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  • Estrella: sorpresas y valores que reivindican el viejo amor a la camiseta

    Estrella: sorpresas y valores que reivindican el viejo amor a la camiseta

    En Berisso hay una cancha que es un libro de treinta años de historias. En Berisso hay una cultura por el fútbol que empieza antes de la AFA, en las primeras décadas del siglo XX, cuando un Lauri, un Morgada y un Fidel aparecieron en Estrella y le «pasaron» esas fantasías animadas a la primera de Estudiantes de La Plata (a Lauri, uno de los profesores) y a los triperos de Gimnasia (a Ismael y a Ajito, figuras de El Expreso).
    En Berisso, en esa cancha, el lunes hubo fútbol y el cielo nuboso, el ambiente húmedo, y hasta los mil problemas cotidianos se sacudieron en un instante. Cuando salió Estrella para jugarle a CRISFA y lo hizo como se hace en la Liga: a cara de perro. Veintidós muchachos con su musculatura tensa y los tres árbitros se ubicaron en la posición de saludo mundialista, cuando se vio el pasito a pasito de dos humanos, ligados a los visitantes, dos caras amiga del Club Atlético Estrella: el «Viejo» Pablo Cazzulo y el inefable Diego Cianflone. Con sentida emoción, se acercó Marcelo Vicente (del equipo de Prensa) para agradecer en nombre de la comisión directiva y de la gran familia albinegra a dos que, si bien no vistieron cortos, son sinónimo de docencia, de empuje, de fidelidad.
    A capela, como se ve en el video, apuntaló:
    “A Pablo Cazzulo, dirigente de Estrella durante muchos años; una institución dentro de la institución”. Los jugadores aplaudían y al señor delgado, próximo a las ochenta primaveras, se le aguanta en la boca el llanto. Está acostumbrado a no quejarse. De hecho, en octubre de 2023 no pudo estar en el homenaje a las camadas de jugadores, técnicos y dirigentes de los años 60’s y 70’s, por cuidados de salud. Pablo, que ya no fuma, tiene la impronta del tanguero, o del inmigrante, sabe de días y de noches transitando adoquinados.
    A su lado, con aspecto de pibe de barrio, Cianflone, estudioso DT, dice que tuvo el honor… Y es cierto, a unos días del partidos puede sentirse visitante ilustre. “Diego es uno de los técnicos que llevó a lo más alto a nuestro Estrella”.

    Cianflone y Cazzullo, abrazados. Son de CRISFA, pero han vivido historia pura en Estrella

    Ahora sí, el referí los llamaba al juego. Los dos hombres se abrazan y dan media vuelta que es como recordar tantas vueltas olímpicas. Los bombos y su ronquido llevan la música de los viejos campeones. El Flaco y Diego caminan y ya saben que son rivales por 90 minutos y empieza el partido. Nadie puede adivinar quién ganará y menos el destino de este torneo Apertura 2025 que recién abre la puerta. Ellos vuelve a recordar, que no solo es un resultado, sino que la Liga y el club de barrio reúne la esencia de lo más preciado, el calor humano que se dimensiona en soledad, en el pecho, cuando se cruzan con el amigo del que se habían alejado.

    PABLO, EL FLACO, AHORA “EL VIEJO” CAZZULO
    Nació el 21 de octubre del ’46 y “no se casó porque estuvo siempre en Estrella”, bromea la hermana Ana. El hombre que levantó los brazos hacia los dos costados de la cancha, simplemente cosechaba lo que todo ser humano anhela: afecto, respeto. No hizo goles para Estrella, pero durante cuatro décadas fue hombre de la causa social, de las corridas del dirigente de bien público. Y gritó goles de su hermano “El Colorado”, notable wing. Eran niños cuando llegaron de Guaminí, y Pablito salió a trabajar de diariero.
    —¿Cuando te fuiste de Berisso?
    —(sin dudar) Desde el ’90 vivo en La Plata, pero seguí viniendo a Estrella hasta el 2000. Y trabajando por el club en la Liga.

    Pablo, un bohemio, un pasional. De Boca nació y con la Liga y sus clubes se quedó a vivir

    Pablo encontró una continuidad en las canchas con CRISFA, cercano a su casa, pero con una razón más: la hija de su hermana Ana, Daniela, fue mamá de Bruno y Franco, nacidos en 2003 y 2004, los sobrinos nietos del actual directivo.
    Con CRISFA pasó de todo (hasta jugar un Federal) y vio crecer al club. Cuida minuciosamente del control de planillas y provoca admiración por su calma, con salidas graciosas y oportunas. Se lleva bien con todos los árbitros.
    Pero las visitas a Estrella son muy especiales. Porque ahí está el recuerdo de los mejores amigos. Pero también puede encontrar a otras amistades de «La Cebra» que hoy están en otros barrios. Por ejemplo, fueron a ADIP la fecha anterior, donde los saludos fueron con María Inés Barroso, la hermana del técnico famoso de los años setenta, Oscar Pedro Barroso. Con él, consiguieron un par de “estrellitas” en 1970 y 1988, y en ambas etapas Pablo fue dirigente.
    Y por si la fecha se empecinara en dar otro aliciente a su espíritu de liguero eterno, en Reserva jugaron juntos Bruno y Franco.

    Bruno y Franco, desde la cuna en CRISFA. El color del barrio ya está en la sangre del tío Pablo

    DIEGO, OTRO FLACO ENAMORADO DE LA LIGA

    —¿Vas a ver el partido el lunes?
    —Por ahí caigo sobre la hora, pero seguro voy…
    —Confirmame, te quiero regalar una remerita
    La charla fue varios días antes del Estrella-CRISFA, entre el entrenador Damián Zein (símbolo futbolístico de las “Cebras”) y Diego Cianflone (coordinador hoy de los seleccionados de la Liga Amateur Platense). Dos zorros en el armado de grupos y diseños de estrategias y tácticas.
    Cianflone «nació» en CRISFA, caminó el barrio, la escuela Castañeda y está en lo organizacional desde la fundación de los juveniles y dijo presente el día 1 en la LAPF. Sin embargo, tuvo una década de oro en Estrella, cuando viajaba todos los días de La Plata a Berisso. «Me sentía un berissense más, terminé siendo uno con todos ellos”, describió post reconocimiento sorpresa.
    “Venía de otro club que no había jugado todavía en la Liga, lo dirigí en juveniles mayores desde 1998 a 2006, y ese año llego a dirigir la Cuarta de Estrella. Al mes subo a trabajar en dupla en Primera, con Tony Sparvieri al mando del mejor equipo de la Liga, con 28 años yo creía que era Scaloni”, sonríe Diego, para poner un sinónimo pícaro. Y agradeció, aplaudió, vio la emoción parecida a la de Cazzullo, porque a este club que no es el suyo desde el origen, lo siente en un rincón del alma.

    Cianflone recibió del presidente Nuccetelli un hermoso cuadro aquel tricampeón 2007-08

    Y de la camada de cracks berissenses volvió a reencontrarse con Enzo Oviedo, Alan Riel, Mauro Dubini, el Galgo Benítez y el Turco Azar. Fueron tricampeones, la segunda vez que un club liguista metía esa racha. Y de la memoria surgían naturalmente otros muchachos, que tenían casi su misma edad cuando él entró al difícil vestuario de un club con tradición ganadora: “Benítez, que es ’77 igual que yo, Jones, Muela. En suma, me quedé una década, como DT y una tiempo de coordinador. Cada vez que voy, lo siento como mi casa”.

    EL PARTIDO TERMINÓ CON UN GOLAZO EN EL VESTUARIO
    Enzo Oviedo era un niño que apenas se sacó los pañales pateó cuanto objeto rodara por su casa. Empezó en Centro Residentes Santiagueños y en Deportivo Berisso, hasta que a los 11 se puso una camiseta que le queda muy bien. Una que no se va a sacar más.
    La jornada del lunes terminó. Caminó cansado hasta el vestuario, donde las luces eran más tenues; alguien ordenó no prenderlas, y «la jugada preparada” surtió efecto una vez que estaban todos adentro, casi un espacio bendito.
    Por la puertita ingresaron las dos hijas del 10 de Estrella, la más chiquita, con una torta y la velita encendida. Los compañeros estallaron en aplausos. Enzo cumplía años ese mismo día. Con la camiseta transpirada, y el festejo doble porque “los 40 llegaron con un triunfo”. El mismo hombre que ayer era un juvenil cuando Cianflone empezaba a dirigir. Y que Cazzullo conocía desde chico. Todo parecía cerrar en el feriado por la memoria, que tenía una versión muy feliz, la del fútbol amateur, que respira y vive en nombre del amor a una camiseta.

    Enzo y su hijo Simón, el plantel canta, y Amanda es la sonrisa del triunfo en la vida
  • Liga Amateur: en el año 112 de su creación, volvió a la cancha con 15 mil jugadores en el masculino

    Liga Amateur: en el año 112 de su creación, volvió a la cancha con 15 mil jugadores en el masculino

    Liga Amateur Platense de Fútbol, año 112 desde su creación. Más que una competencia, una forma de permanecer entre afectos, en una gran familia. Los del Torneo Masculino ya están en su mundo, el Femenino sale a las pistas el 23 de marzo y el Proyección arranca el primer fin de semana de abril. Hay de todo: obras de la dirigencia, movida de la prensa y sueños incalculables que nacen en un vestuario

    Esta ciudad y las vecinas son un gran asentamiento humano, con partes fijas para el reencuentro, las canchas, donde los liguistas sentimos un placer particular por las personas y sus actividades. Jugadores, la razón de tanta pasión; entrenadores, condimento que lleva más estrés que divertimento; y dirigentes sociales, próceres, abnegados y románticos: “Los clubes siempre están progresando por motus propio”, da en el blanco uno de los más longevos.

