La banda cierra el año presentando el flamante “Razones Poderosas” este sábado 14 diciembre en el CAFF del Abasto. Charlamos con el vocalista José Lavallén y el baterista Nicolás Daniluk.
“Hay bandas que prometen y se quedan en las promesas. Otras no, otras nos han acostumbrado a cumplir en el estudio y sobre todo el escenario –ahí donde se ven los pingos- y por eso se convierten en una apuesta segura”, sentencia el prestigioso periodista musical Eduardo Fabregat. Evidentemente la experiencia de Las Bodas Químicas sobre el escenario es una garantía: habrá una nueva demostración para despedir este 2024 en el que editaron el disco Razones Poderosas y será este sábado 14 de diciembre en el Club Artístico Fernández Fierro -mejor conocido como CAFF– del barrio del Abasto (Sánchez de Bustamante 772, CABA). Las entradas anticipadas, a precios muy populares, están disponibles en el sitio del CAFF.
Las Bodas Químicas está compuesta por José Lavallén en guitarra y voz, Nicolás Conde Constantino Daniluk en batería, coros y teclados, Andrés Tersoni en bajo y coros, y Roco Collado en teclados, percusión y DJ. La banda está involucrada en el regreso del legendario Billy Bond a los escenarios y el artista -uno de los padres fundadores del rock argentino- recomienda a los 4 vientos seguir a las bandas que renuevan la escena como son Las Bodas. Desde La Izquierda Diario conversamos con José Lavallén y el Conde Nicolás Daniluk (que también se hizo cargo del arte de tapa del disco). Hay razones poderosas para escucharlos.
LID – ¿Cómo resumirían la historia de Las Bodas Químicas para quienes aún no los conocen? ¿El nombre de la banda tiene algún significado en particular?
José Lavallén – Las Bodas arranca en 2012 haciendo un camino de vida y obra reflejado en canciones, discos y escenarios, un viaje intenso que nos mantiene vivos. El nombre de la banda, como cualquier letra, título o concepto nuestro, cobra sentido y se completa con la interpretación y la imaginación de quien lo lee y escucha. Uno de esos posibles significados podría ser que se trata de “una Boda interior, la unión de luz y sombra” que cada uno lleva dentro de sí y su compleja aceptación.
Son una banda independiente reconocida, artistas consagrados como Sergio Dawi o Richard Coleman se sumaron a colaborar en algunos trabajos de Las Bodas Químicas ¿Cómo establecieron esas relaciones musicales?
JL – Primero, nos une el cariño y la admiración… A Sergio lo invitamos a colaborar en The Keruza, la banda que tuvimos antes de Las Bodas. Naturalmente, luego la relación continuó y la “Química” creció a nivel artístico y amoroso, compartiendo tanto actividades con Las Bodas como también en los proyectos de Sergio. A Richard lo conocimos en otro marco, primero como asesor circunstancial en una producción y luego terminó siendo artista invitado, aportando toda su magia, con total entrega y generosidad. Es un privilegio maravilloso estar cerca de estos grandes artistas.
Están estrenando el flamante disco Razones Poderosas ¿Qué cosas distinguen a este álbum de los anteriores?
Nicolás Daniluk – Los discos son registros temporales, a veces más etéreos, a veces más concretos. En ese sentido, la evolución como proyecto nos refleja en esta oportunidad profundizando en el valor emocional de las canciones, conectando con esas razones de pulsión poderosa y sensible que todxs necesitamos para enfrentar el cotidiano. Pensando estrictamente en lo musical, hay quizá más amplitud de coloraciones sonoras y psicodélicas, pero enfocando siempre en darle a la canción lo que necesita para transmitir lo más fielmente posible.
En el tema que le da título al disco plantean “Hay razones poderosas para continuar” ¿Qué dificultades se le plantean a una banda independiente como ustedes y qué los impulsa a seguir y avanzar artísticamente?
ND – Hay un balance natural entre las dificultades que, como decíamos, hay que afrontar en el cotidiano, tanto en el plano general de la vida como también como proyecto… En ese balance, sentimos que seguir unidos como agrupación, motivados a continuar creando música que nos identifica; no es poca cosa. Es cierto que la independencia conlleva esfuerzos, organización y acuerdos, que muchas veces generan tensión. En un contexto de información y consumo extremo, donde el sistema exprime al individuo a su propia explotación, se vuelve un poco utópico pensar en destinar tiempo a escuchar profundamente un disco, una obra, dándole tiempo y espacio. Pero apostamos a esa profundidad, esperanzados de que nuestras canciones puedan aportar alguna herramienta espiritual a quien las escuche.
La producción nuevamente quedó a cargo de Alejandro Vázquez ¿Qué los llevó a volver a trabajar con él?
JL – La búsqueda de honestidad y claridad artística, más la confianza mutua, la alegría y el disfrute de trabajar juntos nos unen… Y todo eso ya se dió desde que nos conocimos. Sentimos que Ale tenía que acompañarnos en este nuevo viaje.
Para cerrar el año y compartir lo nuevo de Razones Poderosas eligieron el escenario del CAFF, un lugar que tiene funcionamiento cooperativo ¿Qué sienten que les ofrece el CAFF en especial?
ND – El CAFF es reflejo de la autogestión y la resistencia cultural. Es uno de los pocos refugios culturales que mantiene esa mística que transmite una conexión menos aséptica, más real y cercana.
¿Cómo va a ser el show? ¿Qué nos pueden contar de Sol Bassa que abrirá la fecha?
JL – Sol Bassa es una artista destacada en la escena actual, con raíces en el blues rock, con personalidad y propuesta propias. La admiramos y por eso decidimos compartir esta celebración en el CAFF. El concierto de Las Bodas viene cargado de canciones del nuevo disco y nos tiene muy entusiasmados llevarlas a la versión de escenario… para la gente. También abarcamos buena parte de nuestro catálogo y tenemos el gusto de expandirnos más allá del cuarteto. Estarán presentes también Barbara Aguirre y Ronen, artistas que suman sus voces e instrumentos y que nos aportan muchísimo a todo nivel.
Las Bodas Químicas son (de izquierda a derecha) Nicolás Conde Constantino Daniluk, Andrés Tersoni, Roco Collado y José Lavallén. Foto: Victoria Schwindt.