Pasó una nueva edición del siempre vibrante clásico de La Plata y, como suele suceder, no defraudó. En un partido cargado de tensión, pierna fuerte y emociones, Gimnasia y Estudiantes igualaron 1 a 1 en el Bosque, en un resultado que dejó sensaciones encontradas a ambos lados de la ciudad.
El Lobo se puso en ventaja con un gol de Lucas Castro, que desató la locura en el Juan Carmelo Zerillo y parecía encaminar al equipo de Méndez a un triunfo clave en la lucha por meterse entre los ocho mejores. Pero cuando todo parecía encaminado, apareció Luciano Giménez sobre el final y le dio al Pincha un empate con sabor a victoria, más por el contexto y el desarrollo que por el punto en sí mismo.
Con este resultado, Gimnasia dejó escapar una gran oportunidad de acomodarse en la tabla y cortar una racha negativa, mientras que Estudiantes se lleva un punto valioso, en un clásico siempre especial y ante un rival que lo había complicado.
La ciudad volvió a paralizarse durante 90 minutos y el empate dejó un sabor agridulce: uno por lo que no supo cerrar, el otro por lo que logró rescatar.