Concluye la primera fase de la Eurocopa. Con las eliminaciones, se reduce el desfile de peinados e inusuales cortes de pelo tan propios del escenario futbolístico. Desde los afros hasta los mohawks, los peinados de los futbolistas son una declaración de intenciones. Ellos lo saben y por eso, además de estrategia y de goles, la Eurocopa es también una competición por el me gusta en las redes y por marcar tendencia.
El estilismo en el campo ha cambiado en las últimas décadas, aunque todavía se ven melenas al viento como la de Cucurella -el 24 español- o trencitas afro como las que llevaba hace 30 años David Beckham. Los rizos de Diego Maradona, los tintes de Griezmann o las extravagancias en azul de Kylian Mbappé están pasados de moda. Ahora se lleva el corte tazón pero sin coronilla de fraile, a lo niño bueno, como Ronaldo o Toni Kroos. La cuestión es correr y poder rematar de cabeza sin despeinarse. Nada que ver con Modric, que todavía usa el cintillo para mantener el flequillo a raya.
Las redes han convertido a los futbolistas en influencers del peinado en tanto que las zapatillas y las camisetas les vienen dadas y los tatuajes ya están descontados. Su yo individual está en la cabeza.
Hace unos días, el defensa de la selección suiza, Manuel Akanji, se hizo llevar un peluquero al hotel de concentración para que le diera un repaso y se montó un buen pitote. En la última Eurocopa pasó lo mismo, cuando él y su colega Granit Xhaka decidieron teñirse de rubio mientras la ciudadanía no podía ir a la peluquería por la pandemia de coronavirus. Fueron multados por ello.
Akanji no es el único que quiere salir bonito al terreno de juego. «Todo el mundo quiere estar guapo y nosotros también», afirmó el internacional alemán Emre Can, quien, para echar un cable a su amigo, confesó que recurre a un profesional cada pocos días porque «si no lo hago, mi corte se desordena».
En esta competición lo tiene fácil. Para evitar discusiones como las del Mundial de 2022 en Qatar, cuando algunos jugadores se llevaron a sus estilistas, la Federación alemana de Fútbol (DFB) ha nombrado a Mustafa ‘Musti’ Mostafa peluquero oficial de la selección. Musti no es cualquiera. Corta y peina a Neuer, a Sané, a Gündogan y a Havertz. Cristiano Ronaldo también se ha sentado en su silla.
Para la DFB, el asunto de la peluquería no es un problema. Los jugadores son libres de elegir. Sólo los días previos a los partidos es tabú una sesión de belleza. Porque «la atención se centra siempre en el fútbol», asegura Can, que lleva un corte de pelo a la moda, muy corto alrededor de las orejas y el cuello, y con capa en la parte superior. Como diría Ahmed Alsanawi, un «desvanecimiento de la piel», un look muy corto, de bordes afilados.
Alsanawi, con salón en el Reino Unido, es el estilista de Jude Bellingham, Foden, Rice y Mbappé. Ahora, mientras dure la Eurocopa y le necesiten, estará en Alemania, atendiendo a unos clientes que llevan su trabajo de barbero a millones de personas en todo el mundo vía Instagram. «Las estrellas de fútbol hacen que ciertos estilos se pongan de moda al instante y eso es bueno para el negocio», presume Alsanawi. Por cierto, el de Toni Kroos, un lado rapado más alto que el otro y corona fresada, no es ningún estilo, según un cotilleo de este peluquero. «Eso es sólo un corte de pelo y no particularmente bueno, para ser honesto».
