La crisis económica en Argentina está impactando con fuerza en el comercio minorista y el turismo. En los últimos doce meses, cerca de 16 mil kioscos bajaron la persiana y, por primera vez en la historia, el país cuenta con menos de 100 mil en actividad.
Al mismo tiempo, el turismo atraviesa su peor racha en décadas, con una baja constante en la ocupación y un fuerte retroceso en la llegada de visitantes extranjeros.
Menos kioscos y ventas desplomadas
Según informó el medio Punto Digital, desde la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) informaron que la cantidad de estos comercios pasó de 112 mil a 96 mil en solo un año, con una caída del 40% en las ventas en los últimos dos.
“El kiosco es como la postal de una ciudad o un pueblo, pero están cerrando por la recesión que se vive hace tiempo”, explicó Ernesto Acuña, vicepresidente de la entidad.
El dirigente señaló que el consumo se orienta cada vez más a segundas marcas y productos más económicos. “Un alfajor triple promedio cuesta $1.500, pero en algunos lugares el precio es mayor por los altos alquileres o sueldos de empleados”, advirtió.
Turismo en crisis y competitividad perdida
El panorama en el sector turístico no es mejor. Según Sergio Castro, exdirector nacional de Planificación y Desarrollo del Ministerio de Turismo y Deportes, el rubro vive “los peores 18 meses desde que hay registro” tanto en turismo interno como receptivo.
En plena temporada alta, la ocupación hotelera apenas alcanza entre el 60% y el 70%, lo que pone en riesgo 300 mil empleos. Además, el turismo receptivo registra un balance negativo: por cada dos argentinos que viajan al exterior, menos de un visitante llega al país, generando un déficit de 11 mil millones de dólares en un año y medio.
Desde diciembre de 2023, los costos del turismo interno aumentaron un 600%, mientras que la competitividad internacional se deterioró por el tipo de cambio. “No voy a defender a quienes abusan de los precios, pero así como suben los gastos en tu casa, a la industria le aumentan lo mismo o más. Eso deja menos dinero disponible y todo se vuelve más caro”, concluyó Castro.