En cada cierre de año, las celebraciones suelen venir acompañadas de un elemento tan tradicional como polémico: la pirotecnia. Para muchas personas es sinónimo de festejo, pero para quienes viven con Trastorno del Espectro Autista (TEA), los estruendos pueden convertirse en una experiencia traumática.
La hipersensibilidad auditiva, característica en muchos niños, jóvenes y adultos con TEA, hace que los ruidos súbitos y potentes se procesen de forma más intensa y desbordante. Esto puede desencadenar crisis sensoriales, ataques de ansiedad, llanto, irritabilidad, conductas de escape o desorientación.
Según especialistas y organizaciones como Fundación Conectea, el problema no es solo el volumen, sino la imprevisibilidad: explosiones repentinas, intervalos irregulares y sonidos que pueden superar los 120 decibelios.
Recomendaciones para contener a personas con TEA durante la pirotecnia
Estas medidas, avaladas por organizaciones y especialistas en neurodesarrollo, pueden ayudar a atravesar de la mejor manera momentos de mucho ruido:
Anticipación y comunicación previa
Explicar con tiempo que habrá ruidos fuertes ayuda a reducir la ansiedad. Puede hacerse mediante pictogramas, videos explicativos o lenguaje sencillo, según cada necesidad.
Preparar un “espacio seguro” dentro de la casa
Un cuarto con luces bajas, música suave y elementos de autorregulación (mantas pesadas, juguetes sensoriales, pelotas antiestrés) puede servir como refugio cuando los sonidos se intensifican.
Utilizar protectores auditivos o auriculares canceladores de ruido
Son una herramienta clave para amortiguar los estruendos y disminuir la sobrecarga sensorial.
Mantener rutinas predecibles
La estabilidad en horarios, actividades y entorno ayuda a que la persona con TEA se sienta más contenida ante un estímulo inesperado.
Aplicar técnicas de regulación emocional
Respiración guiada, masajes profundos, presión suave en hombros o ejercicios sensoriales pueden ayudar a recuperar la calma.
Evitar la exposición directa
Si es posible, permanecer dentro del hogar o en ambientes lejos de la calle disminuye significativamente el impacto del sonido.
Acompañamiento emocional
Permanecer cerca, hablar con calma y validar sus emociones es esencial. No minimizar el miedo: para ellos, el ruido se siente realmente intenso.
Alertar a la familia y vecinos
Informar que en el hogar hay una persona con TEA muchas veces genera empatía y motiva a reducir el uso de pirotecnia ruidosa en el entorno inmediato.



