La derrota frente a Boca complicó el panorama para Estudiantes, que perdió terreno en la tabla anual y quedó lejos de los puestos de clasificación. Con solo dos partidos por delante, el equipo de Eduardo Domínguez necesita sumar todo lo que queda y esperar una combinación de resultados que lo devuelva a la pelea.
Dos finales por delante
Con 42 puntos acumulados, el conjunto platense ocupa el duodécimo lugar de la tabla. Por ahora, Rosario Central (65), Boca (56) y River (52) estarían en zona de Copa Libertadores, mientras que Tigre (46) mantiene el último lugar de Sudamericana. El Pincha está a cuatro unidades del corte y deberá aprovechar su calendario: Tigre y Argentinos Juniors, rivales directos, serán sus próximos desafíos.
En el plantel saben que no hay margen de error. El penal errado ante Boca y las ocasiones desperdiciadas en los últimos encuentros dejaron una sensación de bronca, pero también de revancha. En el Country, la consigna es clara: ganar los dos partidos y esperar.
Fe y cuentas abiertas
Domínguez pidió mantener la calma y reforzó la confianza del grupo. “Todavía hay chances. Hay que competir hasta el final”, afirmó tras la caída en La Bombonera. El cuerpo técnico busca recuperar la intensidad y la eficacia que caracterizaron al equipo en el arranque del torneo.
Además, el Pincha sigue atento a la definición de la Copa Argentina, ya que si Argentinos Juniors levanta el trofeo, se liberará un cupo en la tabla anual y Estudiantes podría verse favorecido.
El camino no será sencillo, pero el León no se rinde. Con dos finales por delante, Estudiantes buscará cerrar el año con la frente en alto y la ilusión intacta de volver al plano internacional.


