La ex campeona mundial de boxeo Alejandra «Locomotora» Oliveras falleció este lunes a los 47 años, luego de permanecer internada durante dos semanas por un ACV isquémico. La noticia conmocionó al mundo del deporte, donde era una figura querida y admirada tanto por su legado en el ring como por su mensaje de resiliencia y amor por la vida.
Una vida marcada por la pobreza, la violencia y el coraje
Nacida en El Carmen, Jujuy, Alejandra Oliveras vivió una infancia atravesada por la pobreza y la violencia de género. Fue madre a los 14 años y víctima de un entorno hostil, pero en el boxeo encontró una vía de escape y reconstrucción personal.
Su talento natural, combinado con una enorme fortaleza mental, la llevó a conquistar cuatro títulos mundiales en distintas categorías, un hito sin precedentes en el boxeo femenino argentino.

Fue la primera mujer en conseguir cuatro campeonatos mundiales por nocaut en divisiones reconocidas por las principales organizaciones del boxeo. Su estilo agresivo, su carácter frontal y su historia de vida inspiraron a miles. Ella misma decía: “Ganar es vencer a la vida, no solo en el ring”.
Un legado que trasciende el deporte
Tras retirarse de la competencia profesional, Oliveras dedicó su tiempo a dar charlas motivacionales, entrenar jóvenes y estudiar Psicología con el objetivo de “ayudar a sanar a los demás”.
En redes sociales mantenía una activa presencia con mensajes positivos y una consigna que repetía siempre: «La vida hay que vivirla porque mañana puede ser tarde».

Estuvo internada desde el 14 de julio por un ACV isquémico y falleció este lunes en el hospital Cullen de Santa Fe. Tenía 47 años. Su historia queda grabada como un testimonio de fuerza y transformación.