    Arranca hoy y no fue ayer con los equipos superiores, porque jugó Estudiantes de local y obligó a correr la fecha amateur. La ciencia ha dado agilidad y transparencia al fichaje. Un vistazo al Masculino nos dan el cálculo frío de 15.000 jugadores que han comenzado el 2025, este fin de semana (número que abarca desde la Primera División a la más pequeña de las infantiles: la 2018).
    Luego del introito por la lluvia, ayer hubo Juveniles, y hoy abrió a las 11 horas con la Cuarta, el Senior a las 13 horas, la Tercera, 14.30, y la Primera 16.30.
    Por la Divisional A: Unidos de Olmos c. San Lorenzo,  Alumni c. Gonnet, Ringuelet c. CRISFA, ADIP c. Nueva Alianza, Estrella c. Las Malvinas, Iris c. CRIBA, Brandsen c. Tolosano, Everton c. Los Hornos.
    Y va la B: La Plata c. Expreso Rojo, For Ever c. San Martín, Comunidad Rural c. Peñarol, Tricolores c. Def. de City Bell, Argentino Juvenil c. Villa Montoro, Romerense c. Talleres, 5 de Mayo c. Villa Lenci, Porteño c. Curuzú Cuatiá.

    Asociación Coronel Brandsen cumple 40 años de Lga

    UNA FEDERACIÓN (HOY LIGA) NACIDA ENTRE PERIODISTAS
    Frente a un teclado, recuerdo que esta historia nació de reuniones cinco periodistas en un diario platense desaparecido. Eran un puñado de clubes, una docena, que dirimían honores en la gramilla. Acaso muy pocas frente a la magnitud de las cuarenta hoy afiliadas, pero en el año 1913 también eran pocas las novedades en esta ciudad: un censo contaba entonces 17.000 casas… ¡Eramos tan pocos!

    Hoy son cuatro los medios puramente liguistas: Pase a la Liga, Cancheros, Locos x la Liga, 1.21 (éste último con el aporte audiovisual en despliegue técnico a la altura de un canal de cable, en vivo, sintonizando por Youtube (internet). Un relator histórico como don Ramiro Martínez prepara su garganta para el primer gol, ¿será de Unidos o de San Lorenzo? Ojalá no nos dejen el gusto de cero a cero; esperamos por los comentarios de Germán Testa y las notas en campo de juego de Nicolás Intruvini, un equipo que viene firme desde 2022.
    Con paldadar de hinchas, ubicamos dos transmisiones partidarias: For Ever y su gente (FM 99.7, Nuevos Aires, miércoles de 19 a 21), con Mario Puhl, por segundo año consecutivo. Además, salen con el partido de hoy ante San Martín, a partir de las 16 por aire o por el sitio www.nuevosairesfm.com.ar.
    En la misma emisora, Puhl conducirá el aire de Pase a la Liga radio, cada miércoles a las 17, con la compañía del periodista Mauricio Zamudio y el aporte de Marcos Torres y el popular “Carita” Hernández, coordinados por Florencia Molina (también difusora del fútbol amateur platense por La Redonda).

    En los estudios de la 99.7, ahora se escuchará Pase a la Liga

    Para tener en cuenta, el debut de un espacio de San Martín, que se podrá ubicar como La Previa de la Liga (Youtube: máximo dario fotografía), cada miércoles a las 21, y con transmisiones en vivo. Se anuncia el partido de la 2da fecha, en 58 y 145, el clásico ante Comunidad Rural, con la «transmi» del partido. Su mentor Darío Russi siente el orgullo de estar con los colores del barrio, y tendrá la oportunidad de estrenar una cabina, donde filmarán los encuentros de la primera división del Celeste, que servirán para el videoanálisis del DT Luis «Tito» Cruz, “un amigo de la infancia”. ¡Todo suma por el objetivo de llegar a una gran campaña!

    En la historia de la Liga, existieron camadas de periodistas de muy buenas cualidades, en todas las épocas. Pero cuesta llevar al aire la campaña de un club amateur. En ADIP, por citar un ejemplo, vimos en la década pasada a Grito de gol naranja, que surgió en el Federal B de 2016 y se mantuvo relatando en la Liga local, con un par de colegas como Justo Ferella (ahora TyC Play, FM Cielo) y Beltrán Miguel (0221.com.ar y Estudiantes Play). Según contó Manuel Mendicino, presidente de la institución ubicada en Gonnet, “queremos volver a tener ese espacio, incluso con notitas de color en la semana, pero de momento estamos con el proyecto comunicacional a través de las redes del club”.

    INGENIO Y ECONOMÍA PARA LA COMODIDAD DEL JUGADOR

    Curuzú Cuatiá tiene su predio desde 1972, el José Terrier. Y este año le pondrá nombre al vestuario local, Horacio Aldonatte, un homenaje post mortem a un armador de grupos con muchos éxitos en esa cancha y en Cambaceres. La actual CD reacondicionó el espacio íntimo donde se visten y duchan los deportistas, y realizarán un acto con presencia de los familiares del «Pelado».
    Según pudimos averiguar, trabajó con placer en esta obra uno de los dirigentes entrañables, José Goncalves (52 años ininterrumpidos en el club de Villa Elisa). Con su oficio de ferretero encontró precio y mostró su mano fina para la obra. Como dato al margen, José afirmó que decidió vender su comercio “Lo de José”, que estaba a metros de la sede de Curuzú, de lo cual se desprende que en su nueva etapa de jubilado va a tener más tiempo para ayudar a la entidad de bien público.

    LOS CHICOS QUE ENGRANDECEN EL ALMA LIGUISTA

    En la casa del fútbol amateur, Agustín Padrón firmó y a los dos días debutó en Ringuelet

    Agustín Padrón es de Autonomía, el club de infantiles donde tomó cariño por el fútbol, aprendiendo, jugando. Y ayer dio un saltito, al nivel cancha grande, para C.F. Ringuelet.
    El jueves charlamos en la puerta de la Liga Amateur, acompañado de su madre, y entusiasmado para firmar los papeles y llegar habilitado para el partido con Alumni.
    Nacido el 18 de marzo de 2013 (falta poco para los 12) dialogó con soltura y fue rápido para las respuestas.
    “Chanchi” o “El Dibu” entró en el segundo tiempo, y estuvo bien en un par de mano a mano, contó su papá Pablo Padrón, ex presi de Autonomía.
    El arco grande no es algo fácil para los niños, y quiere mejorar día a día, eligiendo concurrir a la escuela de arqueros de Leandro Cortizo (CEFARQ). “Atajé de chiquito, me gustó bastante y después dejé no sé por qué, pero ahora empecé de nuevo. Atajé en un amistoso y me vieron bien”, agregó el pichón. Su mamá Romina Roca, quien dio a luz a otros dos varones en la casa, ya sabe que habrá días en que tendrá dos partidos.
    Según Agustín, “la escuela es obligación, me gusta matemáticas, lo otro no tanto, pero lo tengo que hacer”, indicó.

  • El Lobo y los Seniors: un camino en la vida para todo ex jugador

    El Lobo y los Seniors: un camino en la vida para todo ex jugador

    ¿Qué cuantos años tengo? ¡Qué importa eso!
    ¡Tengo la edad que quiero y siento!
    La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso.
    Hacer lo que deseo sin miedo al fracaso o a lo desconocido.
    (José Saramago)

    Gimnasia se avecina a la década de fútbol Seniors, un camino que se transita sin presiones, con más sabiduría que atropellos juveniles, un camino en el que Fabián Noce, primo del popular «1» de los ’90, fue un adelantado. Con el carnet de DT y un intento por llegar que se truncó en juveniles (la ’69), con muchas relaciones dentro del club y en la Liga, juntó números de celulares y voluntades. Los exjugadores que se mantuvieran activos podían representar al Lobo. «Estás loco, no vas a tener suerte. ¿Juntarlos…? En Gimnasia eso es más dificil».

    La premisa fue «basta con que haber sido Basurero alguna vez, en el infantil, el amateur, ser reservista o saltar a la Primera (esas figuras codiciadas, entre las que siempre estuvo Darío Ortíz).
    El mercado de pases no existe, se siente en la mirada y las ganas, como arreglaban de palabra. Fabián y la propuesta que despertaba la sonrisa: «Aunque hayas jugado el torneo Víctor Nethol, un partido, ya estás habilitado». ¿Se acuerdan de la canchita chica debajo de la ochava de 60 y aquella competencia de pibes en los veranos?.
    El árbol de este Senior creció y el fruto se saboreaba entre las cenas, los partidos, los que se presentaron porque jamás se habían visto y mucho menos jugado juntos, y se dieron los éxitos: siete copitas en distintos torneos. La performance en los clásicos los dejó arriba. Hasta octubre del 2024 que llegó el recambio, con el fin del ciclo del entrenador y mentor, que volcó en un párrafo de su Facebook toda la esenci: “Son 8 años de nuestras vidas, que le quitamos tal vez a la familia, pero esa familia también nos pudo ver orgullosos transpirando la azul y blanca. Nos vieron levantando copas y volviendo a empezar también”.

    En junio, Gimnasia participó de una serie de amistosos en San Luis

    Continúa el show, como tantas veces… Alguien que pueda, sepa y sienta. Llegó Gabriel Cufré, recomendado por Noce. Hay figuras del fútbol de los ochenta, Oscar Olivera, que se dio el gusto de festejar los sesenta con la cinta puesta. “Vengo a divertirme», dice con una sonrisa de tercer tiempo, y la corriente de la vida que otra vez lo lleva a un vestuario, como en Primera, «con el «Colo Bastía, él me dirige en el más 50, un fenómeno. Pero vengo cuando puedo porque estoy con un compromiso con Independiente». En Avellaneda, el «Dogo» Olivera dejó amistades y está invitado a colaborar siempre, hoy en el +35, con leyendas rojas de los 2000: “Toti” Rios, Parra, Matheu, Fredes, Caggiano, Montenegro.

