En un contundente discurso desde las escalinatas del Congreso nacional, el presidente Javier Milei alertó sobre la creciente influencia del narcotráfico en las calles, denunciando que las fuerzas de seguridad han sido humilladas y abandonadas en los últimos años.
Milei afirmó que la «anomia es tal que solo el 3 por ciento de los delitos son condenados», anunciando el fin del antiguo «siga, siga» para los delincuentes. En su intervención, el presidente enfatizó la necesidad de poner fin a la impunidad y aseguró que se acabó el tiempo de tolerar las acciones criminales en las calles.
En relación al ajuste económico que implementará, Milei anticipó que impactará negativamente en el nivel de actividad, empleo, salarios reales y cantidad de pobres e indigentes. A pesar de reconocer la inminente estanflación, comparándola con la situación de los últimos 12 años, el presidente enfatizó que será el «último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina».
«Nos han arruinado la vida; no hay plata», declaró Milei, haciendo hincapié en la necesidad de abordar los problemas económicos de manera decidida y sin margen para gradualismos. Criticó el impacto del populismo en la sociedad, señalando que ha dejado un 45 por ciento de pobres y un 10 por ciento de indigentes.
El discurso de Milei destaca su compromiso con el cambio y la reconstrucción del país, enfocándose en la lucha contra el narcotráfico y la implementación de medidas económicas decisivas.