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sábado, julio 6, 2024

El viejo León viene marchando

Para leer

Los vi salir por “la cortada”, una calle angosta de un barrio aplastado entre vías del tren y la autopista. Caminaban como en una procesión, con sus cuerpos extenuados, después de más de una hora con la voz en cuello y de pie en una tribuna que no dejó el más minúsculo espacio. Respiración pincharrata. Emoción pincharrata. Clasificación pincharrata. Esos hinchas que doblaban en edad a otros, el de mayor edad que supo del horror de una «Puerta 12» en un River-Boca, no tuvieron que lamentar una tragedia parecida porque la voluntad de hacer las cosas bien es superior. “Si alguien tuviera problemas de salud, no tendría forma de evacuarlo”, pensaba un amigo. Apretados y sin posibilidad de pedir permiso ni para ir al baño, muchos testimonian no haber visto médicos o paramédicos en la zona de la visitante.
Cosas muy importantes que pasan y que no salen televisadas en el show del fútbol de los campeones del mundo.

Los creyentes de esta religión terminaron junto al plantel (mientras el «Barba» Domínguez siempre desaparece rápido por el túnel en las victorias), y una simbiosis traía en la noche una melodía futbolera que se renueva en campañas extraordinarias como ésta. Atronó en el Estadio Ciudad de Vicente López aquella letra. “Porque los jugadores / me van a demostrar / que salen a ganar / quieren salir campeón / que lo llevan adentro como lo llevo yo…”
Muchos de ellos ya están en la espera de esta tarde noche con el Gremio de Brasil, por Copa Libertadores, donde seguramente aparecerá un remix de canciones, como la del célebre trencito de los casamientos y del cotillón de los grandes cumpleaños. “Eh, meu amigo Charlie / Eh, meu amigo Charlie Brown, Charlie Brown”, que en UNO y desde las 19 será convertido en el clásico “Oh, vamos Pincha vamos / Oh, vamos Pincha vamos / Ponga huevos, que ganamos”.

Faltaba media hora y la tribuna estaba repleta

Hablando de hinchas, vi a uno de Barracas Central enfundado en atuendo árabe, haciendo gala de Qatar 2022 donde el líder político Claudio “Chiqui” Tapia escribió como Presidente de la AFA una estrella al escudo dorado. Para él y tantos locales se trató esta llave de Cuartos de Final el partido más importante de la historia barraqueña: llevan 510 en la AFA (data de la Prensa del club porteño) pero el burbujeo duró poco y Estudiantes no permitió el milagro. Es más, la racha es toda Pincha ante los camioneros, ya que ganó los últimos seis ante este club y los tres anteriores por goleada; 5-1 en 2023, y en 2022, 3-1 en UNO y 6-1 en Huracán. El hincha con atuendo qatarí no podía creer la precisión de Sosa y Palacios y ni hablar de la contundencia de Carrillo (… el que supo jugar al lado de Mbappé). Ante semejante dominio técnico y actitudinal Pincharrata, el barraqueño-qatarí creyó estar viendo a los gloriosos “muchachos” del seleccionado nacional y no un rival por la Copa de la Liga 2024.

Eros Mancuso se ganará aplausos por las proyecciones al vacío, pero también al trabar de lleno la pelota

El fútbol doméstico en busca de un campeón y este cronista descubriendo en la máxima categoría a algunos conocidos de la fauna del Ascenso. Un ex presidente de Defensores de Cambaceres, Marcelo Buian, que fue con su hijo (más hincha del Camba que del Pincha, según reconoció el joven). El presidente de Argentino de Merlo, Agustín Brieva. El “Huevo” Sergio Rondina, que jugó muchos años en Arsenal y como técnico lo ascendió a la máxima. Y una situación que sorprendió en plena entrada en calor, cuando el arquero albirrojo Mansilla antes de volver al vestuario fue a estrecharse en un abrazo con un hombre muy contento, de nombre Diego Aciar, fanático de Ferrocarril Midland, que fue la institución que acunó al «Payo» (como le saben decir al «1»). Le trajo suerte porque lleva 7 partidos cerrando su trabajo con el arco en cero.

Diego Aciar, hombre de Midland que fue a saludar a Matías Mansillas, un héroe deportivo de su club

Cargados de recuerdos, y para cerrar el capítulo ascenso, Alejandro Orfila (uruguayo, 47 años, DT que pese a la eliminación se refirió en conferencia al orgullo de haber estado entre los 8 mejores) había jugado en 2010 en Berisso, en aquel Villa San Carlos que recién le decía hola a una B Metro. Demostraba el típico espíritu de lucha del jugador-obrero al viajar cuatro horas, dos de ida y dos de vuelta, todos los días de entrenamiento, hasta que no aguantó más y rescindió su vinculo. Ya lucía la calvicie. Siete años más tarde se probó como DT y otros otros siete años le llevó debutar como conductor en la A.

La misma pasión pero por una transmisión radial lleva Claudio Fortunato, que para Nuevos Aires FM representó el más experimentado de todo el palco, aunque soportó lo que nunca: un altavoz al lado de su pupitre, que aturdió mucho más al comentarista Andrés Illias. El “Fortunato Gol” va a llegar a los 40 años ininterrumpidos la próxima temporada, con sus vibrantes relatos y el afecto de sus oyentes. El contrapunto de esa trayectoria lo encontramos subiendo las escaleras rumbo a la zona de prensa; Juan Sena, el relator novel que debutó este torneo y llevó la emoción del 3 a 0 por FM Destino, la radio de Gorina. Antes hizo experiencia en las inferiores pinchas en la radio Mística.

