Las papeletas para las elecciones generales del 26 de octubre ya fueron impresas y están bajo custodia en el Pasaje Dardo Rocha, donde la Justicia Electoral bonaerense comenzó con el operativo de clasificación y distribución de la Boleta Única de Papel (BUP), que debuta este año en la provincia de Buenos Aires.
La polémica surgió tras la renuncia de José Luis Espert a su candidatura, luego de ser vinculado al empresario Federico Andrés “Fred” Machado, detenido por causas de narcotráfico y lavado de dinero. La decisión generó tensión política y dudas sobre el destino de las boletas que llevan su nombre e imagen.
La baja de Espert y una reimpresión imposible
Desde La Libertad Avanza plantearon la posibilidad de volver a imprimir las boletas sin la foto del ahora ex candidato. Sin embargo, en los hechos, esa opción luce inviable.
Las boletas ya fueron producidas en su totalidad y se encuentran en proceso de distribución, por lo que reiniciar toda la logística sería técnicamente imposible en los pocos días previos a los comicios. Además, el costo estimado de una reimpresión rondaría los $15 mil millones, una cifra que en el actual contexto económico resulta difícil de justificar.
El operativo en el Pasaje Dardo Rocha
El centro cultural platense funciona como base de operaciones, donde decenas de empleados y auxiliares judiciales trabajan sin descanso para clasificar, embalar y despachar las boletas hacia los 135 municipios bonaerenses.
La Boleta Única de Papel, que se utilizará por primera vez en la Provincia, fue diseñada con anticipación para garantizar su implementación en más de 18 mil mesas de votación. Cualquier cambio de último momento impactaría de manera directa en la organización general del acto electoral.
Mientras tanto, el foco de la Justicia Electoral está puesto en asegurar que el nuevo sistema de votación se despliegue con normalidad, más allá de la incertidumbre política generada tras la salida de Espert y las repercusiones dentro del espacio libertario.