Estudiantes y otra forma de dar clases en su Estadio: exitoso curso de gestión de redes sociales

Estamos en plena explosión tecnológica, de la digitalización de los datos, la de los consumidores que se asombran por la inteligencia artificial, de navegantes en las redes sociales que interactúan, postean productos, precios, comparan, compran. En este era, estamos informados de todo, pero a veces no nos enteramos de nada.
Mas vale capacitarse, entonces. Entusiasmado por el anuncio que hizo la la Fundación Estudiantes precisamente vía Instagram (@edelpfundacion) este periodista se sumó al curso de Gestión en Redes Sociales, en uno de los últimos cupos. La propuesta fue motorizada a través del doctor Federico Cicora, Vicepresidente de la Fundación, en una acción conjunta con uno de las entidades con las que firmaron convenio, UTEDYC La Plata y su Centro de Formación Laboral 432.
El mencionado curso (gratuito, abierto a todo público, socios o no) estuvo a tono con los propósitos que figuran en la página del Club. La existencia de la Fundación «tiene como fin ayudar a transformar a la institución en un lugar más inclusivo y comprometido con las distintas problemáticas sociales”. Además de cursos, cuenta con programas donde el ojo social mira hacia los sectores menos favorecidos.
La aventura fue dirigida felizmente por la docente María Alejandra Fernández Grecco, balcarceña, radicada en La Plata —pronta a ser madre por segunda vez—, en un entorno educativo magnífico: la sala de conferencias del Estadio Jorge Luis Hirsch, el nuevo UNO. Coexistieron los intereses de todos, desde una mujer que trabaja en el rubro inmobiliario, Maisa Díaz (“más allá de las camisetas, el Club le abrió el juego a mucha gente, de diferentes condiciones y con las mismas ganas de capacitarse”) hasta un joven entrenador de fútbol, Joaquín Vera Ortíz, que con @JuegoBendito sacó a relucir su vocación (“todo me resultó beneficioso, desde el primer momento que es inclusivo por la gratuidad, y en un lugar que es más que agradable en una institución gloriosa como Estudiantes”).

“Hay que estar en redes”, se alzan las voces de los más jóvenes, que nacieron y conocen la vida con éstos códigos. “Odio las redes sociales» se sinceró una mujer de 51 años, a la vez que reconocía «hoy se están imponiendo y el que no tiene información se queda afuera del sistema”. Se hizo presente todos los lunes, las tres horas, durante todo el cuatrimestre. De uno y otro lado, las ganas de crecer y rendir en un mercado laboral cada vez más competitivo.
“Lo que más me gustó fue ver el crecimiento del grupo bajo las particularidades de cada uno”, dice la profesora, periodista y amante del marketing y de lo ambiental. No era para menos: tuvo que acudir al máximo ingenio porque, amén de las edades diversas, diferían claramente los niveles de conocimiento que traíamos.
La palabra de dos hinchas —de los que siguen al equipo— basta para completar: “Un curso amplio, diverso, con mucho contenido”, dijo Javier Galmarini (27), y a su lado, Facundo Zeltner (25), deseó que “esto se expanda para que todos puedan ocupar esa silla como lo hicimos nosotros, Estudiantes nos ha enseñado a pensar en oportunidades”.

La profesora  Fernández Grecco explicó que la metodología de estudio constó de dos grandes bloques, «por un lado, conocimiento, planificación y recursos del emprendedor, los conceptos madres como la planificación y el primer acercamiento a redes sociales. Una vez conocidos los lineamientos centrales, se profundizó en la gestión, las distintas estrategias que se pueden llevar adelante y fundamentalmente cómo dar contenido de valor a la cuenta del emprendedor”.
“No soy socia y es valioso que la Fundación brinde estos cursos; lo aprendido me va a servir en mi profesión una vez que me reciba”, indicó Cybill Dening (25), estudiante de arquitectura, que sueña en la futura cuenta de su rol profesional «ir cargando todos los proyectos».
Sandra Villanueva (54), empleada pública y emprendedora en cerámica, destacó “la increíble pedagogía de la profesora, aggiornada a todos” y se convence de que “hoy la lucha es cómo vender a través de internet”.
“Hoy en día me parece que publicitar en Instagram o Facebook es más importante que el diario o la televisión, sin menospreciar esos medios”, consideró Mariano Razzini (25), músico y estudiante de cuarto año de arquitectura, que en paralelo venía haciendo un curso de diseño gráfico. “Se complementaron y hoy puedo decir que estoy capacitado para manejar redes del emprendimiento que fuere”, dice (cuenta @mrzzn_)
Siendo parte del alumnado Fermín Somma (26) se trató de uno de esos avanzados en la materia, ya que se dedica a este nuevo oficio de community manager. “Traía el conocimiento de campo pero no tanto en lo técnico y me llevo mucho material”, confesó quien trabaja en redes del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano y otras cuentas privadas. Una vez, y a pedido de la profesora, dio una clase práctica sobre cómo mejorar la calidad fotográfica.
Nos adentramos en las profundas aguas de internet, con algún shock a causa de un final de clase hablando de inteligencia artificial. Ya había macerado en mi mente la brillante frase que pronunció Albert Einstein: “Si quieres ver resultados diferentes, haz cosas diferentes”.
Aprendimos unos de otros. Melisa Mendoza (26), periodista, no dudó en confirmar: “Este tipo de cursos son pagos y caros. En una situación de crisis como la que vivimos en el país, a veces no podés destinar dinero a una capacitación. De hecho, en la facultad de Comunicación Social no encontré más que unas clases aisladas”.
En una pantalla grande, se exhibió en la práctica cómo hacer un posteo exitoso, con análisis de otras páginas (espejo), cómo crear una pieza gráfica, y en una de las jornadas más inspiradoras, llegó Ariel Ibarra, el encargado de las redes oficiales del Club Estudiantes de La Plata.

