La reunión entre empresarios del transporte y la Unión Tranviarios Automotor (UTA) fracasó este miércoles, por lo que el paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sigue confirmado para este viernes 28 de marzo. La medida de fuerza, que afectaría a millones de usuarios, responde a un conflicto salarial que se ha agravado en las últimas semanas.
Desde el gremio que encabeza Roberto Fernández, responsabilizan al Gobierno nacional por bloquear cualquier avance en las negociaciones, luego de que la Secretaría de Transporte decidiera no habilitar aumentos en los sueldos de los choferes hasta junio. Según denuncian, la readecuación de subsidios a las empresas en febrero no contempló mejoras salariales para los trabajadores.
«El encuentro fue negativo y ratificamos la medida por 24 horas», aseguraron fuentes del sindicato citadas por Crónica, aunque desde el Ministerio de Trabajo convocaron a una nueva reunión el 3 de abril para intentar destrabar el conflicto.
¿Puede evitarse el paro de micros?
A pesar del fracaso en la negociación, aún existe la posibilidad de que el Gobierno dicte la conciliación obligatoria, lo que podría frenar la medida de fuerza. De hecho, la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (AAETA) ya solicitó formalmente la intervención del Estado para evitar la paralización del servicio.
En este sentido, el Ministerio de Trabajo instó a ambas partes a «extremar esfuerzos para acercar posiciones en aras del mantenimiento de la paz social» y fijó una nueva audiencia virtual para el jueves de la próxima semana.
El reclamo salarial de los choferes
Desde la UTA denunciaron que el salario básico de un chofer ronda los $1.200.000, cifra que consideran insuficiente frente a la inflación y el costo de vida actual. «Los funcionarios de Transporte se esconden y nos empujan al conflicto, sin resolver la estructura de costos ni habilitar incrementos salariales», expresaron a través de un comunicado.
El conflicto genera gran preocupación entre los usuarios, ya que un eventual paro afectaría a millones de personas que dependen del transporte público en el AMBA y también en La Plata. Mientras tanto, la incertidumbre sigue en aumento, a la espera de una posible intervención del Gobierno para evitar la huelga.