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Los problemas edilicios en las escuelas de La Plata no dan tregua, dice una nota en el portal La Movida Platense. En las últimas horas, los alumnos de la Escuela Primaria N° 2 «Andrés Ferreyra» han visto suspendidas sus clases debido a la falta de agua en el establecimiento ubicado en 9 entre 47 y 48. El malestar entre los padres de la comunidad educativa es palpable, ya que sus hijos no pudieron asistir a clases ni el lunes ni el martes.
Así es que integrantes de la comunidad educativa, se comunicaron con Impulso Baires y contaron que desde los últimos meses del año pasado tienen problemas en su funcionamiento.
Ahora, “la falta de gas en la institución ha privado a los estudiantes de la leche caliente en el desayuno y la comida correspondiente en el horario del almuerzo, situación insostenible considerando que la jornada escolar es de ocho horas”, indicaron.
“La falta de calefacción debido a la ausencia de gas también ha expuesto a los niños y niñas a temperaturas frías dentro de la escuela, resultando en enfermedades frecuentes que interrumpen su asistencia regular a clases”, expresaron.
“Además, los problemas edilicios son alarmantes, incluyendo goteras, falta de electricidad y de agua, entre otros. Estas condiciones han llevado a la interrupción constante del proceso educativo”, consideraron.
Agregaron: “a la crisis se suma la ausencia de docentes y auxiliares por diversos motivos, lo cual complica aún más la situación”.
Sostuvieron que no reciben respuestas del gobernador Axel Kicillof, como tampoco de la gestión del intendente Julio Alak, ni del Consejo Escolar, que está a cargo de Iván Maidana.
Resulta llamativo el silencio del Consejo Escolar, que en lo que va del año mantiene un perfil demasiado bajo ante este tipo de problemática.
“Desde febrero, se han realizado múltiples reclamos y manifestaciones sin obtener respuestas satisfactorias”, dijeron los padres de alumnos.
“Recientemente, las directivas de la institución solicitaron a los padres de familia que colaboren en la remoción de escombros dentro de la escuela, argumentando que representan un peligro para los estudiantes” contaron.
De esa forma el enojo y preocupación en la comunidad educativa crecen: “las familias se sienten frustradas y desamparadas, señalando que no se está garantizando el derecho a la educación de los niños y niñas”.
“La comunidad educativa espera que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para resolver estos problemas. De lo contrario, las familias están dispuestas a tomar acciones más drásticas para asegurar el bienestar y la educación de sus hijos” dijeron y están motorizando una convocatoria para la próxima semana.
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