La final entre Boca Juniors y Fluminense ha generado gran expectación, pero también preocupación debido a los incidentes recientes. Se ha convocado una reunión de urgencia y extrema tensión en Brasil para determinar si el partido se llevará a cabo con público.
La llegada de la afamada hinchada «La 12» a Río de Janeiro ha incrementado la preocupación, ya que se espera la presencia de aproximadamente 100,000 seguidores de Boca Juniors. Además, existe alerta máxima por el «banderazo» previsto para este viernes.
La seguridad en el evento es una prioridad, y las autoridades brasileñas se esfuerzan por tomar medidas adecuadas para garantizar un desarrollo pacífico de la final, que promete ser un espectáculo apasionante.