Las empresas Unión Platense y Expreso La Plata, responsables de las líneas 520 y Este, tomaron la decisión de no reemplazar las ventanillas rotas de sus unidades tras el incremento de ataques vandálicos. Los micros que operan en zonas críticas de La Plata y la región ahora circulan sin ventanillas, como medida ante los continuos daños y los elevados costos de reparación.
Desde el 25 de noviembre, se registraron 62 ataques a unidades, mayormente causados por menores que arrojan piedras contra los micros, generando temor entre pasajeros y choferes. La situación es especialmente grave en Ruta 11, a la altura de 610, en Berisso, aunque también se reportaron incidentes en la zona de 604.
La decisión de las empresas busca no solo reducir gastos por reparaciones recurrentes, sino también visibilizar la falta de acción por parte de las autoridades locales y provinciales para abordar la inseguridad en el transporte público.
«Unidad vandalizada»: un llamado de atención
La semana pasada, comenzaron a colocarse carteles con la leyenda «unidad vandalizada» en los micros afectados, utilizando letras rojas sobre fondo blanco para alertar a los usuarios sobre el estado de los vehículos. Esta medida es tanto una solución económica como un intento de concientizar sobre la magnitud del problema.
El impacto de los ataques trasciende lo material. En 2016, un piedrazo a un colectivo de la línea Este provocó la muerte de una persona, recordando los riesgos que estos actos representan para la vida de los pasajeros.
Las empresas esperan que esta drástica medida impulse a las autoridades a implementar acciones más efectivas que garanticen la seguridad de quienes utilizan el transporte público en la región. Mientras tanto, los usuarios deben lidiar con un servicio cada vez más precario, reflejo de una crisis que aún no encuentra solución.