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domingo, julio 7, 2024

El barrio de Plaza Brandsen siente nostalgia y orgullo por su Club que cumple 82 años de servicio a la comunidad

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Vecino, vecina, si es de La Plata y vive hacia el sudeste del casco urbano, por Plaza Brandsen, este 2 de marzo propone una efeméride de un club que resiste a la crisis y, al revés de contraerse, se expande. Asociación Coronel Brandsen se fundó un día como hoy de 1942.
Década del cuarenta, de guerra mundial en numerosos países europeos, y una inmigración que da paso a la llegada de nuevos ciudadanos con características físicas novedosas. Todavía la ciudad era un desierto para llenar. Muchos italianos y españoles con sus casas con gallineros y huertas. Y en la Plaza Coronel Brandsen, de 25 y 60, toda la vida social, arboleda, naipes, bancos y fuente de agua en el centro.  La memoria de los libros de actas confirman la presunción lógica: esas familias del barrio deseaban beneficios y se proponen juntarse en una institución, desde la cual solicitarían a los poderes públicos el arreglo de las calles, la construcción de veredas y la plantación de árboles. Todo por hacer, con una ancha Avenida 25, de tierra, mientras por la 60 pasaba el Tranvía 5. Un año antes que Brandsen nació el Club Universal.

Brandsen nació en marzo del ’42 y para la Navidad de ese año ya tenía Personería Jurídica por decreto del Poder Ejecutivo número 21.382. El 5 de julio de 1945 se colocó el primer ladrillo de la actual Sede, ubicada en 60 entre 23 y 24. El envión social, deportivo y cultural siguió: en diciembre de 1947 alcanzó los 1.000 socios.
En ese momento, desde La Boca volvía a vivir en La Plata y en los alrededores de la plaza Brandsen, un ídolo popular del fútbol argentino, Francisco “Pancho” Varallo, que con el dinero de su carrera pudo comprarle otras propiedades a sus familiares. Todos cercanos a la plaza.
Varallo parecía eterno, hasta 2010 cuando falleció a la edad de cien. “Mi viejo lo traía al club a Pancho», dice Germán Sánchez, vice institucional. «Disfrutábamos de alguna fiesta o comida. Lo veía en el barrio, en la agencia de lotería. Era una muy buena persona, un fenómeno, le hicimos una Peña con su nombre”.
A los 95 años, el recordadísimo idolo concurrió a la cancha de Brandsen para ser bautizada con su nombre.

“Me muero por Brandsen, es un hijo, es más que un hijo”, sigue Germán, nacido en 1970, uno de los cinco hijos varones del reconocido empresario de la construcción y ex presidente de Gimnasia, Norberto Osvaldo Sánchez, que continúa en estos trotes del servicio social y a disposición del «Coronel».
Germán salió emprendedor como el veterano “Coco” y guarda en su memoria íntimas las imágenes de su niñez: “Me acuerdo del jardín que funcionaba dentro del Club, yo fui ahí. Y de la pileta, cuando empezamos a ir solos con mis hermanos. Después volví al club a los 25 cuando me llamó Raúl Di Cola, en 1998, y me quedé como dirigente hasta hoy”.

El fútbol es la pasión de los argentinos y Brandsen, que ascendió en 1985, logrará en 2007 y 2008 sus primeros galardones en la A. Y por esos destinos de la vida, si Varallo es un símbolo gimnasista, un día confirmó Sebastián Verón, símbolo Pincharrata, su presencia en Brandsen. Y ganaron el tercer título en la dura divisional de la Liga Amateur.
Desde aquel 2012 la cancha donde jugó Verón y que lleva el nombre de Varallo tiene tribunas y palco, pero no es un club de fútbol, sino con fútbol. En 2023 debutó el hockey femenino en su cancha de césped sintético.

Pero siguen las buenas: un playón deportivo, con canchas de handball y básquet. Además, dos canchas auxiliares, iluminadas. Se revistieron los baños y se pintó todo. Recientemente, los vestuarios de fútbol infantil fueron remodelados, agrandándose. Y se estrenan las duchas para el hockey. “Considero que en la época en que estamos, ver el avance del predio el año pasado en cuanto a obras, fue terrible”, opina Germán Sánchez, padre de una niña que nació también el 2 de marzo.
En la sede, el gimnasio de artística es otro testimonio del progreso, no solo por la cantidad y calidad de atletas, sino por otra obra: nueva fosa con camas elásticas.

