El avance de la causa por facturas truchas que investiga a la contadora Natalia Foresio ya dejó de ser un expediente contable para transformarse en un verdadero sismo político en la ciudad de La Plata. A medida que la investigación avanza, aparecen nombres conocidos, vínculos con el poder local y un entramado de relaciones que conecta a empresarios, exfuncionarios y espacios estratégicos del universo PRO.
Uno de los escenarios donde confluyen muchas de estas piezas es el tradicional Club de Rugby San Luis, ubicado en La Loma, que históricamente contó con la participación activa del exintendente Julio Garro, tanto como jugador en su juventud como luego en su rol político. Pero en los últimos días, esa relación deportiva quedó en segundo plano: el club aparece como punto de encuentro de varios de los empresarios ahora salpicados por la causa judicial.
Empresarios, sponsors y vínculos
Entre los nombres que trascendieron en la causa aparece Jorge Gibert, titular del Estudio Gibert, una firma local dedicada al desarrollo inmobiliario. Gibert no solo fue un habitual visitante de los despachos municipales durante el gobierno de Garro, sino que también es miembro de la comisión directiva del Club San Luis y sponsor activo, con presencia en cartelería y redes del club.

Otro de los actores clave es el Grupo Pose, conformado por empresas como Pose S.A., Construyo al Costo, Bricsa y Sygsa. Según consta en su propia web institucional, este holding empresarial argentino cuenta con más de 1.500 empleados y una facturación anual de $15.000 millones. Durante la gestión del PRO en La Plata, el grupo fue beneficiado con contratos de obra pública y creció en el sector inmobiliario. También fue sponsor del Club San Luis y actualmente emplea a varios exfuncionarios de la gestión Garro, entre ellos, José “Pepe” Etchart Mandón, exsecretario de Espacios Públicos.

La firma Sygsa, parte del mismo grupo, fue señalada en círculos políticos como una de las más elegidas por exfuncionarios para invertir en “departamentos de pozo”. Las sospechas apuntan a que estas operaciones podrían haber estado mediadas por maniobras de facturación irregular o triangulaciones para blanquear ingresos.
Vonharv, catering y actos políticos
Otro de los espacios mencionados en la investigación es el salón de eventos Vonharv, donde se realizaron numerosos actos del PRO y, más recientemente, de La Libertad Avanza. El lugar, que ya había generado sospechas por su infraestructura desproporcionada para la ciudad, tuvo durante cinco años el servicio de catering a cargo del empresario Carlos Cosoli.
Cosoli, también vinculado al Club San Luis, es titular de la desarrolladora inmobiliaria Los Cardales, que tuvo un crecimiento exponencial durante los dos mandatos de Garro y recibió múltiples autorizaciones municipales para urbanizaciones en zonas rurales. Su nombre también aparece en conversaciones privadas como uno de los empresarios “seducidos” para invertir parte de su capital líquido en proyectos inmobiliarios con respaldo político.

Una red bajo investigación
Aunque por el momento ni Gibert, ni Cosoli, ni los empresarios del Grupo Pose fueron formalmente imputados en la causa, fuentes judiciales confirmaron que la línea investigativa avanza sobre el entramado de relaciones entre estas firmas, exfuncionarios municipales y las maniobras contables detectadas en los registros de Foresio.
El Club San Luis, lejos de ser solo un escenario deportivo, aparece como un punto de contacto entre actores políticos y económicos que dominaron la escena platense durante los años de gestión de Juntos por el Cambio. La justicia ahora busca determinar si esos vínculos también sirvieron de plataforma para un esquema de evasión fiscal, blanqueo de fondos y beneficios cruzados entre el sector público y privado.