El arzobispo de York, Stephen Cottrell, permitió que un sacerdote permaneciera en su puesto a pesar de saber que había sido prohibido por la Iglesia de estar solo con niños y había pagado compensación a uno de sus acusadores
El arzobispo de York, Stephen Cottrell, permitió que un sacerdote permaneciera en su puesto a pesar de saber que había sido prohibido por la Iglesia de estar solo con niños y había pagado compensación a uno de sus acusadores