La Liga Profesional de Fútbol lo confirmó. Estudiantes y Vélez disputarán la final de la Supercopa Internacional el domingo 6 de julio a las 15.30 en el Estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini.
El partido se jugará en territorio argentino, pese a que que el reglamento original preveía una sede en el extranjero.
La cancha de Independiente fue elegida como sede neutral para un cruce que genera expectativa, tanto por la historia de ambos clubes como por la polémica que rodea la organización.
Uno de los puntos más cuestionados es la decisión de la AFA de fijar el inicio del mercado de pases recién al día siguiente del partido, lo que impide a los equipos reforzarse con jugadores del exterior para esta final.
Tanto el Pincha como el Fortín llegan con un andar irregular. No obstante, comparten el mérito de haber sido primeros en sus respectivos grupos de la Copa Libertadores. Esto les aseguró un lugar en los octavos de final.
Sin embargo, ambos quedaron eliminados en la Copa Argentina y buscan en este título una revancha rápida en medio de un calendario cargado. Estudiantes sumó solo 16 puntos en sus últimos 16 partidos, mientras que Vélez acumuló 23 en 15 fechas.
El encuentro será clave no solo desde lo deportivo, sino también en lo anímico, en un semestre marcado por altibajos.
Cuándo y dónde se venden las entradas
En los próximos días se anunciarán los detalles sobre la venta de entradas para ambas hinchadas. Se se espera que sea una final con tribunas divididas y mucho color. El ganador se sumará al historial de campeones junto a Racing (2022) y Talleres (2023).
La organización de la Supercopa Internacional también quedó en el centro del debate por la elección del formato y el momento del año en que se disputa.
Con muchos planteles en plena etapa de reestructuración, el duelo aparece casi como una final improvisada. Es que no hay una preparación específica ni un calendario que lo respalde de manera lógica. Aún así, la expectativa crece entre los hinchas. Es que ven en este trofeo una posibilidad concreta de levantar una copa en un año complejo.

Tanto Estudiantes como Vélez podrían utilizar esta final como plataforma de impulso para el segundo semestre. Allí, claro, la prioridad estará puesta en la Copa Libertadores.
El título, más allá de la polémica, representa un premio de valor simbólico e institucional. Por eso, ambos clubes se juegan mucho más que un trofeo: se disputan la chance de acomodar su imagen y relanzar sus campañas.