La eliminación de Gimnasia y Esgrima La Plata en manos de Mitre de Santiago del Estero, equipo de la Primera C, terminó por sellar el breve y opaco ciclo de Diego Flores como entrenador del Lobo. Una derrota dolorosa no solo por lo que había en juego, sino por la manera en la que el equipo se despidió de la Copa Argentina, desperdiciando una inmejorable chance de meterse en octavos de final.
Flores, apodado el Traductor, nunca logró convencer ni al plantel, ni a la dirigencia ni a los hinchas. Si bien su llegada despertó cierta ilusión, esa expectativa se desinfló rápidamente con malos resultados, un equipo sin identidad y una gestión interna que generó malestar. La bronca de varios referentes del plantel y la falta de respaldo dentro de una Comisión Directiva cada vez más dividida aceleraron el final de su ciclo.
Aunque desde el club no se confirmó si fue despedido o si decidió dar un paso al costado, lo cierto es que el quiebre era irreversible. A pesar de todo, Flores no parecía tener intenciones de irse, ni siquiera luego de la caída ante un rival de una categoría muy inferior.
En cuanto a los números, el saldo fue claramente negativo: 3 victorias, 5 empates (uno con eliminación por penales en Copa Argentina) y 5 derrotas. El equipo convirtió apenas 7 goles y recibió 11. El máximo anotador en su ciclo fue Rodrigo Castillo, con solo 2 tantos. También marcaron Pablo De Blasis, Lucas Castro, Nicolás Garayalde y Bautista Merlini.
Flores se va dejando un equipo golpeado, sin rumbo futbolístico y con la necesidad urgente de reconstruir la confianza en el grupo y en la tribuna. ¿Quién tomará ahora el timón en este momento tan delicado?