Para reforzar conceptos, y por si acaso vive «papando moscas» en el asunto de las redes, el que picó en punta es el Instagram, nucleando a un sector mas joven de la sociedad; y de a poco, avanza hacia las personas de mayor rango etario.
Quien suscribe este artículo (¡camino a los 50!) en esos días tuvo el honor de realizar una entrevista de cinco horas con Alberto Poletti, el arquero superdotado que tuvo el Pincharrata que ganó todas las copas entre los años 1967 y 1970. Si no fuera por los ensayos en redes, no hubiera aprovechado la difusión de las vivencias del ídolo de 77 años. Habíamos trabajado con CANVA (la plataforma para diseñar en internet y “postear” un feed o una historia). Aquí, el recuerdo de cuando puse manos en el portal donde trabajo.
Maximiliano Lauria (39), que tiene su taller y la tienda on line, agradeció a la Fundación de su amada institución. Al cabo de un par de meses ya produjo mejoras en @M&B (fabricante  tablas de madera y cuchillos). “Mejoré en lo estético como en la cantidad de visualizaciones. Creo que a los que van a iniciar algo desde cero les va a venir muy bien, y si ya están armados, podrán perfeccionarlo”.
En la experiencia de Yanina Acevedo (28), maestra pastelera, la estadísticas le mostraron una mejoría en la productividad de su marca @Nany. “Subí mucho las interacciones y seguidores; me importaba más el cliente, y no me enfocaba en conseguir más seguidores”, reveló. Agradecida de la profesora y compañeros, llegó una tarde con un par de cajitas de sus delicias artesanales.

La generosidad fue de ida y de vuelta. “La heterogeneidad, cuando hay generosidad, es como una doble posibilidad” reflexionó Marcos Picchi, secretario de cultura, capacitación y DDHH de la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles
Valga la comparación: así como en Estudiantes, donde la Fundación no es una actividad principal (sino una subsidiaria o complementaria), el sindicato cuenta con un Centro de Formación Profesional, con el cual brinda una amplia gama de cursos a la comunidad (ver página www.utedyc.org.ar ó en redes buscar por @utedyclp, donde informan sobre los próximos talleres).
El doctor Pedro Watzman, directivo albirrojo, concurrió al cierre del curso en 115 y 55, entregó los diplomas y con orgullo remarcó el trabajo, los progresos y explicó además que la Fundación es una persona jurídica autónoma del Club, por lo tanto no cuenta con el presupuesto del mismo Club. «Es una metodología que tratamos de conservar para no sacarle recursos, y para ello contamos con un mecanismo de financiamiento, como los padrinos, las donaciones, las subastas, y distintos eventos recaudatorios como Noche de Copas”.

Como bien dijo un asociado, “los hinchas tenemos un lema, hay que dar para después recibir”. Y recibir una educación es vital para mejorar como equipo en la sociedad. Recuerdo aún a aquella mujer que en las primeras clases expresaba su disgusto por la llegada de las redes sociales, «las odio», pero al terminar el curso, mientras celebraba en el Mercado 55,  confesaba diploma en mano que ya podía ir tomando en sus propias manos @vonasomos, su nombre comercial en Instagram, donde difunde productos sustentables como las velas de soja .
La marcha educativa sigue. La Fundación Estudiantes informó que este viernes terminó otro curso innovador, denominado Habilidades para emprender, con herramientas básicas para aquellas personas que quieren empezar sus proyectos independientes.
Y este sábado, mientras usted lee este artículo, organizado en forma exclusiva por la Fundación Estudiantes, siguen las clases del segundo taller de Reparación de teléfonos celulares y tablets.
Todos «recomendables», para esparcir entre los amigos y familiares, o tal como se dice hoy en tiempos gobernados por las redes, a las buenas noticias, dale «compartir”.