    Nicolás Restivo, Gonzalo Santa María (PF), «Tete» Tau, Gaby Cufré y Santiago Herrera

    ¿Llegará a ser oficial el Senior? Hay quienes arriesgan a quitar los signos de interrogación. Es cuestión de un tiempo. Sin embargo, hoy ninguna de las competencias es reconocida por AFA.
    Se mezclan equipos en fixtures y tablas de posiciones de distintos organismos independientes. Está el organizado por la Casa del Futbolista (una mutual de «ex»); la Liga Seniors del Fútbol Argentino (iniciales LSFA, con logo parecido al de la Liga Profesional que añade confusión a los que navegan en redes y no investigan); existe otro que se disputa regularmente y llaman el de las Estrellas… Pero las estrellitas son de River, y ¡falta el mundo Boca! Indudablemente, así desafina el piano de la orquesta y deja con sabor a poco el mundillo +35, +45, +50.
    Las noches de competencia tiene otro mojón: las instituciones con impronta del Ascenso se organizan en un desafío más. Además, se ha puesto de moda una Copa Argentina, con clubes de distintas latitudes, pero ni por asomo está la casa madre del fútbol en esta historia. Por ahora…

    Presentación de la nueva Liga Senior Fútbol Argentino en 2024

    COMPETIR Y DISFRUTAR, A CUALQUIER HORA
    “Pinta para ser más competitivo”, advierte Gabriel Cufré, conductor de Gimnasia y Esgrima La Plata, hermano de Leandro (ex Selección Argentina y hoy técnico de Venezuela en su sueño mundialista). Gaby arrancó con los pibes en el 2000. Está junto a José “El Tete” Tau, otro motivador del grupo. En el teléfono guardan una emoción durante la consagración en el predio Tita Matiuzzi, cuando vencieron a Racing Club en mayores de 35, un trofeo y una locura coincidente con el Día del hincha de Gimnasia.
    Movilizarse es una parte no menor de los planteles, ya que cada una de las jornadas se inicia a las 22, un día de semana, y si es de visita en el Conurbano, significará volver a casa a las 2.

    Ariel Ortega, la 10 de River, en una noche competitiva del Senior

    Consultado “Rolo” Suárez, miembro de comisión directiva de Gimnasia, asegura que “desde que ganamos las últimas elecciones decidimos trabajar en conjunto”. Entre los beneficios se destaca la disponibilidad del predio El Bosquecito, en Berisso, desde abril del año pasado. Para entrenar como para ser locales, una cancha de sintético bien iluminada les dio un salto de calidad. Además, se mejoró el sistema de duchas a partir de la adquisición de una bomba de agua. Toda la indumentaria (menos los botines) son de la utilería del club. Así las cosas, ya no tienen que alquilar en Berazategui.
    Recientemente, dos títulos de Plata en +35 y un segundo lugar en +45 confirmaron el buen ciclo que vive El Lobo que, pese a la salida de Fabián Noce, sigue con los colmillos afilados.

    En el predio de Racing, la danza de Lobos en una conqjuista de mayores de 35

    2024 marcó para los clubes de la ciudad un ejemplo de organización. Mientras Estudiantes se presentó en Perú, Gimnasia viajó a San Luis. La “jauría” se alojó en una Residencia de la Universidad de la Ciudad de la Punta, invitado por la Secretaria de Deportes y la Liga Senior de dicha provincia. En ambos casos, el disfrute del paseo y la dieta, amistosos, relaciones, momentos.
    El mundo Senior reconoce en los platenses una pasión y un gran compromiso. De los clubes fuertes, son catorce camisetas de primera que transitan la diversidad de torneos veteranos: River, Independiente, San Lorenzo, Huracán, Argentinos, Vélez, Platense, Tigre, Banfield y Lanús.
    Hasta el momento, es común ver el “mix” de certamenes en los que se topan clubes de la A con los de la C.

    UNA CONEXIÓN DESDE EL ALMA
    Sin salarios, en época crítica para los bolsillos, los compañeros del fútbol amateur vuelven a darse cuenta del valor de estar unidos, de la pertenencia, del «nosotros». Muchachos nacidos en la ciudad o adoptivos, muy buenas individualidades en lo técnico, quizás sin el respaldo de un apellido, de haber «llegado», pero hubo quienes han galopado en las divisiones inferiores.
    A cada quien le llega su propia fortuna y así lo vive un metedor de 49 años, Santiago Herrera; en su adolescencia se destacó en LISFI y el tren se fue sin fichar en AFA y recalar en la Liga: «A esta edad se me dio, pude estar a la altura pasando por los tres equipos seniors y metiendo goles», remarcó el hoy abogado.
    Desde que Gimnasia invitó a esta fiesta, participaron unos doscientos hombres. Hubo gente de aquel subcampeonato histórico del Clausura 1995, Sergio Dopazo y Mario Saccone (el goleador histórico, hoy en senior Defensa y Justicia). Y otros «menos» famosos pero que aquí son lo «más» en cantidad de partidos, el defensor Gustavo Bengoa (1970) y el mediocampista Cristian Arturi (1968), fundadores del Senior.
    Tiempo atrás, antes de la pandemia, Mariano Cowen era habitué y calzaba la 9. Ya presidente decidió colgar los botines y apareció para la presentación de las camisetas, con «Messerita» y Lucas Licht.

    Messera, Cowen y Lucas Licht. Desde abril de 2024 Gimnasia es local en El Bosquecito

    Se ven muchos hermanos de la vida, y los de sangre. En una época estuvieron el «Tano» Rolando Mannarino y Fernando Mannarino. Hoy están los Veloso (José, clase ’83, pasado infantil en el Lobo, y Alejandro, un ’88 que hizo juveniles). También está Ezequiel Bolívar, hermano del ex de la 1ª Agustín Bolívar.
    Lucas Licht se llevó la Copa de Plata dos veces, pero debe estar con ganas de hacerlo con su hermano Pablo Licht (seis años mayor), que en diálogo con este periodista lo tira al universo para que se dé: «Quiero jugar un partido con Lucas… quizás por eso no dejé todavía el fútbol. Lucas cumple 44 y falta para que esté en el 45, y no creo que yo pueda bajar al +35 para jugar al lado suyo… Hay que esperar», dice respetuosamente.
    En la abundancoa de jugadores, contamos en la trilogía de plantelesa ex futbolistas con historia en el fútbol grande. En orden alfabético…
    Bastía, Omar. El Colorado va dejando los botines mientras ordena al +50. Un wing de los años ’80 llegado de Argentino de Rosario.
    Bengoa, Gustavo: Infaltable. El marplatense debutó en 1992 en una defensa con San Esteban, Ortíz y Saraiba. El «Parsa” jugó 6 veces en 1a. División.
    Cardozo, Marcelo: Clase ’87, “Palito”. En 2007 pegó el salto a la Primera con Maturana. Fue Sub 20.
    Casado, Pablo:
    Nunca jugó en GELP y tuvo una prueba en el Pincha (amistoso de verano de 1997), sin embargo, fue un 10 genial de Cambaceres, Morón, Defensa y Brown.
    Cupertino, Juan:
    Se sumó un par de noches a fines de 2024. El bolivarense clase ’85 fue profesional 5 años sin llegar a debutar. Campeón con San Carlos en la «C» 2009.
    Dueña, Gustavo: “El Rifle” es una cara conocida del Senior. Debutó en la era Ramaciotti-Sbrissa y se afianzó con Griguol.
    Mansilla, Leonardo: De Berisso, ’77, “El Ruso” y fornido zaguero que debutó con Gregorio Pérez en el 2000.
    Merlo, Jorge:
    El «Negro», un inclaudicable del fútbol. Clase ’67, con 82 partidos en el Lobo entre 1988 y 1991.
    Messera, Mariano: “Potrerito” está anotado, pero no pudo debutar aún. Aquel pibe de oro de la ’78 que descolló en la primera entre 1997 y 2002, con 39 tantos, tiene otros grupos de amigos con los que empeñó la palabra.
    Olivera, Oscar: El chaqueño siempre está. Con 117 partidos en 1ª mens sana (86-87 y 89-90). Juega en el +50.
    Saffores, Joaquín: El “Oreja” surgió de Hernández en la ’72, llegó a 1ª mens sana y festejó la Copa Centenario. Pasó por Arg. de Quilmes y Camba.
    Seevald, Maximiliano: Ex figura de Cambaceres en la B Metro y varias veces campeón con CRIBA en la Liga.
    Novarini, Javier: De la ’66, formado en GELP, y ex profesional en Platense y Belgrano de Córdoba. Hoy DT de Villa Montoro.

    Cuerpo Técnico y dirigencia
    Gabriel Cufre (Director técnico general y DT +45).
    José Antonio Tau (administración en la Liga y DT +35)
    Omar Bastia (DT +50)
    Preparador físico: Gonzalo Santa María.
    Administración contable: Maximiliano Rusconi.
    Directivo: Rolando “Rolo” Suárez.

    Formaciones base durante 2024
    Cat. +50:
    Hugo Marquez; Oscar Olivera, Maximiliano Rusconi, Gustavo Bengoa, Ramón Rosales ó Ricardo Pacchialat; Leandro Milman ó Néstor García, Cristian Arturi o Adrián Simonte, Félix Paternoster ó Alberto Millán; Pablo Rodríguez, Javier Barcena, Silvio Mondazzi ó Santiago Herrera.
    Cat. +45: José Tau ó Bermejo; Juan Atanasof ó Darío Billani, Sebastián Sofia, Martin Prado, Nicolás Restivo; Lucas Chamorro ó Mario Alvarez Cornejo, Pablo Farías ó Gastón Ruz, Pablo Licht; Martín Encinas Basso, Pablo Casado ó Ciro Volante y Alejandro Rodríguez ó Santiago Herrera.
    Cat. +35: Mariano Negri ó Juan Cupertino; Alejandro Veloso, Mariano Ayrala o Nicolás Restivo, Leonardo Mansilla ó Gabriel Ramírez, Marcelo Cardozo ó José Veloso; Jonathan Vevenis, Carlos Piris ó Sebastián Collado, Lucas Licht; Juan Pablo Pratto, Jonathan Villavicencio ó Quinto y Jorge Equisito ó Quinteros.
    La cuenta instagram seniorgelpoficial.
    Vuelta a las prácticas 2025: segunda semana de febrero.

