Un interno alojado en la Unidad Penal N°1 de Lisandro Olmos denunció haber sido víctima de un abuso sexual en su pabellón, ubicado en el quinto piso del establecimiento penitenciario. Según su testimonio, fue drogado y filmado mientras le introducían una zanahoria en el ano, en un episodio que habría sido difundido dentro del penal.
El detenido relató que logró reconocerse en las imágenes por los tatuajes que lleva en la espalda, lo que motivó su denuncia ante las autoridades penitenciarias. También identificó a varios de los reclusos que aparecen en el video, lo que permitió iniciar una investigación interna.
En ese marco, se ordenó una requisa general en el pabellón, con el objetivo de secuestrar celulares y dispositivos electrónicos utilizados para grabar y distribuir el material. La situación ya está en manos de la Justicia, que deberá determinar las responsabilidades penales del caso.
El hecho se suma a una serie de denuncias por violencia dentro del sistema penitenciario bonaerense, lo que vuelve a poner en foco las condiciones de detención, el control de los pabellones y la circulación de teléfonos celulares en contextos de encierro.