«El Colo» López (chomba celeste) en Platense, compartiendo con colegas, Illia, Fortunato y Sena

A pesar de todo el folclore, y que el show nos gusta, alguna vez tendremos que tomar realmente en serio algunos temas. La salud, punto uno. Un aspecto no menor, el respeto. Una sociedad que parece en guerra con el prójimo, y que el sábado nos apenó, nos avergonzó, cuando un sector de la barra del “Guapo” colgó en el alambrado banderas de Gran Bretaña… Lo hicieron durante la salida de los equipos, cuando en medio de la humareda roja, pusieron otras ofensivas muestras hacia los platenses. Una bandera blanca decía en negro “Vende patria” (de un lado el 11 con la palabra traidor —claramente apuntaba a Verón— y del otro lado las islas Malvinas). El tema de las Falklands siempre duele en el alma, y mucho más en un mes de abril donde el mismo fútbol argentino evocó en cada Estadio los 42 años de una guerra que pudo evitarse. Pero el fútbol está en las antípodas de la guerra.

La imprudencia de los hinchas barraqueños. Estas banderas estuvieron solo unos minutos en exhibición

Pero recién se pudo percatar este cronista de ese “decorado” que irritó a todos los Pincharratas, después del gol de Carrillo que ocurrió en la primera llegada a fondo. Guido se fue sacando la lengua, en ese juego de niño que se relame como con un dulce en cada gol. En el segundo acto, otra vez Guido la metió y aumentó su marcha a seis goles en los últimos cinco juegos. Me imagino la emoción llevada a la enésima potencia de sus amigos en Magdalena y la de sus progenitores Laura y Marcelo. Revisando papeles viejos, uno puede disfrutar con la unión de generaciones del pasado con el presente: Guido tuvo un abuelo materno Raúl Mayora que jugó en el Pincha entre 1946 y 1947 (en Tercera y Reserva cuando los domingos se animaba con la tira de los tres partidos). Mayora también era oriundo de Magdalena y centrodelantero como Carrillo. Y en la pesca de los datos, tan atento y presto a embocarla como el 9, está don Darío Caceres, que tiene a mano una joyita: “Es la segunda vez en la historia que Estudiantes juega en condición de neutral en cancha de Platense». La anterior fue por los Octavos de Final de la Copa Británica, ante Tigre, el 4 de abril de 1946. “Pasaron 78 años y 6 días. Curiosamente el Pincha también señaló tres goles aquella vez, triunfando 3-1. No menos curioso resulta el hecho de que hubo otro goleador por duplicado: Francisco Arbios. Y más llamativo aún es que Arbios y Mayora (el abuelo de Guido) compartían el club en la misma época.

Raúl Mayora fue abuelo materno de Guido Carrillo y también era delantero de área

Cancha explotada, fin de mes con malaria y un país que sobrevive a la locura de la motosierra, este fútbol sigue brindando esa sensación gratificante, que dura un rato con la típica euforia, pero también dan el sentido de pertenencia a los hombres de buena fe que siguen una escuela. La emoción del hincha y la exaltación de gritar un gol sigue siendo lo mismo que el primer día. A veces, llegando casi al sollozo por el alegrón, como le vimos al doctor Pablo Stringa (profesional médico, veterinario de reputación internacional e investigador de la Fundación Favaloro) que en sus primeros años de paternidad este triunfo lo vivió más cerca que nunca del equipo de Estudiantes de La Plata: sus dos niños salieron como Escoltas, “Nachito” Stringa de la mano de “Café” Cetré y el más chiquito, Francisco Stringa, encabezó la fila con el “Principe” Sosa. Desde que terminó el partido y volvieron a casa, y al laboratorio, no podía dejar de pensar en la salida de película de esos once leones con sus dos leoncitos.

Sosa va con un «escolta» muy pincha, uno de los hijos del doctor Stringa

Leones, tal como quedó en 1967 cuando se soñaba en la calle 1 y en toda la ciudad con el primer título de un torneo regular. Desde la campaña del Metropolitano (el primer torneo anual por entonces) nació el apodo del León. Así me lo contaba en vida “Tato” Medina, defensor del equipo de Zubeldía. Porque hacía falta un sobrenombre que sea un himno, una expresión contundente de lo que habían forjado como equipo. “Si ellos son el Lobo, nosotros somos el León, el rey de la selva”, recordaba el tucumano —que en paz descansa—, que estaba sentado con un grupo de hinchas viscerales en un banco de la plaza San Martín. El “Tato” era marcapunta izquierdo, un hincha dentro de la cancha, chiquito como el “Rusito” Ascasibar, con fuego en el alma.

Boca superó a River el domingo y la llave no podía ser más especial en una semi entre el Pincha y el Xeneize. Partido que tiene un historial desparejo, ya que los boquenses son los máximos verdugos del historial. Pero siempre hay rachas y razones para intentar hazañas, como los últimos dos partidos que dejó más que felices a los de Eduardo Domínguez (la clasificación a la final de la Copa Argentina 2023 y el 1-0 por Correa de una reciente noche lluviosa).
Ahora bien, ¿podrá ganarle tres veces seguidas al cuco? Alguno dirá que por penales alcanza y sobra, mientras otro acudirá a las estadisticas y recordará que sí, que incluso existió una serie de 4 victorias al hilo, que se sellaba con un triunfazo 2 a 1 en el estadio de Quilmes, el sábado 26 de septiembre de 2009. El Pincha era campeón de América y de la mano de Sabella le ganaba 2-1 con goles de Calderón (el número 300 de su trayectoria) y Enzo Pérez, descontando Palermo. Si, hasta cuatro partidos duró aquellos placenteros encuentros…

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