Una niña fue expulsada de su casa y abandonada en plena calle junto a una maleta con su ropa en el municipio de El Tejar del departamento de Chimaltenango, en Guatemala, a 46 kilómetros de la capital, por lo que ha sido ya rescatada por la Procuraduría General de la Nación (PGN), que ha revelado que, según ha confesado la menor, el progenitor la agredía «frecuentemente» y su madre «lo consentía».
Los primeros en informar de este suceso han sido los Bomberos Municipales Departamentales de El Tejar que señalaron que la niña fue sacada a la calle por sus propios padres, por lo que varios vecinos la vieron en un parque desamparada con maleta en mano y sin ningún adulto responsable junto a ella.
Por ello, los vecinos avisaron a los bomberos y, al llegar, le preguntaron qué hacía sola en ese lugar, a lo que la niña respondió que sus padres la habían dejado allí y que residía cerca del parque, si bien no proporcionó su nombre, ni tampoco reveló el nombre de sus padres o la razón por la que la habían expulsado de su casa.
Ante esta situación, los pobladores le dieron comida, dado que la menor desveló que no había cenado ni había comido en todo el día. Posteriormente, quedó bajo resguardo de la Policía Nacional Civil, de forma que la PGN activó el protocolo de protección por maltrato, a favor de la niña, quien se encuentra a la espera de que sea dada de alta del Hospital del Departamento de Chimaltenango, aunque, según este organismo estatal, su estado de salud es «estable y de forma superficial no se evidencian marcas de violencia». Actualmente, la PGN está evaluando a los familiares que se apersonaron al centro asistencial para determinar su pueden ser «recurso idóneo» y resguardar a la niña.
En sus redes sociales, los Bomberos de El Tejar se preguntó «qué está pasando con nuestra sociedad» y, en este sentido, lamentó que «ya no hay conciencia social», sino que «vamos de mal en peor». Asimismo, esperaron que «Dios perdone y tenga misericordia de esta gente que saca a un pequeño angelito que no pidió venir a este mundo».
Así, este no es el único caso de malos tratos, dado que el pasado 2 de junio, la PNC rescató a un niño de tres años en Chimaltenango, quien presentaba señales de violencia, después de recibir varias denuncias por un supuesto caso de maltrato infantil. Al llegar al lugar, los agentes hallaron al menor con las manos atadas con un alambre, mientras que «a simple vista, se observan golpes y otras señales de violencia en diferentes partes de su cuerpo», según el reporte policial. Asimismo, el niño presentaba signos de desnutrición y abandono, razón por la cual la PGN se hizo cargo del menor hasta finalizar la investigación.
En el mismo departamento, falleció un niño de cuatro años el pasado 10 de junio a consecuencia de los golpes que sufrió. Pese a que fue llevado a la estación de los Bomberos Municipales, nada se pudo hacer por salvarle la vida y únicamente se constató que había muerto por múltiples golpes.
Pese a que la madre del niño indicó que éste fue secuestrado por unas personas y que, posteriormente, fue encontrado golpeado, finalmente se estableció que tanto el padrastro como la madre estaban implicados en este nuevo caso de maltrato infantil con consecuencias letales. Concretamente, la madre reveló que el padrastro había golpeado al menor después de que éste cortara el cable de corriente de una televisión.
Mientras la madre, de 29 años, fue detenida en Chimaltenango acusada del delito de maltrato contra personas menores de edad, el padrastro, de 35 años, fue localizado muerto el 14 de junio en una plantación de caña.
En Guatemala, el delito de maltrato contra personas menores de edad contempla una pena de prisión de dos a cinco años contra quien mediante cualquier acción u omisión provoque a un menor de edad o con incapacidad volitiva o cognitiva daño físico, psicológico, enfermedad o coloque al niño en grave riesgo de padecerlos. En los últimos años, varios vídeos publicados en las redes sociales han permitido detectar casos de maltrato infantil en Guatemala que han provocado el rescate de los menores y la captura de los responsables que habitualmente son familiares cercanos que suelen justificar los malos tratos bajo el argumento de un mal comportamiento por parte de los niños.
