El próximo día 22, como una clave de la alegría de los argentinos por un 2022 Mundial, donde nos abrazarnos después del aislamiento, donde la cima emotiva fue posible después de abismos, la Copa del Mundo estará más cerca que nunca. Sábado 22/2, la muestra de los “Eternos laureles” será en Chascomús, inolvidable para los que viven y sienten pertenencia a esa tierra de 50 mil habitantes, que desde 1913 tiene su Liga de fútbol, que siempre ha dado sorpresas en la cancha y esta petición de su comisón directiva para tener el trofeo que diseñó un italiano Silvio Gazzaniga, fallecido en 2016 a la edad de 96 años, famoso por este trofeo que pesa 6.175 kilos, mide 36 centímetros y está hecho de oro 18 kilates. Pero desde las 9 horas del sábado la gente podrá desfilar también junto a dos laderos muy festejados, la Copa América y la Finalísima.
La entrada libre y gratuita, en el Parque de los Libres del Sur, advierte que puede ser un paseo gentil frente a la costanera con su laguna, un espejo de paz, el museo pampeano, los árboles añosos y las aves. Tanto la Liga como la Municipalidad, le darán la bienvenida a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Chascomús, la cuna del Presidente de la vuelta a la democracia, Raúl Alfonsín (1927-2009) prepara las banderas, y aunque no gritará como en una cancha, será lugar sagrado para los futboleros que en su silencio y su sonrisa dirán que el deporte rey nos sigue haciendo número uno.

¿POR DONDE ANDAN LAS COPAS?
“Es la primera vez de la Copa del Mundo en nuestra ciudad”, contaba su alegría Julio Giribaldi, director del portal Zeta noticias de Chascomús, en charla entre periodistas. Para entender por qué los trofeos estarán en el distrito vecino, todo arranca en una petición formal que hace un dirigente de Liga ante la casa madre del fútbol. En este caso, la Chascomunense, que tiene un referente respetado y querido en el quinto piso de la calle Viamonte, Luis Angel Seillant.
“El viernes 21 estará en Madariaga”, anticipó, con una enorme satisfacción a las ochenta primaveras, nacido de los equipos locales donde pateó hasta los 31 cuando se casó y decidió combinar familia y deporte, empalmando con dirigencia de bien público (Seillant fue uno de los creadores de la Liga de la Cuenca del Salado, un lindo ejemplo para que jueguen los niños hace cuarenta años).
Las Copas y el evento están e la cuenta regresiva, y un folleto nos habla del itinerario que largó el 19 de octubre de 2024,, en Río Cuarto (la cuna de Pablo Aimar), siguió por Bell Ville (donde se fabrican pelotas) y aquí estará en la vigesimocuarta sede. Chascomús será amable anfitriona de los representantes de AFA, en este caso, de Mario Echeverría, coordinador de instituciones del Consejo Federal (hombre de Villa Mercedes, San Luis, presidente de la Liga Mercedina y ex de la Federación Sanluiseña de Fútbol), que se apellida exactamente como el PF que tuvo la Selección de Bilardo y de Basile, el inolvidable «Yacaré» Ricardo Echevarría. Mario está integrado al fútbol federal en un momento crucial, cuando asumieron Claudio Tapia y Pablo Toviggino, quienes también nacieron en el interior.

La agenda de pedidos por las copas ya tuvo municipios bonaerenses: Casares (el primero que las exhibió), Mar del Plata, Chacabuco, Marcos Paz, San Pedro, Chivilcoy, Ameghino, Villegas, América, Médanos y el viernes en Madariaga.
El sábado Chascomús organiza un súper evento, “El Festival de las Orquestas Infantiles y Juveniles», que celebra el 20 aniversario, y viene suavizando las noches con sus conciertos al aire libre.
Habrá un patio gastronómico y la expectativa de la comunidad local por la afluencia de turistas.
Cabe señalar que el público podrá posar y captar imágenes con los trofeos, respetando un protocolo de distancia y tiempo.

A 40 KM. DE LA CUNA DEL “TATA” BROWN
La copa mundial que levantaron tres capitanes (Passarella en 1978, Maradona en 1986 y Messi en 2022) despertará emociones e indudablemente, por una historia que nos une a todos y enorgullece a los lugareños, revivirá a una leyenda de la zona, José Luis Brown.
Quien convirtiera un golazo en la final en el estadio Azteca ante los alemanes, cuyo salto inmortal llevó la pelota a la red con un golpe de cabeza ayudado por el alma, con un brazo lastimado. Pero el «Tata» tenía la convicción de que ese domingo 29 de junio de 1986 la Argentina iba a ser campeón por segunda vez.
El “Tata” falleció el 12 de agosto de 2019, a los 62 años de edad, con una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer. Ranchero de cuna, se inició en el Club El Fortín (llamado así por estar al lado del fuerte construido en 1871), fue uno de los chicos que jugó los torneos Evita. Dejó la idolatría en varios clubes, y un doble título en Estudiantes, club que amó y donde empezó a llegar de adolescente con dos colectivos, desde la ciudad que popularmente es conocida por Ranchos y hoy es distrito General Paz, distante a 40 kilómetros de Chascomús.
Y Chascomús tiene a sus símbolos deportivos. Quien nació y reside es Domingo Lejona, ex defensor de Gimnasia y Esgrima La Plata, que peleó el campeonato de 1962 bajo las ordenes del maestro Adolfo Pedernera y lució la albiceleste en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. “Mingo” jugaba de 6 y en sus memorias riquísimas no pierde una tarde sin hablar del deporte pasional en el cafecito con amigos chascomuneros. Seguramente, «Mingo» tendrá un particular orgullo en cada partido de la actual Copa de la Liga del habilidoso Joaquín Tobio Burgos, quien fue campeón con Estudiantes a poco de andar el camino profesional en 2024. El pichón surgió de la escuela de fútbol de Tiro Federal de Chascomús y tuvo un pasado por Atlético Chascomús.

Quien jugó un tiempo en Chascomús es Luis Martín, el preparador físico del combinado de Scaloni. «Luifa» vistió la rojiblanca de Atlético en el año 2000, a pedido de Martín Bona, otro guerrero de la Liga Chascomunense, que en tiempoos ya lejanos se habían visto mientras cursaban en la UNLP.
Bona elogió a Martín “por todo el esfuerzo que hizo y porque su trayectoria resume el paso de la Selección por el Mundial de Qatar, ya que fue de menor a mayor». También recordó que Luis, durante la pandemia y antes de ser campeones, «nos dio una charla por zoom para todos los jugadores de Atlético”.

El Estadio Polideportivo municipal Juan Silveiro Oroz es el justo reconocimiento a un jugador, elogiado en los primeros decanatos del profesionalismo. Requirieron sus servicios Gimnasia, Estudiantes, Racing y Palmeiras de Brasil, finalizando donde sentía que había sido posible el crack que fue, en Deportivo Chascomús. Pero Oroz no era nacido en esta ciudad, era cordobés de Ucacha, y “acá vino de pibe. Era ganador en cualquier deporte. El Chancho fue tapa de El Gráfico”, destacó Seillant en un pantallazo de aquel caballero, que trabó amistad sincera afuera de un campo de juego.




