El Pincha no pudo ante Universidad de Chile en la segunda fecha de la Copa Libertadores 2025 y cayó como local en UNO, aunque dejó una imagen alentadora en el primer tiempo. Pese a la derrota, el nivel mostrado por Santiago Arzamendia y Cristian Medina, dos de los más cuestionados en el ciclo de Eduardo Domínguez, encendió una luz de esperanza en la previa del clásico platense.
En conferencia de prensa, el Barba fue claro: “Esta no es la semana más importante del año”, marcando que el objetivo es competir en todas las competencias y llegar a las instancias decisivas. Sin embargo, sabe que el duelo del domingo en el Bosque, ante Gimnasia, tiene un valor simbólico único y es vital en la vida cotidiana del club y su gente.
El traspié en la Libertadores no hizo mella en el ánimo del plantel, que ahora tendrá cuatro días sin actividad internacional, algo que será clave para trabajar con más foco en lo físico y táctico de cara al choque con el Lobo. Luego vendrán Boca en la Bombonera y el partido con Botafogo en 1 y 57, pero toda la atención por estas horas está puesta en el clásico.
Para ese compromiso, Domínguez podrá volver a contar con Guido Carrillo y Santiago Arzamendia, ambos ausentes en la Copa. Además, Sebastián Boselli está recuperado físicamente y a disposición, mientras que Joaquín Tobio Burgos sigue en duda: llegaría con lo justo desde lo físico, y su presencia en 60 y 118 se mantiene como incógnita.
Será un clásico cargado de expectativas. Estudiantes llega herido pero con nombres que se levantan en el momento justo. El desafío será encontrar el mejor plan de juego para imponerse en territorio tripero y sumar una alegría que podría marcar un antes y un después en el semestre.