A medida que se acerca el noveno mes desde el atentado contra Cristina Kirchner, la fiscalía ha repasado las pruebas recopiladas en el expediente y ha solicitado que los detenidos, Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, jefe de los «copitos», sean llevados a juicio oral.
En su dictamen, el fiscal Carlos Rívolo sostuvo que «la prueba reunida durante la instrucción ha permitido comprobar que la conducta que se intentó llevar a cabo fue premeditada, es decir, que los imputados habían ideado un plan para llevar a cabo el asesinato de la Vicepresidenta de la Nación».
De acuerdo con los videos capturados por los propios simpatizantes de CFK, «aprovechándose de la confusión y desprolijidad que generaba la multitud de personas, Sabag Montiel extendió su brazo para pasar la primera línea de individuos que conformaban un cordón humano frente a la Vicepresidenta, apuntó el arma de fuego que portaba hacia su rostro, la acercó a escasos centímetros y accionó el gatillo, al menos en una oportunidad, llegándose a escuchar incluso el click», afirmó el fiscal.
Aunque el disparo no se produjo, el arma estaba en condiciones de ser disparada. «Imaginate los nervios. Tiré del gatillo y el tiro no salió», le habría dicho el agresor hace unos meses al canal C5N, aunque se negó a declarar en la causa y solo habló para intentar desligar a Brenda. Ni Cristina ni sus custodios se percataron del arma que llevaba Sabag. Solo notaron un tumulto. Fueron los militantes kirchneristas quienes detuvieron a Sabag Montiel para evitar su escape. Desde entonces, el joven se encuentra bajo custodia. Cuatro días después, su pareja fue arrestada después de lograr escapar discretamente del lugar.
El fiscal determinó que no se encontraron pruebas que demuestren que el grupo recibió financiamiento para llevar a cabo el intento de homicidio. El estado patrimonial de los tres detenidos lo confirma. La que tenía mayores ingresos era Brenda, quien publicaba contenido de naturaleza íntima. Incluso no tuvieron que comprar la pistola Bersa con la que Sabag Montiel disparó sin que la bala saliera. El arma era propiedad de un conocido con el que había convivido y que ya falleció. No está claro si la compró o si se la quedó.
El pedido de la fiscalía para enviar esta parte del caso a juicio no implica el cierre de la investigación. Mientras se dilucida la responsabilidad del trío arrestado en un juicio oral, el fiscal, quien tiene a su cargo la investigación, continuará analizando otras líneas de investigación, desde la hipótesis de los autores intelectuales hasta el papel de la custodia de la Vicepresidencia, según fuentes judiciales.
