El plantel profesional de Gimnasia expuso públicamente la grave situación económica que atraviesa desde mitad de año y resolvió no entrenar este jueves en reclamo por los salarios adeudados. Según detallaron en un comunicado, a varios futbolistas se les deben hasta cuatro meses de sueldo y no perciben el salario completo desde julio, un problema que afecta su desempeño y la estabilidad de sus familias.
Los jugadores contaron que hace un mes habían retomado los trabajos tras la promesa de la nueva dirigencia, que aseguró un pago inmediato apenas asumiera. Sin embargo, según remarcaron, esa promesa nunca se cumplió y no hubo avances concretos pese a los intentos de diálogo privado. El malestar creció y derivó en la medida de fuerza adoptada este 4 de diciembre, con el plantel exigiendo únicamente el cumplimiento de lo firmado.
Un conflicto que estalla antes de un clásico decisivo
La determinación se da en un contexto deportivo trascendental. El próximo lunes 8 de diciembre, Gimnasia será local ante Estudiantes en una semifinal histórica del Torneo Clausura, un clásico que no tenía una instancia tan determinante desde el cruce por la Copa Sudamericana 2014. En medio de la expectativa por el duelo más importante de los últimos once años, la crisis interna suma tensión y deja al Lobo envuelto en un escenario complejo en la previa del partido que paraliza a toda la ciudad.
