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Docentes de La Plata y la región se movilizaron este jueves hacia Plaza Moreno bajo una consigna clara: «La violencia no entra a la escuela». La jornada incluyó un paro docente convocado por SUTEBA, FEB, UDOCBA, AMET y UDEB, en respuesta a una preocupante escalada de hechos violentos dentro y fuera de los establecimientos educativos.
La movilización fue una expresión del hartazgo del sector docente, que viene alertando desde hace tiempo sobre situaciones de agresión que afectan a trabajadores de la educación. Sin embargo, los gremios coincidieron en que los episodios se intensificaron en las últimas semanas, con un grado de violencia cada vez más preocupante.
El caso del Normal 2, el detonante
El hecho que encendió la alarma ocurrió en la Escuela Normal N°2, ubicada en diagonal 78 entre 57 y 5, donde una madre agredió físicamente a una preceptora y a la vicedirectora, y amenazó al secretario del colegio. La denuncia fue radicada ante las autoridades, pero el episodio generó una fuerte reacción en toda la comunidad educativa, que salió a la calle a exigir respuestas urgentes del Estado.
«Ratificamos nuestro compromiso con la escuela pública como territorio de paz y de aprendizaje«, expresaron desde SUTEBA, al remarcar que la violencia no puede seguir naturalizándose ni tratarse como hechos aislados.
Una secuencia alarmante de agresiones
El ataque en el Normal 2 se suma a otros episodios ocurridos en mayo. En la Escuela Secundaria N°1, en 9 y 38, padres irrumpieron violentamente en la institución y golpearon al personal docente.
Días después, una docente de la Secundaria N°8 atacó al director del establecimiento en plena calle, con ayuda de un hombre que portaba un trabavolante como arma. Otro hecho de extrema gravedad se vivió en la Secundaria N°46, donde el director fue golpeado por el padre de una alumna tras una pelea entre estudiantes.

Los gremios docentes remarcaron que la situación es crítica y reclamaron la creación de dispositivos eficaces que garanticen condiciones seguras de trabajo y aprendizaje. El mensaje fue contundente: “No queremos más violencia en las escuelas”, y exigieron al Estado bonaerense acciones concretas para proteger a quienes sostienen el sistema educativo día a día.