  • Cascini: A 21 años de la tercera estrella mundial de Boca y una pasión familiar en el Club Talleres del Ferrocarril Provincial

    Cascini: A 21 años de la tercera estrella mundial de Boca y una pasión familiar en el Club Talleres del Ferrocarril Provincial

    14 de diciembre de 2003, Estadio de Yokohama, con 66.757 espectadores, y una cabecera con banderas y sombrillas en azul y oro, adrenalina bonaerense en la noche japonesa. Acá ya amaneció y el domingo es una fiesta para Boca Juniors. A nivel internacional va a quedar en revistas, libros, páginas web como la estrella número 12, y será la tercera en la jerarquía de títulos mundialistas. Pasó como una exhalación, diecinueve almanaques del empate 1-1 de 120 minutos, ante Milan, y los penales donde fue 3 a 1. Son hasta hoy los últimos argentinos en ganar el ahora Mundial de clubes, pero esa fue la Copa Intercontinental en el antiguo formato de un partido, entre dos rivales, europeo y sudamericano, con la sede fija en Asia desde 1980 a 2004. Antes, la Copa tuvo dos decanatos (años 60s y 70s), debatiéndose con partido y revancha, uno en cada país y con la posibilidad de un tercero juego, neutral.
    Aquella noche japonesa tuvo la arrolladora presencia de un equipo con Alfredo Raúl Cascini, el 22 en su dorsal, sacando el último tiro como un rayo de felicidad que erizó la piel de La Mitad más Uno. El rival era un plus: ese Rossonero al que Boca igualaba en la cantidad de éxitos Intercontinentales con 3 títulos, junto a Real Madrid y a los uruguayos Nacional y Peñarol.

    La cara de Alfredo Raúl Cascini, como un «Chucky» de alegría para la eternidad en Boca

    Hasta aquí no hay nada nuevo. Sin embargo, podríamos aportar un hecho extraordinario que reviste Cascini, que entonces vivía en nuestra ciudad de La Plata, en el barrio La Loma, lo mismo que les pasó a otros ex jugadores a la hora gloriosa, todos mitos vivientes de la vieja Intercontinental, Juan Carlos Rulli (Racing), Miguel Santoro (Independiente), Juan Ramón Verón, Carlos Pachamé y Gabriel Flores (Estudiantes), Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto (Boca). Hubo muchos más que lamentablemente fallecieron.

    VÍNCULOS AFECTIVOS EN UN CLUB DE LA LIGA AMATEUR
    Desde 2019 Cascini cumple labores en el Departamento de Fútbol boquense con otros ex futbolistas (Delgado, Bermudez y Serna), pero no son pocas las jornadas en que Raúl disfrutó del ritual de ver fútbol en familia, no desde la comodidad de un living comedor, sino en alguna cancha de la Liga Amateur Platense, en el campeonato de la Divisional B, donde está Talleres del Ferrocarril Provincial y su hijo Salvador, sobrinos y una parte de la parentela. De su árbol familiar salió una rama importante que lleva la esencia de una pelota. Y la semilla de ese árbol tuvo una relación conyugal de Raúl con María Bernardella Semplici que han dado luz a cuatro hijos: Bautista, Luisina, Salvador y Paloma. Cuando él todavía jugaba, llevó a Bauti a ADAFI (1997) y después tuvo más tiempo para disfrutar de Salva en Talleres (2004). Por sus años de nacimiento, ya dejaron la pubertad y encaran una vida responsable, con distintos roles: el mayor es jugador profesional, hoy en Sol de América de Paraguay, y el menor estudia y se deleita con sus amigos en Talleres, en ese torneo donde hoy debe salir un primer ascendido: Comunidad Rural o Círculo Tolosano.

    Lucio Ferioli, Octavio Ferioli y Salvador Ferioli, ayer en infantiles, hoy en mayores de Talleres

    En la casa hay un abuelo, Antonio Semplici, quien en sus tiempos sudó la camiseta de CF Ringuelet, fue el “5” que subió a la A del fútbol liguista en 1976. El mismo caballero que en la década del 90 incursionó en la faz organizativa de dos clubes grandes de la región, Estudiantes (club del que es socio vitalicio y decidió ayudar dentro en una subcomisión de apoyo para volver a Primera en 1995); luego, pasó por el Club Atlético Villa San Carlos en otro proyecto con buenas experiencias en Primera D. A sus 72 abriles “Nito” Semplici está muy orgulloso de las cuatro hijas y los nietos; todas, ligadas de algún modo a la vida en un club social: María Emilia (con sus hijos en DIVE de Villa Elisa); María Florencia (radicada en España, con una hija en la Selección de fútbol femenino de Mallorca) y María Bernabella (con Salvador en Talleres y con Bautista en plena trayectoria como futbolista desde su debut en 2017); y María Belén (la mamá de Lucio Ferioli y Octavio Ferioli, dos centrodelanteros de alma, dos 9 “onda Palermo”). Se ve en los pibes también la energía del ADN, una contextura corpulenta que sale al padre, Uriel Feriol, ya retirado con 43 años, ex de los “tallarines” de Los Hornos, donde fue DT del Senior.

    Recuerdos de un festejo en fútbool infantil, con María Belén Semplici, hoy dirigente del Club

    ¡ES LA HORA DE JUGAR!
    Este domingo promete el marco ideal para jugar y los pibes hoy en las categorías mayores de Talleres se presentarán en Cuurzú Cuatiá, Villa Elisa, en lo que es hoy uno de los mejores campos de juego (en su anterior «vida» era un cultivo de fluricultores). Será un buen lugar para hacer rodar al balón, donde el capitán Nicolás Temoinko podrá salir jugando, Salvador Cascini y Damián Valente conectarse como en los días de Estudiantes, y arriba todos los espacios para Lucio Ferioli, que confirma que un grupo como el que se armó no se da en muchas instituciones. “Hoy somos todos chicos del club, que pasaron por infantiles y juveniles, llevando la mayoría más de diez años con esta camiseta, acá no hay tipos pasajeros”, apuntó. Y tira flores a mamá Belén: “Si falta es una vez al año por la caminata a Luján, y estando allá me ha hecho videos llamadas porque quería saber como estábamos por el partido”, afirma el primogénito.

    La primera división de Talleres que buscará el año próximo el salto a la Divisional A

    —Lucio, ¿se puede plantear un buen estilo de juego en las canchas amateurs?
    —Hay técnicos que intentan, eh, pero si vas a Tolosa tenes que jugar a la segunda pelota, a la olla y a ganar como puedas, porque no podes jugar.

    La referencia es al campo de Círculo Tolosano, una de las canchas con menor espacio y con el alambrado tan encimado a la raya de cal que requiere de cuidados en el movimiento de los jugadores apremiados en algún desborde. Allí, en 528 y 117, se lo vio al famoso Alfredo Raúl Cascini. “Se para atrás del alambrado y se pone loco con el hijo”, sonríe el sobrino mayor, que a veces lo “pincha” con una anécdota sobre el festejo del gol al Milan: “Como vas a festejar el gol así, estás loco… Se te tiraron 500 personas… Como no te moriste ahí abajo, tío querido. ¡Te hubises tirado arriba de la tribuna”.
    Otro que puede encontrarte en la “tribuna” (muy pocos tienen para los visitantes) es Juan Bautista Cascini. Claro que debe coincidir con algún receso y estar por la región, ya que viene de jugar en Rumania y hoy lo hace en tierra guaraní. Para Bauti, el fútbol era un llamado al nacer: Bernabella dio a luz el 4 de junio de 1997, y cinco días antes su papá dejó de lado parto y emoción para concentrarse en Independiente, que le dio un baile a Colón en Santa Fe. Golearon 6 a 0 y quedaron a un punto. Ese equipo de Menotti no alcanzó el título porque el DT decidió marcharse.

    Juan Bautista Cascini, hoy en Sol de América, figura en el fútbol paraguayo

    LUCIO: AMOR AL CLUB DEL BARRIO
    Después del trabajo, y a partir de las 18 su vida es Talleres, esta pasión que está a unas cuadras de su casa. La pasión por el equipo que integra se puso a la par de su amado Estudiantes. Así es Lucio, el que piensa dejar “algo más, habiendo dejado al equipo en la A y tener una cancha, algo que no se nos dio”. Se inició a los 4 años.
    Hay fechas que archivó un hincha del club, que lo tienen como protagonista: en 2008 se refundaron institucionalmente como Club Talleres del Ferrocarril Provincial y Lucio Ferioli jugó el primer partido oficial de la categoría 2002, en LISFI, con 5 años.
    El 16 de marzo de 2014 firmó planilla en el debut en cancha de once de su categoría, ante San Lorenzo de Villa Castells, por la primera fecha de juveniles de la LAPF.
    Piensa en Talleres todo el día y lleva la carga de la referencia para el gol de la primera. “Me gusta Lionel Messi, en su momento la Bruja, y hoy de Estudiantes Ascacibar por la entrega. Si me preguntás por mi posición me gustaba mucho Boselli”.
    Adelante, como en una formación ferroviaria, cuando encara con su tranco potente tiene aires de locomotora, esa que tienen en el escudito.

    Un partido de la cuarta de Talleres, con «El Tanque» Ferioli en ofensiva.

