En una votación que reflejó acuerdos políticos clave, el Concejo Deliberante de La Plata aprobó la Rendición de Cuentas 2024 del intendente Julio Alak, con el respaldo del PRO y la UCR, sumado al oficialismo de Unión por la Patria. La iniciativa, que incluyó también la ejecución presupuestaria del Mercado Regional, el ex Ente Municipal y el EMATUR, fue sancionada por 20 votos contra 4, con el rechazo exclusivo de los concejales de La Libertad Avanza.
Según el informe presentado por el Ejecutivo municipal, el año cerró con ingresos por $277.324 millones y gastos por $219.424 millones, arrojando un superávit de más de $57.900 millones. El área que más recursos ejecutó fue la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, con $105.595 millones, es decir, el 48% del gasto total.
Durante el debate, la presidenta de la Comisión de Hacienda, Micaela Maggio, defendió la gestión, remarcando que la administración de Alak debió afrontar la deuda heredada y que, para ello, se aplicó una política de aumento de tasas y eficiencia del gasto. Además, subrayó la autonomía financiera alcanzada en 2024, con un 55% de ingresos propios frente a un 45% de origen provincial.
Desde la oposición dialoguista, el concejal Gustavo Staffolani (UCR + PRO) justificó su apoyo al expediente como gesto de «apuesta al diálogo», aunque criticó que el Municipio tenga superávit mientras persisten problemas estructurales en salud, educación e infraestructura. También pidió acceso mensual al sistema RAFAM para un control más transparente del gasto público.
Por su parte, Lucía Barbier (PRO) sostuvo que, si bien no comparten el rumbo político de Alak, votaron a favor porque la rendición “está prolija” y cumple con los estándares requeridos, a pesar de la falta de un presupuesto aprobado para 2024. Sin embargo, criticó la falta de obras visibles pese a la fuerte asignación presupuestaria al área de Planeamiento, y cuestionó la ausencia del Municipio en el plano social en un año “de crisis”.
Con este aval legislativo, la gestión de Julio Alak consolida políticamente su primer año, en medio de una coyuntura económica difícil, y con el desafío de responder a las críticas sobre la ejecución real de los fondos en las calles.
