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jueves, julio 4, 2024

No te vayas campeón, quiero verte otra vez… (llega el reconocimiento a Villa Montoro)

Para leer

Esta es una película real, aunque tiene semejanzas al popular filme nacional “Luna de Avellaneda”. Con la misma fuerza de la familia, de un barrio y del amor que surge en un centro de fomento. Episodio real, invierno de 2024, en Villa Montoro, 96 y 118. Desde que la Liga Amateur Platense de Fútbol anunció el evento de agasajo a las camadas de ex jugadores que sobresalieron en la historia, en el barrio de la zona sur lo esperan con auténtica pasión. Y mientras la fecha del sábado 6 de julio se acerca, hubo algunos reencuentros aislados, que dieron lugar a esta historia que compartimos con los lectores de Vive La Plata.

El pasado jueves, mientras entrenaba la primera división, por el portón se abría el alma de los aquellos muchachos de un tiempo lejano. Ya estaban en La Plata dos que se fueron hace cuatro décadas a vivir a otra parte, Luis Amaya, radicado en Neuquén, y Víctor Guardia, regresado a su cuna, Merlo, San Luis. A ellos fueron a ver otros jugadores amateurs con los que compartieron tantas jornadas futboleras en la Liga y experiencias de la vida misma en la juventud. Dardo Villegas, Pedro Sánchez, Juan Carlos Videla, Oscar Alvarez, Marcelo Villavicencio, Ruben Plaquin, Oscar Lucero, Raúl Sandoval… Este último, «El Beto», firme como lo era en defensa a pesar de una reciente operación de cadera, recordándoles que “el año que viene cumpliremos cincuenta años del primer título en la Liga” (lo lograron un 27 de diciembre de 1975, en la desaparecida cancha de El Cruce, donde golearon a Julián Aguirre).
Vuelven a sentir cómo fue todo aquello, y el director técnico Alfio Loza, a sus 81 años, renueva abrazos y sonrisas, sorprendido por el actual conductor del primer equipo Carlos Trinidad que le pide “reparta estas camisetas como lo hizo en aquellos tiempos”, y el Bocha saca de un bolsón la repartija tratando de ajustarse al puesto en que jugaban los invitados…

Primer encuentro de la primera, con los legendarios tricampeones de 1975, 1976 y 1977

“Che, a Carlos Benítez lo fuimos a buscar pero estaba con frío…” larga la carcajada uno que sabe de la garra de aquel capitán que, en tiempos juveniles, no tenía drama en bañarse hasta con agua fría, o cambiarse en aquel vestuario que era el tranvía, ubicado atrás del arco de 118, sin calefacción, ni estufa, pero se entraba en calor con el aceite verde que aplicaba con sus gruesas manos Luis Romano, el masajista, que resultó ser familiar directo de la actual presidenta Cecilia Romano, que con los ojos brillosos dice ser la nieta.
Seguían llegando… Juan Sayavedra, desde Berisso, ciudad en la que vivía también entre 1981-1986 cuando asumió el club.“Yo llevé a una fiesta en lo de mi primo Alfio a un compañero de la facultad y se quedó a jugar con nosotros», habla de Víctor Guardia, ese puntano que se recibió y dejó de vestir la roja y azul en el ’85.

El aviso de la Liga Amateur Platense. Después de Estrella, llegó el turno para otro grande, Villa Montoro

El homenaje debía realizarse el pasado sábado y un tema de calendario con retraso lo llevó hasta el primer sábado de julio… La lluvia del otro día inundó las canchas… Lluvia que parecía bendita en 1977, de espesa cortina que apenas dejaba ver la pelota y la vuelta olímpica de Montoro en cancha de Estrella, la última vez que “La Cebra” era local en Leveratto y Asunción (donde hoy juega el fútbol infantil). Los muchachos dicen que la caravana hasta el barrio fue inolvidable.
Llegó desde Neuquén, Luis Amaya, que se mandó en un micro con espíritu divino. Logró gambetear obstáculos grandes en la vida pero no pudo esta vez en Montoro al romper en llanto silencioso cuando recibió un gesto, del actual delantero Sebastián Emma, que se sacó su buzo de Villa Montoro. Escuchó después la historia de vida de Luisito, que nunca conoció a sus padres y llegó al club después de permanecer en el Instituto de la Minoridad aquel que existió en el Palacio Piria de Punta Lara. Un día salió y encontró un trabajo y un club donde llegó a vivir un tiempo… “¡Vamos Villa Montoro!”, pegó el grito. Tras el Regional del 80 se fue a jugar a San Martín de Cipolletti y no volvió más. “No me dan ganas de volver y pienso que el 14 de julio no está mal festejar los 71 años acá con mi mujer y tanta gente buena”, dice Luis, tan movedizo como cuando jugaba en los años del tricampeón. Por la gentileza de un hijo de “Palito” Loyola están a la espera del Homenaje en un departamento en Berisso. El recordado directivo partió a los 44 años y desde abril de 1986 el campo de deporte lleva su nombre.