    SALVADOR: LA PELOTA SIEMPRE AL DIEZ
    El 10 de la primera se llama Salvador Cascini, y confirma que “acá el apellido no importa, somos todos iguales y por eso vine a Talleres”. Con el carácter del padre, frontal, reflexionó que “en la Liga Amateur Platense nadie regala nada, y aunque pienses que la B es un fútbol más fácil, es muy áspero, muy físico, se gana por detalles, por estar metidos. Donde pego sin querer a un rival, lo primero que hago es ver cómo está y pedirle perdón. No te voy a mentir, tengo un juego donde me gusta chocar y doy todo, pero siempre con la mejor intención, con los valores que me inculcó Estudiantes, donde estuve cuatro años”. En el Pincha tuvo un ejemplo del que aprendió mucho, Bautista Cascini, su hermano (en familia fueron a verlo desde juveniles hasta aquel momento top, con un gol en 1ª Pincha en el estadio de Mar del Plata, en 2017, el mismo día que su papá cumplía 46 años).
    En el caso de Salvador, formarse en el club del que es hincha fue un gusto, desde los 12 a los 16 años; la pandemia cortó en forma abrupta esa etapa y trató de buscar revancha, pero sin insistir a fondo. “Fui un día a Independiente, a Quilmes y a Godoy Cruz dos semanas pero decidí no seguir jugando”. Entre los libros de la carrera terciaria, la pelota esta ahí, pidiéndole al 10 una más, y ante el llamado del primo Lucio no se pudo resistir.

    En el femenino, Talleres hoy marca un camino. Aquí, un torneo de Madres, con Belén Semplici

    —Salvador, hoy es el aniversario de un gol histórico para la familia Cascini. ¿Cuántas veces miraste la final Boca-Milan?
    —¡Sí, por Youtube, muchas veces, tanto esa final como la de la Copa Libertadores. Cuando puedo lo hago porque me divierte. Recién nacía cuando mi viejo se estaba retirando.
    Como en los días tiernos de la niñez, se viste de verde y blanco con botines y mira de reojo esa canchita donde a veces se juntan, en 131 y 52; pero entrenan en otro predio y son locales en Olmos, mientras vive en City Bell y estudia en CABA. Jugar a pulmón y buscar el ascenso no tiene precio. Quiere un 2025 tan alto como han planeado en la intimidad. Mientras su papá trabaja en Boca Juniors, y busca un fin de año glorioso en un Mundial de Clubes, el 10 de Talleres toma una frase riquelmeana y en su propio mundo nos dice: “estoy feliz”.

    Salvador Cascini le pone el pecho a la pelota y el corazón al llamado de Talleres

    OCTAVIO, EL PRIMERO EN CAMPEONATOS…
    En la gran familia de jugadores de fútbol, la sangre del más chico asoma con éxitos que son presagios para el sueño del club. Octavio Ferioli nació el 15 de diciembre de 2005 (mañana festeja 19 carnavales) y este año la Cuarta es tricampeona y él uno de los cinco goleadores del equipo.
    Datos estadísticos que agrandarían a cualquiera, para el “Tanque” deben ser algo normal. Su categoría ‘05 empezó a ganar torneos desde chicos, como el bicampeonato de LISFI en 2013 (uno de ellos, fue “compartido con Estudiantes de La Plata”. Pasaron a prenovena y en 2017 otra vez bicampeones, con un condimento extra: el Apertura fue el primer Talleres ganador en la Liga Amateur, el 2 de julio de 2017.
    Con edad de Cuarta, otra racha empezó en el Clausura 2023 y en los dos torneos de 2024. Contabilizando, lleva siete “vueltas”. ¿Será que la octava de Octavio se dará en Primera? “Ese es el sueño de todos”, afirmó el 9, que también sueña con el festejo junto a su hermano, el primo y toda la bandita. A su madre siempre le dedica algún golcito. “Belén debe llevar quince años en el Club. Desde chiquitos nos llevaba a entrenar y no se iba, haciendo amistad con todas las familias”, expresó desde su metro y 86 centímetros en los casi noventa kilos.

    2012. Octavio Ferioli, en un partido de locales en «El Vagón», con el DIVE (gentileza J. Díaz)

    Todos los sueños más grandes en los que amamos el fútbol empezaron en los días de la infancia, como los que persiguió Raúl Cascini con sus primeros colores, Chacarita Juniors. Luego, fue a Platense y arrancó en 1990 en primera donde la carrera se extendió 24 años. El pico máximo fue un día como hoy, en Japón, y el dale campeón seguirá siendo su música durante toda la vida. Mientras, si la profesión del dirigente deportivo tiene agenda libre, estará en Talleres del Ferrocarril Provincial, donde una rama de la familia nos recuerda al tiempo lejano en que juntábamos figuritas para completar un álbum. En Talleres, están quedando para el final las más difíciles, esas que a veces parecen que no van a llegar… El ascenso y el predio. Está buscándolo. Le sobra pasión e historia.

  • “Pibes de barrio”: un documental sobre 5 de Mayo se presenta en el Cine Teatro de Ensenada

    Un documental sobre el Centro de Fomento 5 de Mayo, hecho por un vecino que ama el arte,  trascendió el barrio y se proyectará esta noche en el Cine Teatro Municipal de Ensenada, con entrada libre y gratuita, en la calle Ortíz de Rosas y Pasaje Cabo Verde. Por la motivación que generó en las familias del lugar, especialmente en los que han atravesado junto a los equipos 40 años de historia institucional, la capacidad del lugar (para trescientas personas) quedó chica y la Dirección de Cultura ensenadense habilitó además de la función que inicia a las 19 horas, otra a partir de las 20.30.
    “Como lo van a ver criaturas de 4 años hasta los más veteranos, el material es totalmente visual y se basa en las entrevistas. Pusimos garra y sentimiento, no se ve con la calidad de una película pero muestra al club, con pibes jugando al fútbol, en nuestro barrio”, dice Jonathan Ruaimi, de 36 años, el autor de “Pibes de Barrio”.

    “Le hice una promesa a mi viejo al que perdí hace dos años, él era un tipo muy duro, jamás lo vi llorar pero un día pasé a tomar unos mates y lo vi asomado a la ventana, emocionado. ¿Qué pasa, viejo? Me mostró la cancha de juveniles… ‘Esto no lo teníamos y ahora los pibes están acá… Son los mismos del fútbol infantil que están creciendo’”, recrea aquel diálogo Jonathan, el aficionado que anoche no pudo dormir, y confiesa que no hizo falta una Productora, sino bastó el amor, la creatividad y el empeño, con un teléfono celular de media gama y todas las ganas de rendir un tributo.
    “Nunca pude jugar oficialmente, fui el zurdo malo de la familia. Pero soy un aficionado al dibujo, pinto, hago esculturas en macilla seca y me rompe la cabeza poner imágenes, musicalizarlas y hago algo de edición”, confiesa Jony, que contó la ayuda de una banda musical local —La Chimi—; en uno de los tramos del trabajo, aparece un tema sobre Diego Armando Maradona.

    Las torres del Barrio 5 de Mayo en una tarde de potrero después de la lluvia

    La producción le demandó ocho meses, “metido en el club, sintiendo lo que ellos sienten. Nunca de grande me había involucrado y los primeros días le dije al presidente que no iba a buscar goles ni campeonatos, sino la contención hacia pibes y pibas. Este es un barrio humilde que en los 90 fue discriminado por la delincuencia y nunca se retractó nadie, porque acá hay familias de trabajadores, las mismas que nos contuvieron de chicos”. Al fin y al cabo, pudo comprobar que «sigue la esencia, hoy la gente con ropa del laburo apenas sale va hacia el club, se preocupa y se ocupa si el chico rindió en el colegio o si hay que conseguirle un apoyo psicológico. Eso mismo que viví en mi crianza en esa cancha con un montón de hermanos, tíos, abuelos».
    Convivió entre los y las futbolistas amateurs, la Comisión Directiva y los Cuerpos Técnicos, dando como resultado el disfrute de largas horas de filmación, con escenas cotidianas y de partidos, entrevistas, búsqueda de información en notas de diarios y fotografías, que en algunos casos también tenía en su casa. “Quedaron recuerdos de mis hermanos, y mi suegra fue la fundadora de la primera comisión de madres”.

    El trabajo dura 60 minutos y aparecen figuras entrañables, algunas que dejaron de estar físicamente como “El Gallego” Jorge Rodríguez (nombre que lleva la cancha chica) y “El Viejo” Ramón Pérez (por él se empezó a soñar con la cancha grande y el paso a la Liga Platense). Cuenta con la figura de uno de los socios fundadores, Guillermo Lemos, del titular actual de la subcomisión de infantiles, Ricardo González, y de Martín Abelando, quien es el coordinador general de todo el fútbol y fue ex presidente, rol en el que hoy le toca estar a Pablo Contana, un ex jugador de Cambaceres, el club con la más grandes hazañas en la ciudad y vecino al club cincomayense.
    «Volví al club desde este lugar, donde compartí cosas hermosas de la infancia. Como siempre dije, acá hubo un técnico que hizo de todo, pero no pudo hacer algo: hacerme jugar bien”, sonríe y evoca al «Gallego».

    El trabajo que da placer. Grupo de técnicos, padres y directores técnicos, pintando

    Todos están felices en Quintana y Uruguay, donde el sentimiento tiene dos campos y un mismo sentido de pertenencia, con la cancha de siete y la de once. Leonel Buian es el tesorero actual y en su niñez y juventud defendió la camiseta gris y roja. Celebró este hecho cultural que “llega justo esta semana en que empezamos la campaña de conscripción de socios. Jonathan decidió rescatar la historia y lo recibimos con la idea loca de llevarlo a una película. Cuenta el trabajo social y deportivo desde los inicios en 1985”.
     Los más fanáticos del “Cinco” dicen que van a ir en caravana hasta la sala cinéfila. En estos días, cuando lo ven a Jonathan, le brindan muestras de afecto y agradecimiento que son la mejor retribución de un hombre, un típico vecino, trabajador de Astilleros Río Santiago y emprendedor con su gran afición por el mundo de las artes. Solo que se animó a hacer posible este registro emotivo, para que los días en el Club merezcan ser vividos con mayor orgullo y gratitud todavía, hacia los que hicieron la historia y conforman este presente magnífico en las competencias del masculino y femenino dentro de la centenaria Liga Amateur Platense de Fútbol.

