Cuando el partido se iba (minuto 96), con un equipo de Zielinski defendiendo con los once (contra diez de Gimnasia)… Cuando la suerte estaba echada, aparecieron dos de esos atorrantes, engañadores profesionales con la pelota, para sentenciar un justo empate. Así terminó la noche, con el último suspiro, extenuado, pero con el hincha contento, como en aquel beso que se arranca de joven a la primera novia. Dicen que la vida está hecha de momentos, que es una suma de ellos. Momentos duros pasaron los dos equipos que se enfrentaron y que en la fecha 24 de esta Liga llegaban con más aire, sin la presión al cuello. Un viernes 7, del mes 7, con otros dos 7 más que le contaremos si continúa leyendo hasta el final de estas líneas.
Aunque momentos difíciles son los que pasó el ciudadano de a pie (nunca tan certera la frase ante el lamentable paro de micros). Cuando la UTA levantó el paro ya se había perdido un día de laburo para millones de personas. Sin embargo, los micros que pasaron por el estadio “Juan Carmelo Zerillo” tenían números de camisetas, el “27” (Franco Soldano, de la línea el Bosque Platense), el «33» (Rodrigo Rey, ¡volvió a pasar!) y el “79” (Ayrton Costa, del Rojo de Avellaneda).
El lector que sabrá interpretar los códigos del comentario, sabrá entender que el Rojo hizo el gasto (en el primer tiempo) con mayor recorrido, «pasaba más seguido» al área. Del lado de los platenses, recién media hora después de estar «esperando la carroza», vio que Benjamín Domínguez se sacó dos tipos en una baldosa y por poco salva la tarde noche. Como para que lo vean del otro club de Avellaneda, ya que Gago (DT de Racing) le viene pidiendo a su presidente: “hay que comprar a este pibe, ¿viste lo que hace?”.
En las tribunas no hubo trapos, ni leyendas ofensivas, absolutamente limpio el alambrado perimetral, en protesta a la decisión del APREVIDE. La bandera fue de Los Hornos, por este pibe Benja que nos remonta a los grandes locos que siempre usaron la 7 (ponga el nombre que más le guste, a éste escritor le vienen Guillermo Schelotto y El Caio Enría).
Durante el entretiempo, los suplentes visitantes estaban haciendo “un loco”, un típico juego recreativo con la pelota, 4 contra 4, cuando la situación dejó estupefacto al «Ruso» Zielinski cuando volvía del túnel y le explicaban que uno de esos suplentes estaba lesionado, Rodrigo Atencio.
Al mismo tiempo, el Presidente Cowen terminaba de homenajear al “Pampa” Sosa y al “Coco” San Esteban, recibiendo el carnet de «Lobo Eterno». En la cabina radial número 10, otro “Coco” (Ramón, comentarista de La Red 910) decía que «si continúan así podían ir derecho al 0 a 0».
Algunos aseguran que fueron ingleses los que fundaron a Independiente, pero otros afirman que fueron seis españoles, que se cansaron del autoritarismo de los dirigentes y ante una sanción decidieron crear su propio equipo e “independizarse”.
Contragolpeador, el once vestido totalmente de colorado sintonizó la historia y se rebeló. En el minuto 10, el “79” salió de viaje con un pelotazo que visualizó allá adelante al “29” Martínez, que maniobró con gran pericia y sacó boleto a la victoria parcial. Era 1-0.
Empezaron los datos televisivos: “con 30 goles en contra GELP es la segunda valla más vencida”. Otra: “de los diez partidos que empezó perdiendo, en 9 terminó perdiendo y uno ganando”.
¿Usted es de los que asegura que el perro es el mejor amigo del hombre? Entra una mascota y detiene el juego, hasta que lo sacó Felipe Sánchez Astrolog. Es el mismo perro que “me presentaron” en el reciente partido amistoso jugado en 60 y 118 por el seleccionado de la Liga Amateur. “Es del Club”, me dijo un colaborador de la institución Decana de América. Los hinchas nostálgicos del Rojo recordarían a “Boneco” (muñeco en portugués), el can que entró a la cancha en 1974 por primera vez en un clásico donde golearon 4 a 1, con tres goles de Bochini. El perrito de Gimnasia vive en el Estadio desde la er Maradona, razón por la cual un veterinario y un grupo de hinchas lo bautizaron “Diego”.
Por otro lado, los triperos amantes de las mascotas (gatos y perros) sienten un sano orgullo por la campaña que iniciaron el mes pasado, incentivando a asociar a esos animales, con un carnet digital y una chapita identificatoria, como gentileza.
Minuto 35, el pequeño Benjamín (jugador “bonsái” diría Jorge Valdano, haciendo alusión a los pequeños arbolitos) entró a juguetear pero con la pelota, a gambeta limpia, y cuando lo vio a Rodrigo Rey asustadizo, la pelota rebotó en el botín del arquero y se fue el peligro. Parecía que los pibes iban a dar jaque a ese conocido Rey, con un cabezazo que probó reflejos del notable cuidapalos (dedicó el partido a su hijo que cumplió años esta misma noche).
Zielinski, de 63 años, empezó a reflejar el sufrimiento toda vez que la TV enfocaba su rostro, como si estuviera sabiendo que se podían escapar esos dos puntos… y en tiempo adicional. Primero, la expulsión justiciera para Torres, pero con diez pibes, el Lobo mostró carácter e hilvanó la jugada perfecta. Con la única fórmula que hoy puede desequilibrar a sistemas muy cerrados. La gambeta que deja a dos o tres tipos desairados (Independiente se defendía en el final con los 11 en su campo), y Eric Ramírez tuvo además de cintura, la pierna con la tensión justa para meterle el centro a Domínguez, que entraba por la izquierda del área, para sacar un empate “de la galera”.
Ahora sí, la curiosidad numerológica, de un viernes 7, del mes 7, cuando se adicionaron 7 y lo empató el 7, ese chiquilín que pretende Racing, para seguir dedicando sus goles con besos a su escudo del lado del corazón, antes de alguna transferencia que podría arrancarlo de su cuna, de la cancha que ayer volvió a corearlo.
