Se que este tema es algo que interesa a una porción de la política que ya de por sí es una muy muy pequeña porción de la sociedad, pero no deja de ser relevante por la utilización que hacen los medios y cómo afecta la toma de decisiones de la principal fuerza de oposición al gobierno de Milei, que además es gobierno tanto en la provincia como en el municipio platense.
Pienso que el enfrentamiento no es lo que te dicen los actores involucrados (o sea, es mucho menor, en caso de existir). Esto lo creo desde el principio por las conveniencias, las habituales prácticas y la falta de gestos, de los supuestos principales contrincantes. Éstas tres claves, nos indican, que si bien puede haber disputa, está pautada a ciertos lugares, en ciertos niveles y hasta ciertas intensidades más cercanas a la pirotecnia verbal que a la acción política consecuente. Vamos a describir estas tres claves del análisis.
Las conveniencias del kirchnerismo cámpora y del axelismo siempre giran en torno a hacer valer lo que lograron a partir del 2010, ser la primera minoría organizada del peronismo. Su práctica política no solo fue la acumulación permanente de estructuras y espacios de poder sino también la desarticulación del resto que pudiera competir y esto les permite una doble jugada, a la hora de “porotear” muestran mucho más (por los sueltos, los desarticulados, los desesperados y los confiados). Y al repartir, solo lo hacen con lo propio que es mucho menos, ejemplo de esto son los cumpas que poseen más de un cargo, más de una responsabilidad, más de un rol y sus consecuencias a la vista. Y así siguen y avanzan, sostienen y crecen, entonces, si dividieran la primera minoría podrían quedar en desventaja con otros espacios y pasar de ser los primeros a ser los segundos y o terceros o aún peor si surgieran nuevos actores.
Las habituales prácticas, además de las “divide y reinarás”, la forma de hacer política de estos sectores es cortada y copiada de las formas de militancia universitaria (“la estudiantina”), los militantes universitarios logran abstraerse de la realidad a un punto superior que el resto de la militancia y mortales en general, debe ser por las prácticas de las casas de altos estudios. En sus mesitas y pasillos elevan la discusión a niveles supremos y nos hacen una representación actoral de la incomprensión política y el juego de suma cero (uno solo gana con la pérdida del otro, no existe un nosotrxs). Muchas veces se inventan agrupaciones que parecieran ser oposición a algo pero en verdad están acordadas previamente hasta donde competir, es decir, si el mismo sector se “pelea” pueden ocupar más lugares en las listas con la bandera de la unidad llevando esa disputa al electorado ofreciéndoles 2 envoltorios del mismo contenido.
Por último y tal vez más relevante para confirmar el análisis, es la falta de gestos. En política como en la vida el Amor o el odio no existe sin los gestos de amor u odio, las idealizaciones semánticas adquieren relevancia cuando se corporizan a través de la acción humana, o sea que a tu enemigo no lo vas a dotar de herramientas para que te destruya, si hay acuerdo en la gestión bonaerense y en la de varios municipios, me hace pensar que la sangre no llegó al río (ni llegará), que Axel no atravesó el Rubicón y que Cristina y Máximo, además de la organización política más grande de la Argentina, tienen instinto de supervivencia.
De todos modos se observan escaramuzas. Respecto a esto comparto algunas cosas. Siempre contaremos con el fanatismo de los conversos, porque de ese modo ellos se sienten más adentro de lo que antes rechazaban y además intentan subir pisando a los leales de siempre que buscan unir o construir en vez de romper. También hay algo de oscuridad en el accionar político que aprovecha estas situaciones para sacudirse las “pulgas” o “purgar” un poco las filas propias de indeseables. Y por último entre todo este ruido y amagues y biribiri, nos metieron un nuevo préstamo que nos va a volver a condicionar el futuro. Tendríamos que haber puesto más énfasis en frenarlo a toda costa, o al menos dejar mucho más en claro ante la sociedad, que esto no la va a devolver el Pueblo como siempre con su sufrimiento, advertirle al FMI que no puede seguir jugando así en la política interna de nuestro país y que la ilegal e ilegítima deuda se las va a tener que cobrar a quienes la pidieron porque el Pueblo argentino ya no le pagará más a su verdugo. Por último mantengo la firme convicción de que aún tiene vigencia el pensamiento de Manuel Belgrano respecto a que todas estas dificultades se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria.

Jorge Malpeli
Militante Justicialista
Magíster en Políticas Públicas
Licenciado en CIencia Política y Relaciones Internacionales
Profesor de Política y Economía