  • Desde Etcheverry salió el nuevo campeón para la liga Chascomunense de Fútbol

    Al principio fue la Liga Platense, hasta 2009, cuando cambió por la competencia de la Chascomunense. Los jugadores del pueblo de Etcheverry siempre han sido fieles, y dijeron que no importaba dónde. Lo que le pasa a «la UVE” les pasaba a ellos. Y desde hace catorce años transitan esta senda de jugársela por los colores en diversos distritos bonaerenses, con alguna idea de futuro y el amor inexplicable que despierta el pique de una pelota de fútbol.

    Esta historia que leerá es la de un nuevo campeón, de La Plata, cito en un borde de la gran Ciudad. No podrá entenderla si piensa que se describe a un equipo, once que salen a ganar, solamente. Es un grupo de esperanzas, de sueños organizados, y el mismo director técnico lo aclara: «No es solo fútbol, es mucho más que eso». Ese señor Maximiliano Ariel Sparvieri, a sus 37 años, postea su felicidad y explica la receta: «Se trata de incluir, de dar oportunidades y ayudar a cumplir logros personales que nada tienen que ver con lo futbolístico”. Ese pelirrojo de sangre pasional que sin dudas heredó el placer de dirigir y armar buenos grupos de su papá, Carlos Sparvieri. Maxi es su hijo, y el destino al dirigir fútbol parecía guionado: los dos fueron campeones por primera vez a la tercera temporada que tomaron la Primera, y festejaron a la misma edad; con 38 lo hizo Carlos, en Everton, y a los 37 Maximiliano en Unión Vecinal, la UVE. ¡Hijo y nieto de italianos del sur!
    Como hemos advertido al prologar, ésto tiene mucho más que ver con el alma. No se hace por dinero. No hay grandes marcas alrededor del campo de juego del estadio «Oscar Moleiro». Anoche, a siete días de la consagración etcheverriana, levantaron la copa en un asado.

    Esta tierra de agricultores que ubicamos hacia el oeste del mapa de La Plata tiene, pese a tanto verde, una sola cancha de once jugadores donde hay fútbol oficial. Calles 54 y 229, donde entrenaron y jugaron todo el año; a dos cuadras de una Escuela que tiene su épica, ya que funciona desde 1891, gracias a Hilaria Onzari de Correbo, docente autodidacta, que la fundó y luego donó las tierras al Estado. La misma mujer próspera que en el futuro fue la abuela de Raúl Gerardo Correbo, notable ex presdiente del Club Estudiantes, el que repatrió a Bilardo y campeonó en el 83. La familia Correbo está entre las fundadoras de esta Sociedad de Fomento Unión Vecinal. Obra de bien público y de buena gente, que lleva en su ropa y en la bandera una estrella, el logo y el destino de paz. Hoy se iza en lo más alto entre tantos campeones liguistas que tuvo el 2023.

    Quien pase por la «UVE» no va a arrepentirse de la visita. «Es un club que se repuso a muchas adversidades este año y siempre sacó fuerzas, recibiendo el apoyo de la comunidad que se nota quiere y apoya al club», expresa Rodrigo Lezana, 47 años, titular del Colegio de Arbitros de la Liga Chascomunense, y además veedor en un par de jornadas. El veedor va a evaluar el rendimiento de los colegiados y en base a eso se envía una tabla con puntajes al Consejo Federal de la AFA, para designar los árbitros a los Federales.
    Fue 3 a 0 el partido decisivo ante el Club Deportivo Castelli. Braian Jones fue autor de los tres goles. El técnico lo sacó del mundillo de la Liga Platense, de Abasto.
    Es uno de los pocos no formados en la «UVE», pero que agradece su transformación, según el testimonio: “Profe, estoy muy agradecido por lo que hizo usted por mí; terminar el colegio siempre fue algo que quise, y por ahí por no tenía a alguien que me insista un poco. Me saqué un peso de encima. Mi mamá se sintió orgullosa y sentía que le debía algo, para devolvérselo”, le escribió el feliz goleador un mensaje al DT.

    Mensajes de aliento y apoyo son los que abundan. Recuerdan a Juan Cruz Fernández, cuya presencia está en el corazón de todo el equipo, pese a criarse en Olmos, en Peñarol. Ese amigo que los dejó en la pandemia: “Uno a cero es goleada, decía él siempre, pero goleamos por 5 a 1 en el global”, se ríe su hermano Thomás Fernández, entrenador de la reserva y que ayudó a que este Clausura sea una página histórica en la institución donde todos los hermanos varones se pusieron la azul y blanca. Facundo (ex jugador de Defensa y Justicia), Gabriel (el DT del primer campeonato que cosecharon en 2016), ambos, el día 23 de diciembre, escucharon la final ante Castelli por una transmisión radial. Thomás sumó sus ganas hace diez años, justamente siendo dirigido en Sexta por su hermano Juanchi.
    “No gana es el que es mejor, sino el que sabe reponerse”, vuelve la voz del «Oso» Thomás, pausada y emocionada, que reconoce que «todos quisimos hacerlo por Juanchi».

    Para Unión Vecinal pasaron 28 torneos en esta Liga y cinco veces fueron finalistas. Esta vez sabe a desahogo. Es que vivieron días ingratos. «Dos inundaciones, dos voladuras de techos por el temporal, nos robaron dos veces los cables de la luz, la última vez nos roban la bomba. Le dije a los chicos, teníamos que darle esta alegría, no porque solucionaríamos algo, sino porque le vamos a dar ganas de seguir. Lo que la familia Moleiro hace por este club no lo vi en ningún lado», concluyó Maxi, cuando el grupo coreaba «que de la mano, del Colorado». Durante estas dos finales, hubo un tiempo de espera por una crisis climática que afectó a gran parte de la Provincia. Lluvia y viento que fue un golpe, y otro golpe más triste fue el de «las manos» de oportunistas, malvivientes, que aprovechando la falta de luz habían ingresado a robar la bomba de agua de la Sociedad de Fomeno. “Ahora a laburar, es como hacer otra vez un club”, comentaban con razón, mientras pedían donaciones. «El agradecimiento total a este grupo de jugadores que dieron todo», contó Oscar Moleiro, que colabora con el fútbol desde afuera de la cancha.

    Sepa disculpar, pero el título de la «UVE» excede lo deportivo. Esta institución es un espacio para el desarrollo de la personalidad, tanto como para el disfrute; la práctica de valores; la fe cuando el mundo parece caerse a pedazos.
    “Si nosotros no creemos en nosotros, ¿Quién lo hará?”. Se miraban Sparvieri con Maximiliano Yalet y Gabriel Simoncini, los preparadores físicos, y los auxiliares Luis López y Thomás Fernández, Gonzalo Ortíz, un colaborador. Fueron a Castelli y ganaron 2 a 1 ante un adversario que quería bordar su primera estrella. Para la “Uve” se trataba de la chance de una segunda, como en 2016, que fue ante un grande como Atlético Chascomús. Desde aquellos días a hoy siguen muchas caras en el Cuerpo Técnico, y en el terreno de las definiciones, con los botines ajustados, la diez fue de Emmanuel Moleiro, hijo de Oscar, con calvicie pero la calidad intacta, que alguna vez lo llevó a meter goles en la reserva de San Lorenzo de Almagro.
    Faltaba dar el último paso, en La Plata, en el pueblo donde se conocen todos, donde desde el 9 de noviembre tienen la tribuna de cemento. Pero afuera no terminaban de recuperarse tras los tormentones, y se hablaba más de la delincuencia que del deporte en sí.
    Más allá de la campaña, de 8 ganados, 1 empatado y 3 perdidos; de los 18 goles a favor y los 9 en contra, faltaban noventa minutos. Y lo hicieron. Este Unión Vecinal, que venía “saladito”, eligió creer y al igual que la Selección metió el nocaut. Se dieron fuerzas, oraron y hasta invocaron las buenas energías… Si hasta no faltó quien desparramara algún líquido debajo de los bancos, para sacar la mufa. Reforzaron las cábalas de las botellitas de agua mineral o el intercambio de los chicles; el parlante con la cumbia del capitán Leandro Imoli… Rituales.

    Al empezar el partido, el arquero Mariano Negri demostró que querían ser bicampeones; el «Uno», que también juega en el senior de Gimnasia y Esgrima La Plata, en la ida contuvo un penal que podía haber sido irremontable, con el partido 0-1. Y en la revancha sacó otra pelota difícil, antes de poder vociferar los goles de Jones.
    La «UVE» fue arriba nomás, gracias al empuje de su gente y al corazón de los debutantes, pichones que este año subieron al primer equipo, Franco Ayarde, Joaquín Jaime, Nicolás Gómez, Nicolás Claudino, y Walter Acosta, un aguerrido 4, que jugó para dar algo más que fútbol, porque le tocó crecer justo frente al predio, donde vive. No tantos clubes de esta Liga tienen tanta “materia prima” y aquí hubo más muchachos del club: Julián Cabral, Tomás Domínguez, Emmanuel Moleiro, Nahuel Cattoni, Franco Loto, Sebastián Poje, Aldo Gabutti y Franco Loto.

    Con los hermanos Cristian y Mauro Campagner.
    Con la voz de la experiencia de Damián  Chiappetta a sus 39 años, y de Rodrigo Boyko (los dos faltaron en la última formación).
    Con los que suman y acompañan siempre, Mauricio Szulepa y Gabriel Fernández. Con los goles de Braian Jones, quien se destapó con tripleta. Con el ex Villa San Carlos que jugó en aquella aventura del Nacional B, Alan Kardansinski. Con las firmas de Federico Diez, Maximiliano López, Facundo Laime, Ignacio Marchetti, Iván Carbajo, Lautaro Sosa y Emiliano Coronel.
    Con el alma de don Oscar, que tuvo en su hija Milagros Moleiro a la hincha número 1 y junto a su retoño por nacer, hizo real otra frase: «El bebé viene con el pan bajo el brazo».

