Las tres canchas reglamentarias para once jugadores que en Arana tiene el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) fueron sede clasificatoria de un campeonato organizado por la Secretaría de Turismo y Deporte de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) fueron la entrada a una fiesta. Una vez por mes, de agosto a octubre, dejó resuelta la zona metropolitana, con la promesa de una final entre el primero y el segundo. Y la definición llegó el 8 de diciembre, en el estadio de Lanús, donde el representativo del SEC local (abarca las regiones distritales de La Plata, Berisso, Ensenada y Brandsen) se las vieron con un duro conjunto de Lomas de Zamora que logró el derecho a competir en una final nacional, que se hará en Mar del Plata.
La familia mercantil cuenta un Centro Recreativo y Deportivo de 27 hectáreas que es base de prácticas profesionales como lo hace Villa San Carlos y en enero de 2019 una pretemporada del plantel de Godoy Cruz de Mendoza. Tres canchas alambradas, con instalaciones que disponen de piscinas, salones de usos múltiples y confortables vestuarios. Este fútbol que es un bien preciado de los argentinos volvió a mostrar que el hombre, en cualquier nivel, hace de este deporte un apostolado. El nivel parejo del SEC Zona Norte, del SEC Lanús – Avellaneda, de Quilmes, San Martín, La Plata y Lomas, éstos dos últimos con los mismos puntajes, que los llevó a dirimir en un estadio como el de los Granates. No podía perderse un encuentro así Carlos Restivo, secretario general del SEC en la región, que tuvo formación en un club como Gimnasia y Esgrima La Plata entrenado por el legendario maestro Miguel Ignomiriello, en los dias que Carlitos era un pibe lleno de sueños arribado de su Azul natal.
Hace siete años que se espera con ansias este momento. Y cada cita denota que el sentimiento supera al enfrentamiento. Más allá de los nervios lógicos y los roces que depara la disputa de un balón, el SEC La Plata rescató “no tuvimos un problema sacando algunos lesionados, y tuvimos solamente un expulsado por dos amarillas”. Y así llegaron por primera vez a la final metropolitana.
Orientados por un amigo de la casa, Raúl Marmora, director técnico nacional, con historiales en clubes del ascenso, El Porvenir, Cambaceres, ligas del interior, y ayudante de Ricardo Rezza en Temperley y Defensa. “Nos organizamos un poco, dijimos primero no salir cola”, dice y sonríe, sabedor del tiempo que lleva armar un equipo. “Sinceramente no pensábamos llegar a esta final”.
La organización contó con Damián Hachicho, coordinador que fue en busca de permisos a las empresas. “Encontramos la buena predisposición de todos. Obviamente que todos los que participan en el torneo tienen que ser empleados de comercio y en nuestro equipo había chicos de Carrefour, Nini, Vital, El Nene, Arcor y OSECAC que es la obra social, más algunos integrantes del Sindicato de Empleados de Comercio. Mi función es un poco hacer la selección de jugadores para que el técnico los pueda evaluar y ver los puestos que necesita. Fue un trabajo de conjunto”, expresó. Y en ese sentido destacó a otros miembros del Consejo Directivo que trabajaron a la par, Fabián Pulvirenti y Pedro González.
El boca en boca fue llevando a la búsqueda de Hachicho para llevar los elegidos a Marmora. Por otro lado, desde el Sindicato se buscó una buena indumentaria, y no fue cosa menor en manos de cada delegado tener las autorizaciones para asistitir a las jornadas del Torneo.
“Lo que hay que remarcar es que buscamos que nos representen buenas personas, y el fair play de la Filial La Plata se consiguió. Está claro que cuando rueda la pelota uno quiere ganar, pero sin perjudicar a nadie”, resaltó Nicolás Restivo, dirigente sindical, mediocampista del equipo y con la cinta de capitán. «Tuvimos la suerte de poder llegar a la final y enfrentamos a un equipo de Lomas con experiencia. Perdimos 3 a 0. Pero eso es anecdótico».
Los de Lomas venían de ganar la zona con 9 puntos, invictos; con las mismas unidades finalizó La Plata, aunque con menor diferencia de gol (0, contra +6 del ganador), seguidos por SECLA 8, San Martin 5, Quilmes 4, Zona Norte 3.
Damián medita unos segundos y sigue. “El sabor que queda es que, verdaderamente, con sacrificio y con gente buena, se puede llegar. Es algo que en lo que uno apuesta en la vida. Y lo que le queda a uno son cosas como el reconocimiento del equipo contrario con un fuerte abrazo en agradecimiento por el partido que se dio”.
Su satisfacción enorme está en una fotografía, y la felicidad es más grande el propio estadio del vigente campeón de la Copa Sudamericana. Con su pequeño hijo de 14 años, Hachicho también compensaba su desvelo por este torneo.
Cabe destacar que el señor presidente de los lanusenses Nicolás Russo se hizo presente, siendo agasajado por las autoridades gremiales.
Los jugadores pudieron degustar de almuerzos de camaradería en cada fecha y para los finalistas huboo un «tercer tiempo» inolvidable. Esa camaradería no admite otra palabra: gracias al deporte, y a los vínculos que surgen de una sana recreación. Todo un grupo humano con dirigentes sindicales, compañeros de trabajo, empleados de distintos comercios y regiones, hasta un cuerpo técnico y la hinchada de familiares y amistades. Aquel feriado del 8 de diciembre dos colectivos de La Plata a Lanús iban viajando más allá de los tres resultados posibles. Después, se hizo un tercer tiempo en el Polideportivo “Lionel Messi”, propiedad del SEC Lanús y Avellaneda. “Lo más importante es compartir, unirnos y organizarnos como empleados de comercio”, se escuchó a Romina Santana, subsecretaria adjunta de los anfitriones.
El laburante tuvo un premio especial. La pasión de jugar buscando la mejor performance donde lo hacen las figuras de la primera división, todo un orgullo. Como también lo es sentir una organización seria, un sindicato en el que fluyen las ideas y no falta esta premisa de la recreación, que educa y les inculca el respeto y las buenas costumbres. En tiempos de preocupantes individualismos, fluyó por la venas y por el verde césped el hermoso espíritu, que en un equipo de fútbol como en cualquier trabajo, siempre brilla si se complementan todas las líneas
