) que una mano del “Yacaré” Morales era producto de la barrida corporal y le queda el brazo en alto. Al rato de seguir la acción, el VAR lo llamó a Zunino para ofrecerle «ver la jugada», y éste, con tantas repeticiones, se confunde al decidir que sea penal. Agarró la pelota Sosa. El guaraní ex Gimnasia que se compró en la era Gorosito DT, definió cruzado: 2-0. No lo gritó, pero cómo sonreía el «24» que cumplirá 24 años el próximo 31 de este mes. A todo esto, se irán expulsados Morales (por la mano del penal; doble amarilla) y Bruno Palazzo (estaba en el banco; por alguna actitud indebida que informó el asistente).
Otra vez Ramón Sosa será verdugo, esta vez, dando cátedra en una acción que le sienta bien; recibe la bola sobre el vértice izquierdo del área grande, hamaca su cadera y dispara violento, obsesionado por el gol y ganarse «la platita», este hijo de agricultores que trabajan en el Paraguay una chacra, cultivando maíz y mandioca, en el pueblo rural de Maracaná, en el departamento de Canindeyú, a 260 kilómetros de Asunción. De allí salió la genética de goleador, de un pibe con habilidad de diablo para escapar de marcas, y que afuera de la cancha prefiere el guaraní para expresarse, aunque el español lo domina bien: “Me dijeron que se los grité, pero no fue así. Igual no pasó nada”, aclaró.
Arrancó la Copa de la Liga, y el promedio del descenso será un tema de varios luchadores en el ring de la permanencia. Los próximos dos rivales de Gimnasia son “directos”, Colón (Visitante) e Independiente (Local). ¿Matemáticas? El fútbol se juega con los pies y empieza en el corazón, por eso aquí vamos a hablar de otras matemáticas. Aprovechando el día para las infancias, hay un niño de 6to grado de la Escuela Primaria Dr. René G. Favaloro se consagró campeón del Certamen Provincial de la 32° Olimpíada Matemática Ñandú, que se desarrolló en el Polideportivo Municipal de Necochea y en el que participaron más de 300 alumnos bonaerenses. ¡Felicitaciones a Gonzalo Cachorro Díaz! Vale aprender de los ejemplos que arrancan en casa, cuando al niño que asiste a la Escuela Primaria de Gimnasia y Esgrima La Plata lo saben acompañar, en “un clima de confianza que le resta presión, más allá de que sean inevitables los nervios a la hora del examen. En esta última vez pudimos estar presentes con la mamá y fue un disfrute de principio hasta el final, independientemente del resultado”, dijo el orgulloso papá.
Sin presión, acompañando, como los padres con sus hijos, así debe continuar esta historia de los pibes de Gimnasia. Así van a saber encontrar el mejor camino en el campo de juego. Los pibes nuevos y los pibes viejos.
Cuando se está en una etapa de recambio, no se puede pedir tanto. Y mucho menos con un Talleres afilado, que quiere seguir haciendo historia después de darle el primer subcampeonato a la provincia en la última Liga.
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