    La Liga Chascomunense, que antes de la pandemia tenía 30 equipos y actualmente sigue con la mitad, se pintó de albiazul. No fue una cuestión de inversiones, sponsors, refuerzos, sino de amor, de brújula social, de un ejemplo silencioso dentro de un pueblo donde no se gambetean las injusticias ni los robos.
    Pero están de Liga, en una competencia que tiene historia desde 1932. Que en 1954 tuvo al legendario Club Juverlandia que dio la vuelta con 11 jugadores platenses, igual que aquel técnico, el recordado Santos Florin. La Liga Chascomunenses donde compiten cuatro históricos de la ciudad homónima, dos de Belgrano, otro par de Castelli; de Lezama, Ranchos, Pila y Ranelagh. Ya no están los de Verónica, Magdalena y Brandsen.
    Y este Etcheverry, ex de la Liga Platense, que obtuvo una “estrella” más, la segunda, antes de la Navidad. Un buen regalo, divino. La vida siempre compensa. Y acá los jovenes, que se asocian para el bien común, alrededor de un fogón donde comparten su pan y su copa, cuentan historias. La que empieza con los Correbo, y hoy sigue con los Moleiro, con los Fernández, y ese «Colo» que consiguió abrir el éxito con la llave del respeto y la entrega, como alguna vez lo hizo su padre, que lo miraba desde un lugar en la cancha de la misma localidad donde eligió vivir, Etcheverry.

    Hoy tienen el orgullo de la Copa que este torneo llevó el nombre de Carlos “Cali” Eijo, en honor a un dirigente de la Agrupación Deportiva El Salado. Y que van a representar a la Liga en el torneo Federal.
    La familia de la «UVE»  que, pese a la ausencias que se sienten en éstas fechas, emergen de los peores momentos. Y honran la vida, con esos amigos como Juanchi que se alojaron en el lugar más importante: el corazón. «Vení, vení, cantá conmigo…» se escucha. «Que de la mano, del Colorado…» Ese que se apellida Sparvieri, nieto de gringos, que juna que más que fútbol ésto es otra cosa. Tal vez sea inexplicable, que es la mejor definición sobre el amor.

  • Memorias de un “viejo” ídolo de barrio, don Ramón Pérez DT

    El fútbol amateur siente el dolor de la pérdida de un querido amigo, Ramón Roberto Pérez, entrenador de importante trayectoria, que la semana pasada se nos fue a esa gira celestial, tras vivir 75 años con profunda vocación de servicio. Nació el 17 de septiembre de 1945, en Berisso, y llegó a Ensenada a fines de los 80, para echar raíces en el populoso barrio de los cincomayenses, donde en la última década fue artífice del resurgimiento del Centro de Fomento 5 de Mayo con las categorías juveniles y superiores.

    Precisamente, a partir de 2014, junto a otros soñadores que visionaron un cambio social, están los esfuerzos denodados por armar la única cancha grande, que hoy lleva su nombre en homenaje a su carisma y sus mil horas. Ramón “El Viejo” Pérez, se inmortalizó el campo de juego con la figura de un padre de tres hijos, que le dieron seis nietos y un bisnieto.
    Aseguran que “fue el mentor de la afiliación a la Liga Amateur Platense”, previo paso de dos años y medio por la Liga Ensenadense.
    Ramón tenía perseverancia y premio de ello y su sabiduría fue el único DT del primer equipo «gris y rojo» desde que arrancaron a jugar, pero hace tres meses su salud fue decayendo y acordaron el reemplazo. Quienes lo conocieron y son creyentes, no dudan que siguió mandando sus últimas fuerzas a ese grupo de dirigentes y jugadores a los que podía mirar todavía desde su departamento, en un segundo piso, ubicado en línea paralela a uno de los arcos.

    Hay una frase de Pérez que es todo un eslogan, “El cuadrado que cambió el barrio”, le explicó a un cronista de Cancheros. Al pedirle unas palabras a Martín Abelando, el presidente de la subcomisión de fútbol, aún golpeado por el duelo, sacó de su corazón leal una frase que talló la personalidad de Ramón: “Con un lenguaje vulgar, y algo corto, nos inculcó la conducta y la seriedad. Discutíamos mucho, parte de la democracia del fútbol y al ratito estábamos como si nada. Teníamos el mismo objetivo, albergar cada vez más chicos, generar un laburo social cada vez más grande”.
    Pablo “Chiquito” Contana, un exjugador de gran porte que surgiera en Cambaceres, involucrado en esta revolución deportiva cincomayense, aseguró que “Ramón fue el eslabón que ha faltado dentro de este barrio para hacer algo serio”.
    Le confesó a Melisa Mendoza, la única nieta mujer que le pidió un reportaje para la Facultad de Periodismo, cómo fueron esos días del inicio en el Cinco. “Vi que estaban haciendo la cancha, que estaban las máquinas, que ponían los arcos, yo los miraba desde arriba, y tenía clavada la idea aunque sea de dejarles algo, dirigir las infantiles o juveniles, pero jamás se me pasó que me iban a proponer dirigir la Primera. El día que me lo propusieron no pude dormir, porque me llegó la responsabilidad más grande de mí vida, dirigir el 5 de Mayo con mí edad 72 años, y en mi barrio. Para mí es una pasión dirigir, y el día que no lo haga más, trataré de no mirar hacia la cancha del Cinco, bajaré la persiana de mi ventana que da al frente de la cancha”.

    Pérez escribió con sus ganas una hermosa historia. Como entrenador empezó a colaborar en Villa San Carlos, con la categoría 76 —un año—; se mudó a Ensenada y se metió a dar una mano en Cambaceres con los chicos de la 70. A fines de los 80 Estudiantes de La Plata lo convocó por intermedio del coordinador del fútbol infantil, Leandro Casanueva.
    Además, se nutrió de los ideales de otro ex jugador profesional que entonces guiaba a los pibes, Daniel “Carozo” Epeloa. El Country o la vieja cancha auxiliar de 1 y 55 fueron el lugar de mayor aprendizaje durante ocho años, hasta 1993.

    Su meta fue firme, servir al fútbol desde los valores formativos, contribuyendo en parte al crecimiento de los clubes, desde las bases, donde se van modelando las nuevas figuras, para llevarlos a la Novena. En la 80 dirigió Nicolás Tauber (arquero), Luciano “Huesito” Galetti (llegó a integrar la Selección Argentina) y Esteban Solari (jugó en la primera de Estudiantes en el 2000, hermano de Santiago, ex Real Madrid).

    La mayor alegría con los «Leoncitos» se grabó en su corazón con la 81, que logró en LISFI un campeonato invicto en la temporada 1990. Los padres le obsequiaron un pergamino con un manuscrito: “Si desea compartir el nuevo año con nosotros, lo esperamos, sería otro año de campeones”; entre las firmas, aparecen la de un niño Diego Colotto (en el futuro campeón mundial Sub 20) y Mauro Raverta (ascendería al Nacional B con San Carlos). “El Pollo” recordó una travesura de la infancia donde Ramón se enojó. «Hubo una estatua en e Country, y la llenamos de barro. Con los chicos le empezamos a pegar pelotitas que caían de un árbol… ¡Para qué decirte cómo quedó y cuando nos agarró Ramón, que quería saber quiénes habíamos hecho semejante cosa, y le dijimos que habíamos sido los de la 81”.

    También guió a la 77 albirroja, donde vio crecer a Juan “El Negro” Lezica (jugó en Primera) y a Gastón Losa (“lo hicimos arquero”, se enorgullecía de un Nro. 1 ex La Serena de Chile y en All Boys, entre otros). “En la presidencia de Riccione me tuve que ir”, contó.
    Armar equipos, escribir en sus papelitos las probables formaciones, hacer docencia, soñar, siempre en grande.

    Se recibió de DT, en la histórica primera camada que la AFA homologó en un curso fuera del edificio de calle Viamonte, que se hizo en La Plata, inaugurando la Escuela Técnico Docente “Adolfo Pedernera”, en el Alberth Tomas. Entre otros, Ramón tuvo el gusto de cursar con jugadores recién retirados y consagrados como Alejandro Sabella, la figura que más admiró.
    “De Estudiantes me fui a Lanús, me llevó Daniel Córdoba (profesor que tuvo en el curso), le presentamos un proyecto de trabajo para infantiles y Miguel Russo (DT de la Primera) habló con la dirigencia. Estuvimos un año. Se fue Miguel y nos fuimos nosotros. Yo tenía la ’79, ’80 y ’81 de la Liga Metropolitana”, explicaría más tarde Pérez, quien fue remunerado en los «Granates».


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    “En Lanús me tomaba un micro los domingos a las tres y media de la mañana, me bajaba en Solano, tomaba un remís, me iba hasta el centro, compraba el diario Clarín, tomaba un café con leche y a las siete y media abría el club yo. El primero de todos, así que ¿no lo iba hacer en mi barrio? Es mi personalidad, mi forma de ser y es una forma para que mis jugadores vean como hay que tomar esto, con responsabilidad”, le dijo a su nieta en aquella ocasión donde se largó a hablar como ella nunca lo había visto.

    —¿Jugaste al fútbol o solamente te dedicaste de lleno a dirigir?
    (preguntó Melisa)
    —Jugué amateurmente acá en Ensenada, en los campeonatos del barrio, en la cancha de Campamento y en las que tenía Astilleros. Mi puesto era de cuatro.