Inolvidable. El delantero Norberto «Gato» Rey (ya no está fisicamente) gambetea rivales de Estrella

“Eramos pibes de barrio, sencillos… Me inculcaron mucho la amistad y la familia que siempre nos siguió a todos lados. Jugué en otros lados, pero no fue lo mismo que en Villa Montoro”, expresó Raúl Angel Silva, uno de los arqueros de la época, que suplantó una vez al emblemático Néstor Canizzo, hoy vive en el distrito de José C. Paz, cuando los hinchas lo ovacionaban y sabían que imitaba al “Loco» Gatti.
La vieja cancha está muy cambiada al igual que el barrio. Permanece bien cerrada por un paredón perimetral; antigüamente (se inauguró en 1967) era toda alambrada, de muy baja estatura y un vestuario que llegó a ser tranvía, conseguido por un recordado presidente Solari. Ese «vestuario» estaba sobre la calle 118 (cerrada de 95 a 96).
Integrar ese conjunto era pertenecer a un seleccionado de cracks arrabaleros, de las zonas sureñas de Villa Montoro, Villa Alba, Villa Elvira y El Carmen. Muchos quedaron sin lugar en Estudiantes y Gimnasia. También la rompían en los torneos de papi fútbol. En la vieja Liga, se recitan de memoria. Arqueros: Canizzo y Lucero; defensores Sandoval, Benítez, el “Negro” Juan Videla, Pedro Sánchez y el “Alacrán” Torres; un medio con Dardo Villegas, Ruben Plaquin y los hermanos Guillermo y Oscar Alvarez; y delanteros para “tirar p’arriba”, casos de Ruben Tordó, Brambilla, Helguera, Liporace, Zárate y “El Gato” Rey.
“Había muy buenos, me gustaban el Gato Rey y Liporace, el Negrito Villegas y atrás Benítez, tengo la imagen de sus caras”, dice Zoilo Marcelo Villavicencio a sus 69 años.
Nos agarró la madrugada y seguíamos contando historias basadas en que “sin esfuerzo nada se consigue”, frase que meditó el DT Carlos Trinidad (hermano de un exquisito jugador de El Cruce que luego pasó a Banfield).

Tordó, Villegas, Miño, Loza, Amaya y Guardia (el sábado); Orbea, Miño y Deplácido (en 1980). Regional de AFA

El pasado sábado, y a la espera del acto oficial, el periodista Gabriel López se reunió con algunos muchachos del Regional de AFA (el primer club con sede en La Plata que jugó el desaparecido campeonato que otorgaba plazas para el Nacional A, de forma directa). De los diez partidos de Villa Montoro, cinco fueron de local en un marco de primera, el estadio del Club Gimnasia y Esgrima La Plata (ese año 1980 el «Lobo» militaba en la B).
Exactamente 44 temporadas después, un grupo de ex Montoro volvieron a salir por el túnel, encabezados por Dardo Villegas, Ruben Tordó, Víctor Guardia, Luis Amaya, Daniel Miño y Alfio Loza.
Revivieron recuerdos. Se enfrentaron en Chivilcoy al ídolo de Boca Norberto Madurga, “El Muñeco”. Dos veces no pudieron resistir el poderío de Olimpo de Bahía Blanca, que tenía a Manuel Cheiles y Ramón Palacio (padre de Rodrigo, ex Boca y Selección), 2-5 en el Bosque y 0-6 en el «Carminatti».
Miño llegó como refuerzo de Trabajadores Municipales de La Plata y recordó sus años como juvenil en ese campo de juego de 60 y 118. Ruben Tordó se abrazó al verlo después de cuatro décadas y recordó hasta el ruido de la quebradura que le propinaron al “Chueco” Miño: “Te fueron a pegar en una jugada de la mitad de la cancha y te sonó la pierna como una rama seca”. Miño no renegó de aquello pero acotó que “me volví con la pierna entablillada”.
Guardia llegó en 1974 a la ciudad y solía mirar los partidos de Gimnasia, cuadro del que lo hicieron “hinchas mis compañeros de la facultad”. Descubrir a Montoro en 1979 y tan solo un año después tuvo la chance de jugar en el mismísimo estadio del Bosque. El puntano estuvo al borde del llanto cuando terminó un discurso delante de todos.

Víctor Guardia debió volver a San Luis y no podrá estar en el homenaje del día 6. Recibió un pergamino de la Liga y una camiseta de Villa Montoro

El próximo 6 de julio les toca el homenaje central, a los tricampeones y los del Regional, que se encontrarán con otra generación de campeones, que le dieron a Montoro el título de la B en 1984 y de la A en 1986.

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