La Argentina y sus entidades de bien público, que hoy reclaman de gente capacitada, entregada a las metas para no quedarse en la subsistencia. Esos clubes, motores sociales, que los hay en todo el país. Demos una vuelta para averiguar qué otros nacieron nacieron el mismo día. En 1904, Club Atlético Paraná, de Zárate, Buenos Aires (Liga Zarateña de Fútbol). En 1949, Club Atlético General Belgrano, de Coronda, Santa Fe (Liga Santafesina de Fútbol). En 1962, Charrense Fútbol Club, de Charras, Córdoba (Liga Regional De Fútbol Río Cuarto). En 1970, Club Social y Deportivo Mojarrar Norte, de Las Mojarras, Catamarca (Liga Santamariana de Fútbol). En 1971, Club Social y Deportivo Rivera, de Paso de los Libres, Corrientes. En 2010, Club Social y Deportivo Invico, Corrientes (Liga Correntina de Fútbol). En 2018, Club Atlético San Sebastián, de Cipolletti, Río Negro (Liga Confluencia).

El viejo barrio de Brandsen, que desconoce por qué alguien modificó por ordenanza el nombre para denominarse hoy Plaza Perón. Muchos de los que fundadores jugaban con una pelota en esa plaza y por ahí andaba Varallo. “Era como si ahora jugaran con hoy en una plaza con Messi, si fue ídolo de la Selección y el único que no arrugó en la final del Mundial del ‘30”, comentan.
Eran pocos y se conocían mucho, aunque ya no fluye tanto el trato familiero como en otros tiempos.
Apasionado como pocos, logró jugar “football” a pesar de que su padre Pedro Varallo, (protesorero de la primera Comisión y empleado administrativo de la Policía) le negaba ese gusto. “¡Yo no me voy a quedar sin jugar por usted!”, lo miró a los ojos Panchito, el tercer y último hijo que dio a luz Teresa Yantorno en una casa de 62 entre 26 y 27.

El mismo Pancho le contó una vez a este periodista la rectitud en el carácter de su progenitor: “Un día voy a una kermese en la vieja cancha de Everton (60 y 21), prendo un cigarrillo y de atrás me tocan la espalda… ¿Tiene fuego? ¡Era mi viejo que después me dio ahorque bárbaro!”.
Curiosidades: quince días antes de la fundación del Club, en febrero del ’42 nació la única hija del ídolo, María Teresa Varallo, “Pocha” (en la foto, durante un acto realizado por el Club en 2022, con motivo del octogésimo aniversario).

“Barrio, barrio… que tenés el alma inquieta de un gorrión sentimental”. La letra del tango nos lleva por las veredas de 60, entre 24 y 25, del lado de las impares, por la misma mano que se llega al club (a cincuenta metros). La farmacia fue ideada por Alfredo Tartaglia, quien fue directivo y socio fundador de AC Brandsen. Cuando no existía tanta variedad de medicamentos y ni siquiera existía el estudio de farmacéutico, don Alfredo era una especie de psicólogo para los vecinos y lo consultaban como si fuese un médico. Había nacido en 1906 y se fue joven, a la edad de 39 años, siendo bautizada la Biblioteca con su nombre. Laura Figallo (la mujer con la que Alfredo tuvo once años de matrimonio) siguió la farmacia con hijas Susana y Elfride, y hoy continúa vigente con Verónica Olivero, nieta de Alfredo, que en un sector del comercio tiene el mostrador original.

Las generaciones continúan llegando. De la kermese a ésta época de baile. De la pile al aire libre a la climatizada. De la escuelita de fútbol a la cancha de sintético. Como hace ochenta y dos años, Brandsen siempre está. Por eso, este 2 de marzo, vecino y vecina, familia del «Coronel», tengan ustedes un muy feliz cumpleaños.

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