    En 1995 Las Malvinas se afilió a la Liga Amateur Platense y fue designado el primer DT, en Primera y Reserva,por recomendación de un padre que lo conocía de Estudiantes. “Nos dirigió dos años”, afirma Mario Barbarino, entonces cañonero de la zona oeste platense. Lo despidieron con una plaqueta en agradecimiento.
    “Cuando terminé me invitaron a dirigir ADIP, empecé con los más chiquitos pero estuve poco tiempo, agarré la Cuarta y al año salimos campeones”.

    El mismo año que Ramón dirigía en la B a Las Malvinas, su hijo Marcelo Pérez jugaba en la A para el Fuerte Barragán de Ensenada.
    Una noche veraniega del jueves 12 de diciembre de 1996 volvió al estadio de Estudiantes, como hincha de ese hombrecito con la camiseta «4», que era “Lito” en casa y “Machote” por las batallas deportivas. Había que superar al Sport Club de Magdalena, rival que en la semana anteriores les había ganado 1-0, en Cambaceres (de esa tarde surgió este particular registro fotográfico donde está Marcelo rapado, semitapado por Pablo Blanco, del Sport, en un ataque de Luis Martín, el «9» del Fuerte). Qué destinos: Blanco y Martín fueron los preparadores físicos de la Selección Argentina en los Mundiales de Brasil 2014 y de Qatar 2022, respectivamente.
    Volvamos a 1 y 57, a la mítica cancha de tablones, donde Ramón trabajó ocho años en el fútbol amateur. Ahí mismo gritó un golazo del «Luifa» Martín y un título que quedará en la memoria de los grandes equipos campeones de la ciudad de Ensenada.

    Ramón llevó los colores de Estudiantes en el alma. De chico celebró los títulos del gran equipo de Zubeldía, con Bilardo de jugador y clave en el armado. Puede dar fe de su pasión roja y blanca don Marcelo Buian (ex titular de Cambaceres y de pasado en el CF 5 de Mayo) al evocar “nuestras charlas en Propulsora sobre el Pincha, porque trabajé con Ramón, él fue delegado y un excelente muchacho. Me decía que tuvo una cierta amistad con Sabella y dos por tres iba a la casa a charlar con él”.

    En el nuevo siglo don Pérez trabajó en un remís y, a la par, el fútbol siguió en su mente. Con la convocatoria de José Chirico, fueron a las juveniles en Villa San Carlos, y Ramón se encargó de la 5ª (época en que compartió Cuerpo Técnico con Walter Dos Santos, Néstor García, Luis Gatti y el profesor Mauro Mazzolo (hoy en Deportivo Mac Allister).
    El mismo Chirico lo llevó a otra experiencia Liguista en Comunidad Rural de Los Hornos. De allí al Sport Club de Magdalena, para ser campeones en la edición del 2007 de la Liga Chascomunense, y al año siguiente, llegar a las semifinales del Federal C, donde caen por penales con Independiente de Tandil.
    En Magdalena se quedó la dupla Chirico-Pérez pero ahora en Unión y Fuerza, el gran rival. Hasta que Chirico se fue a dirigir en la localidad de 25 de Mayo y, ya veterano Ramón no pudo seguirlo. Sin embargo, habría una chance más con Chirico, en Tricolores, décima institución donde llegaba Ramón.



    En 2014 comienza la era Cincomayense. Un lapto en la Liga Ensenadense, y los primeros seis meses culminaron con una fiesta increíble, campeones invictos, en final ante Piria, en el estadio de «Camba». Se recuerda a Pérez “trajeado”, de pie frente al banco de suplentes.
    Tras un suceso que lamentaron y dejó experiencia, decidieron ir por la experiencia de la Liga Amateur Platense. En 2018 entraron con infantiles y juveniles, en lo que se dio en llamar «Proyección», un torneo no oficial, donde el organismo madre del fútbol local fue sondeando quiénes podrían ser clubes directamente afiliados. Hasta que en 2022 se hizo oficial creándose la tercera divisional, la «C» o Torneo de Ascenso. En el primer rodaje C.F. 5 de Mayo ascendió, y este 2023 está de estreno en la B.

    —¿Cuál es la diferencia de dirigir infantiles y juveniles con los adultos?
    —La diferencia es que cuando trabajas con infantiles y juveniles es que el técnico tiene que formar, formar jugadores, formar personas en todos sus sentidos. Que se cuiden en la vida para poder llegar, que hoy es muy difícil, que no se ensucien por nada, que estén limpios para jugar al fútbol, porque sino están bien a la larga te pasa factura la parte física. Y tenemos que ser buenos entrenadores de personas, yo jamás inhibí a un jugador.
    —¿Cómo se hace en los casos en que la familia no está presente por cuestiones de la vida y dejan solo al jugador?
    —Bueno, a veces nos tenemos que hacer cargo de ir a buscarlo, de llevarlo a la cancha, y hoy por hoy es complicado porque uno asume un compromiso que no sabes que va a pasar. Si bien el chico juega, el técnico es el responsable.

    Ramón fue una persona de bien que tomó la herramienta de una pelota para encender su propia luz y así iluminar a los demás. No podía dejar de pensar en 5 de Mayo, institución en la que anteriormente conocimos a otro personaje Jorge Roberto Rodríguez, quien hizo historia en el fútbol de siete (por la gran obra de «El Gallego» —fallecido— la canchita lleva su nombre). En la categoría 92 jugaba Sebastián Brizuela, quien de pibito conoció a Rodríguez y de grande a Pérez: “Al no tener la cancha grande tenías que despedirte del club, pero con el Viejo cambió, primero en la Liga Ensenadense… y ya en los primeros días con cancha grande nos tiraba una locura: ‘¡ya estamos entrenando para la Liga Amateur!’”.

    “Yo los miraba desde arriba”, diría cada vez que le preguntaron cómo empezó el Cinco. En esos días la Municipalidad proyectaba obras, puso unos cimientos en el sector contiguo adonde hoy está la sede de una Iglesia. Sin oponerse a los religiosos, aquellos que en gran número se juntaban a jugar a la pelota aprovecharon para pedir por la cancha de once, que se fue forjando a punta de camiones de tierra. Rellenado, nivelación, postes de alambrado, y diez almas que pulieron como un diamante la «localía». Orfebres como Ramón dejaron sus buenas gotas de sudor. Y entre las anécdotas de la primera época, alguien recordó que usaron como depósito de artículos deportivos “el garaje de su casa”.

    “Becaremos a aquellos que no podrán pagar la cuota y que futbolísticamente estén bien y estudien, que es lo principal. Contemplamos también a los que llegan tarde por trabajo”, se oyó alguna vez al DT experimentado, cuyos pensamientos eran como mandamientos de un vestuario que lo quería.
    Implementaron la parte física como otro código de conducta, y la salud de la juventud fue mejorando el clima social. “Sacaron el destacamento de Policía que había”, tuvo la enorme satisfacción Ramón.
    Con el carácter de un padre, andaba con su silbato al cuello, carpeta en mano, anteojos y el pelo cada vez más canoso. “Solo él podía visionar esto de la Liga Amateur Platense”, dijo Ramón «Pepe» Lima, crack de varias camisetas.

    Como si supiera que el tiempo no alcanzaría, su fuerza interior lo llevó a estar día y noche. Limpiaba los baños, marcaba la cancha, pelaba papas y atendía el buffet. Más de un lo vio caminar con la primera luz del día, “sacando las piedritas y las matas de pasto”. Está quien dice que «si había poco caudal de agua en el barrio Ramón se levantaba a la madrugada para regar la cancha».
    En sus bolsos había lo que se necesitara en una fecha de fútbol, canilleras, vinchas, cintas elásticas yt adhesivas, la cinta de capitán lavada. “¿Usted tiene su casa ahí en el bolso!?», fue una chanza. “¿Qué querés, pibe, un preservativo…? Acá tenés, cuidate, jajaja”.
    Y llevaba los bidones, las pelotas, los conitos, la ropa bien acomodada y con “perfumina”, detalles que hablan por él.


    Reacio, un poco terco, pero era ganador, en todo sentido. “Estaba un paso adelante. Era el mejor de los nuestros porque nadie le llevaba a los talones. Llegaba primero y se iba último. Soñaba en grande. Decía que había semillero, que había gente con voluntad, y decíamos que íbamos a entrar a la Liga Platense. Nos mirábamos y decíamos ‘este tipo está loco’. Donde ahora pisan era un descampado, con apenas dos arcos de once”, testimonia Abelando.
    Como todo, el ciclo se cumple, y en su caso fue la enfermedad del cuerpo. Un día no pudo bajar las escaleras, y algo extraño se vaticinaba. Su sucesor en el banco fue el ayudante, Pablo Sueldo.
    Las voces del barrio dicen que «veía los partidos desde una ventana de su casa, en aquel  segundo piso, que para un DT  avezado, siempre “desde arriba” se puede ver mejor lo táctico. Sufrió desde allá con «El Cinco” los partidos finales del Apertura 2023, cuando hasta la última fecha tuvieron chances de dar el batacazo en la Primera B.

    “Muy pocas veces se reía en las fotos, a veces una sonrisa sutil. Pero le gustaba bailar, escuchar cumbia, grupos como La Nueva Luna y Los Charros. También era muy rutinario. Pensaba que el esfuerzo y el trabajo en la cancha era fundamental”, describe su nieta.

    Le dedicó un tiempo de calidad a los clubes, a costa de su propia calidad de vida. Y no le faltó nunca a los tres hijos que crío con su compañera y esposa María Rosa Moreno, de donde viene el amor por la primogénita Alejandra, Cecilia y Marcelo, por los nietos Gonzalo, Santiago, Nicolás, Camilo, Lucio y Melisa, y el bisnieto Benicio. Deberán estar más que felices del “Viejo” que les regaló la vida.
    En la calle, en el fútbol amateur, no dejó duda alguna que fue un ídolo de barrio, para el álbum inolvidable de los héroes anónimos de los clubes de barrio.

    Adiós, Ramón «Viejo» Pérez. En la cancha hacen fila para seguir engrandeciendo al Centro de Fomento 5 de Mayo.